Socovesa evalúa opciones para concretar millonario proyecto en Las Condes: Sura anunció venta de su participación

La obra se emplaza en los terrenos del exhotel Manquehue. Considera cuatro edificios para viviendas, oficinas y un área comercial.
Cinco años se van a cumplir desde el cierre del tradicional hotel Manquehue en Las Condes, a pasos del centro comercial Apumanque. La familia Cabello vendió la propiedad (de unos 13.150 metros cuadrados, con salida a las calles Presidente Piñera, Alcides de Gasperi y Esteban Dell´Orto) a una inmobiliaria, que busca concretar un millonario complejo destinado a viviendas, oficinas y comercio.

Cinco años, y la obra aún no se concreta. El estallido social y luego la pandemia golpearon con fuerza a la industria del cemento y el ladrillo, hechos que sumieron al rubro en una de las peores crisis de la historia, con decenas de quiebras de constructoras.

Las condiciones restrictivas hipotecarias y el alza en las tasas de interés han frenado las ventas de viviendas en el país. Esto ha derivado en que las inmobiliarias mantengan un altísimo número de departamentos vacíos que tienen que mantener. En el mercado de oficinas, la situación no es muy distinta, con una alta disponibilidad de espacios para alquiler. Todo esto ha llevado a que las empresas analicen con lupa sus proyectos, y prefieran retrasar sus nuevas iniciativas a la espera de mejores condiciones.

Esto es lo que ha experimentado la inmobiliaria dueña del terreno donde se emplazó el hotel Manquehue en Las Condes.

El proyecto es propiedad de la inmobiliaria Madagascar, cuyos principales accionistas son un fondo de inversión de Sura, con un 48,5%; Empresas Socovesa, ligada a la familia Gras, también con un 48,5%, y Proyecta Gestión, de los empresarios Marcelo Cox y Felipe Gilabert, con un 3%, y que es la sociedad que lleva la gerencia del proyecto.

La iniciativa considera la construcción de cuatro edificios de nueve pisos: dos serán destinadas para oficinas con 9.000 m2 útiles cada una. Las otras dos torres serán residencial, con 207 departamentos de una superficie útil promedio de 65 m2.

Se suma un área comercial de 3.500 m2, ubicada en los primeros pisos y subsuelo de las torres de oficinas y de viviendas.

‘Subdivisión del terreno’

Según antecedentes recopilados por Diario Financiero, el fondo de Sura decidió dejar la inmobiliaria Madagascar (que se creó para desarrollar este mentado proyecto), y sus dos restantes socios están evaluando distintas alternativas para concretar la iniciativa, entre las que se menciona sumar un nuevo socio financista.

Consultada la inmobiliaria, ésta informó oficialmente: ‘El socio Sura manifestó su intención de vender su participación en el proyecto, lo que no se ha materializado a la fecha’.

Y se añadió: ‘Los socios restantes Empresas Socovesa y Proyecta Gestión están evaluando diversas alternativas para llevar adelante el proyecto. Para ello se ha aprobado una subdivisión del terreno original en cuatro lotes que contengan cada uno un edificio, lo que dará mayor flexibilidad en las etapas de desarrollo’.

Desde la inmobiliaria Madagascar se detalló que ‘el proyecto cuenta con todos sus permisos aprobados y vigentes’ y que el monto de inversión asociado (terreno más construcción) se estima en 3,2 millones de UF (unos US$ 131 millones), y que las ventas totales alcanzarían los 4,3 millones de UF netas de IVA (equivalente a US$ 176 millones)

‘Comercialmente se estima que se desarrollarían primero los dos edificios residenciales, para los cuales se ve un mercado atractivo dada la muy buena ubicación del proyecto y la escasez de departamentos de 1 y 2 dormitorios en la zona oriente de la capital, todo esto además cercano a línea de Metro. Los edificios de oficina se desarrollarían a continuación de los edificios residenciales una vez que las condiciones de mercado sean las adecuadas’, dijo Madagascar.

Actores de la industria inmobiliaria afirman, bajo reserva, que la ubicación del proyecto efectivamente es muy atractiva, principalmente por su cercanía al Metro. No obstante, hay quienes recuerdan que solo a unas cuadras hay otra gran obra en carpeta, lo que le metería una presión adicional a Socovesa y a su socio Proyecta Gestión.

Esta otra obra se ubica específicamente en un paño de 7.083 metros cuadrados en la esquina norponiente de las avenidas Manquehue con Apoquindo, donde por años funcionó un supermercado Lider.

El terreno, hasta ahora, es propiedad de la inmobiliaria Indesa, liderada por Felipe Ibáñez Scott (exsocio de la mencionada cadena de supermercados), quien le compró el 50% de la firma a su hermano Nicolás durante el año pasado.

La Dirección de Obras Municipales (DOM) de Las Condes otorgó un permiso de edificación a Indesa, el que considera dos edificios de más de 20 pisos (para 225 departamentos y 72 oficinas) y una placa comercial con 42 locales, todo valorado en US$ 170 millones

Desde hace varios meses, el grupo Urbana -ligado a los hermanos Diego y Andrés Durruty, y que el año pasado sumó como socia a una firma de inversiones estadounidense- negocia la compra del terreno a Ibáñez y así desarrollar ellos la obra.

Maratué: autoridad ambiental aprueba proyecto inmobiliario de US$2.000 millones de familia Lería

La Comisión de Evaluación Ambiental aprobó esta mañana en votación dividida el proyecto de inversión vinculado a la familia Lería en Puchuncaví, Región de Valparaíso.
La Comisión de Evaluación Ambiental aprobó este martes, en votación dividida, el proyecto de inversión vinculado a la familia Lería en Puchuncaví, región de Valparaíso.

La entidad colegiada es presidida por la delegada presidencial de la Región de Valparaíso, Sofía González, y es integrada por los seremis de Salud, Economía, Energía, Obras Publica, Vivienda, Transportes, Desarrollo Social, Agricultura y Minería.

Inmobiliaria El Refugio ingresó a tramitación ambiental el proyecto denominado ‘Desarrollo Urbano Habitacional Maratué de Puchuncaví’ el 14 de septiembre de 2017 y la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Valparaíso (Coeva) otorgó una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable el 29 de julio de 2019.

Sin embargo, opositores al proyecto acudieron al Tribunal Ambiental de Santiago, logrando anular su RCA y retrotraer su evaluación a la etapa de la primera Adenda. Ahora, tras un extenso proceso, el Servicio de Evaluación Ambiental dispuso que la iniciativa sea votada el próximo martes por la Coeva de Valparaíso.

La iniciativa considera una inversión de US$2.000 millones y propone un desarrollo gradual en un plazo de 45 años con un 70% de primera vivienda en respuesta al déficit habitacional y 125 hectáreas de protección ambiental.

En la audiencia el Servicio de Evaluación Ambiental, que había recomendado la aprobación de la iniciativa, detalló que recepcionaron 191 documentos con observaciones ciudadanas. Los principales temas observados fueron el agua potable y el acceso a Playa Luna, entre otros.

La iniciativa trabaja con la oficina de arquitectos especialista en diseño urbano, BL Arquitectos, también sumó a su equipo al estudio del reconocido arquitecto y urbanista internacional Norman Foster y la fundación que lidera, con sede en Madrid, que busca mejorar la calidad de vida en las ciudades. Según han señalado, ‘la perspectiva de BL arquitectos, de Foster y de su equipo contribuyen a abordar el desafío urbanístico y de sostenibilidad que tendrán las ciudades del futuro’.

‘Maratué es un proyecto de integración social que responde al desafío de avanzar en un crecimiento sustentable, ordenado, y planificado, al servicio de las personas. Para esto Maratué combina una vocación en primera vivienda y de protección ambiental que lo hace ser un proyecto pionero’, afirmó Claudia Lería, directora del proyecto Maratué.

El detalle de la votación fue el siguiente: aprobaron la directora regional del SEA, Paola La Rocca; la delegada presidencial de Valparaíso, Sofía González; y los seremis de Energía, Arife Manzur; Economía, Marcelo Arrendondo; Agricultura, Sergio Salvador; Vivienda y Urbanismo, Belén Paredes; Transporte, Edgardo Piqué; y Minería, Jaime Rojas.

Por su parte, rechazaron el proyecto los representantes de Salud, Lorena Cofré; Obras Públicas, Yanino Riquelme; y Desarrollo Social, Claudia Espinoza.

La Seremi de Salud, Lorena Cofré, sostuvo que ‘hemos sido bastante cautos, responsables y rigurosos en la evaluación de este proyecto’. También recordó uno de los oficios enviados por el organismo, en el que se señalaba que la institución no contaba con los antecedentes suficientes para determinar que el emplazamiento de la población en dicho proyecto inmobiliario estaría exento de riesgos para la salud. ‘Nos enfocamos en la normativa sobre contaminación de suelos por arsénico y otros metales pesados. Hasta la fecha, la normativa italiana ha sido la base de nuestra evaluación, por lo que utilizar otro tipo de normativa implicaría que proyectos como Las Salinas, el Plan de Remediación de Montecarlo o Química Andina se evaluaran de manera diferente. Esto implicaría una falta de equidad, ya que todas las personas somos iguales ante el Estado y la ley, y no deberíamos generar un riesgo adicional para la salud humana’.

El Seremi de Obras Públicas, Yanino Riquelme, fundamentó su rechazo en el impacto hídrico que generaría la iniciativa. ‘La empresa Esval no ha anunciado ninguna inversión, ni en el corto ni en el largo plazo, lo que genera incertidumbre. Para poder abastecer de agua a este proyecto, Esval debe extraer agua de la cuenca del Río Aconcagua, pero debido a la magnitud del proyecto, esto se vuelve preocupante. Para asegurar el suministro en las zonas urbanas, ya desde hace varios años ha sido necesario generar una red de distribución de caudales, a veces voluntaria y a veces regulada, lo que ha provocado un enorme estrés en la cuenca’, explicó. Añadió que ‘para alcanzar los volúmenes requeridos, tuvimos que cerrar compuertas, y los caudales en dicha cuenca son insuficientes para soportar la demanda, cubrir los derechos de agua vigentes y garantizar el consumo humano en buena parte de la región. Por lo tanto, basándome en esto, mi voto es de rechazo a la recomendación del servicio’.

En la sesión también participaron dirigentes sociales que expresaron su apoyo al proyecto. Rossana Pérez, del Comité Los Médanos de Campiche, afirmó que ‘este proyecto nos da la oportunidad de tener agua potable y alcantarillado. Queremos seguir donde están nuestros padres, y el proyecto Maratué nos ofrece eso: una vivienda digna. Hay miles de comités que llevan 18 años buscando terrenos’.

Por su parte, Amay Villarroel detalló las precarias condiciones en las que viven debido a la falta de proyectos inmobiliarios: ‘Tenemos que comprar un tarro con agua cada cinco días’.

En paralelo, hubo también entidades que solicitaron el rechazo del proyecto. Marta Aravena, representante de la organización Salvemos Quirilluca, señaló que Maratué ‘es el megaproyecto inmobiliario más grande de Chile y se encuentra en una zona de sacrificio. Hay constantes alertas ambientales por material particulado’. Agregó que el proyecto no fue evaluado correctamente y afecta a especies como aves y bosques.

Efrén Legaspi, vocero de la misma agrupación, añadió: ‘El titular utiliza la normativa italiana de manera engañosa para verificar los niveles de arsénico en el suelo. Se atribuye la responsabilidad de definir cuántos riesgos pueden soportar las personas, cuando esa es una facultad del Estado’.

Ministro Montes en Edifica 2024: “Tenemos que elevar la productividad a través de la digitalización y la automatización”

El titular de Vivienda expuso en el marco de la 23ª versión de la feria organizada por la Cámara Chilena de la Construcción, que tiene como propósito impulsar el desarrollo y productividad del sector avanzando en industrialización, sostenibilidad ambiental e innovación.
Por: Tomás Rodríguez Botto
En la inauguración de la 23ª versión de Edifica 2024, feria organizada por la Cámara Chilena de la Construcción, el titular de Vivienda realizó una intervención para exponer los desafíos que tiene el país en temas de construcción sostenible y en mejorar la productividad de las viviendas, que podrían contribuir al avance en el Plan de Emergencia Habitacional, que a la fecha lleva un 58% de avance.
En ese sentido, el Ministro Carlos Montes, señaló que “estamos muy convencidos de que la industria de la construcción está obligada a innovar y mejorar la calidad y la productividad, esto no es un problema nacional, es un problema mundial.
Tenemos que elevar la productividad a través de la digitalización y la automatización”.
Por otra parte, el ministro evidenció que actualmente se encuentran 5.600 viviendas industrializadas en proceso, y existen 18 modelos certificados.
Eso sí, Montes señaló que “sabemos que todavía tenemos nudos, nudos que estamos tratando de resolver.
Lo que nos cuesta mucho es poner de acuerdo a la producción de viviendas industrializadas con la construcción de las bases, las fundaciones y toda la obra urbana anexa y trabajar en línea”.

Recorte de entre 25 o 50 puntos base en la tasa rectora, economistas optan por cautela

Instan a que se reconstruyan los ahorros soberanos para enfrentar eventuales shocks externos.
Los cinco economistas que integran el Grupo de Política Monetaria (GPM) coinciden en que la política monetaria del Banco Central (BC) debe ir convergiendo hacia la tasa de interés neutral de 4%, aunque difieren en el ritmo. En voto dividido recomiendan que mañana jueves el Consejo del BC opte por una reducción de 25 puntos base, si bien dos integrantes del grupo votaron por reducirla en 50 puntos base, señalando la importancia de ir acelerando esa convergencia.
Por una visión más cauta se inclinaron Eugenia Andreasen, Andrea Tokman y Carlos Budnevich, mientras que Kevin Cowan (recién incorporado al GPM), junto a Juan Pablo Medina, ven espacio para una mayor reducción, dado el descenso de la inflación desde un peak de 14,1% a una cifra en torno a 4%; con expectativas ancladas a la meta de 3% y luego que se han resuelto los desequilibrios macroeconómicos.
Sobre el eventual impacto en el tipo de cambio que podría tener la venta de US$ 1.000 millones que se sacarán del Fondo de Estabilización Económica (FEES), los economistas coinciden en que el efecto es muy acotado, de uno a tres días, apuntando a que es de mayor importancia reconstruir los ahorros soberanos para enfrentar eventuales shocks, poniendo la mirada en el monitoreo del conflicto en el Medio Oriente.
Velocidad de convergencia
Tienen una visión compartida respecto a que la tasa de interés de política monetaria (TPM) actualmente en 5,5%, tiene que converger en el mediano e incluso corto plazo hacia el nivel neutral; que las expectativas de inflación están ancladas y que va convergiendo a la meta. Asimismo que las presiones por el alza de las tarifas eléctricas y el potencial efecto del tipo de cambio o del conflicto en Medio Oriente, serían shocks transitorios que no deberían afectar la inflación en el largo plazo. La actividad económica local se encuentra deprimida lo que reduce presiones de demanda para que siga subiendo la inflación.
Las diferencias estribaron en el peso que cada uno de los miembros del grupo asignaban a distintos factores. Andreasen optó una postura “wait and see” para ver qué pasa con el escenario externo. Su percepción es que los últimos datos de Estados Unidos marcan un proceso de reducción de tasa más lento, en relación a lo que se esperaba hace unas semanas. En el caso de China, estima que los últimos anuncios de apoyo monetario y fiscal no convencen en que puedan llevar a un crecimiento de 5% en esa economía. A su juicio, son factores que pueden impulsar a la baja el precio del cobre y a un alza en el tipo de cambio.
Lo que pesó en la decisión de Tokman es que está viendo hacia adelante una reactivación un poquito mayor del consumo debido al mayor crecimiento económico de EE.UU. del que estaba previsto y al paquete de estímulos de China que refleja que sus autoridades están preocupadas de poner recursos para reactivar la economía y que va a resolver el problema inmobiliario. Un factor que preocupa a Budnevich es el alza que en los últimos tres meses viene registrando la inflación sin volátiles, llegando a una cifra de 3,8% en doce meses y considera que para efectos de la convergencia a la meta, es muy relevante que retome una leve tendencia a la baja. Para Medina, están las condiciones para apurar el tranco de la convergencia hacia la TPM neutral.
Cowan refrendó que el BC ha ganado mucha credibilidad en lo más reciente, con una respuesta muy fuerte y oportuna al shock inflacionario y es un activo que en el ciclo actual se puede seguir utilizando.
TIPO DE CAMBIO
Los economistas coinciden en que la venta de US$ 1.000 millones que se sacarán del FEES tendrá un efecto muy acotado, de uno a tres días en el tipo de cambio.

CONSTRUCCIÓN 3D, CADA VEZ MÁS CERCA DE IMPLEMENTARSE EN CHILE

Actualmente hay diversos proyectos en curso con el uso de esta tecnología que tiene entre sus beneficios un menor impacto ambiental. No obstante, validar la respuesta de las soluciones a los requerimientos sísmicos y contar con una normativa de diseño específica son algunos de los desafíos pendientes.
Hace poco más de una semana se inauguró en Concepción la primera vivienda impresa en 3D del país y Latinoamérica. Bajo el nombre ‘Casa Semilla’, el proyecto desarrollado por la Universidad del Bío-Bío y la inmobiliaria Aconcagua es ‘un hito en la región’, aseguran la Dra. Claudia Muñoz y el Dr. Rodrigo García, académicos de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño e investigadores asociados al Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción de la casa de estudios. Para los expertos, el proyecto refleja avances significativos en el desarrollo de mezclas cementicias optimizadas y ensayos adecuados para la construcción de viviendas adaptadas a las condiciones climáticas y sísmicas del país.

La construcción 3D es uno de los temas centrales que se abordarán desde hoy en la feria Edifica 2024, debido al potencial en torno a esta tecnología y dado que ‘Casa Semilla’ no es la única iniciativa que contempla su utilización en Chile. En paralelo, en Santiago se está desarrollando un proyecto de Construye Zero y el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción -en alianza con Melón y Acciona- cuyo protagonista es un brazo robótico para el desarrollo de este tipo de soluciones y que actualmente ‘está en fase de validaciones técnicas y certificaciones, ensayando muestras impresas de diferentes tamaños en IDIEM’, precisa la gerente general de Construye Zero, Daniela Vásquez.

Aunque estos son los dos más representativos,Vásquez también destaca el trabajo de la Universidad Técnica Federico Santa María en este ámbito, que se encuentra en ‘fases avanzadas del diseño de otra tipología de vivienda’, a lo que añade los avances, en menor escala, de la Universidad Católica para el desarrollo de mezclas que buscan escalar para ser soluciones del mercado.

Beneficios

El siguiente paso para ‘Casa Semilla’ incluye mediciones y monitoreo de su desempeño estructural -con aspectos vinculados a su comportamiento sísmico- y ambiental,’con el objetivo de contribuir al desarrollo de normas de diseño adecuadas que faciliten la masificación futura de esta tecnología’, afirma el gerente general de Aconcagua, Matías Stamm. Asimismo, destaca que los estudios y pruebas para perfeccionar las mezclas de cemento que permitan el uso eficiente de los equipos robóticos de impresión 3D en hormigón están avanzando considerablemente y espera que pronto permitan establecer las condiciones necesarias para que esta tecnología comience a reemplazar las técnicas constructivas tradicionales.

Entre los beneficios, Stamm detalla que se observa una mejora en la eficiencia constructiva, una disminución de residuos y un menor impacto ambiental. Eso, a largo plazo,’se traducirá en una reducción real de los costos de construcción y, por ende, en un mayor acceso a la vivienda para nuestra población’, asegura.

El proyecto liderado por Construye Zero ha impreso 57 piezas.’Algunas de ellas son muros de hasta 2,4 metros de altura que están siendo sometidas a ensayos rigurosos para probar que se ajustan a la exigente normativa sísmica nacional’, detalla el gerente de calidad, sostenibilidad e innovación de infraestructuras de ACCIONA, Flavio Rodríguez. A su juicio, la impresión 3D tiene ‘positivas perspectivas de desarrollo en Chile’, y acota que su uso ‘puede ayudar a reducir hasta en un 60% los tiempos de construcción y elevar la eficiencia de los proyectos’, lo que permitiría acelerar la capacidad de respuesta en la reconstrucción de viviendas e infraestructuras afectadas por desastres naturales o contar con una alternativa para ayudar a reducir el déficit habitacional.

Así, se estima que la masificación de esta técnica ‘podría darse en los próximos años, tomando como referencia las experiencias internacionales y los avances logrados a nivel local’, plantean

Muñoz y García. Una apreciación compartida por Vásquez, quien señala que se trata de una tecnología que cada vez está más cerca de masificarse.

Lo que falta

El líder de productividad de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), José Luis Jiménez, asegura que superar la resistencia al cambio es un elemento clave para avanzar en la adopción de los métodos modernos de construcción.’Hoy, nuestro principal desafío es mejorar nuestra productividad como industria, con un especial foco en la sostenibilidad ambiental’, puntualiza, haciendo énfasis en que la oportunidad de ver directamente cómo opera la impresión 3D, a partir de las experiencias que se presentarán en Edifica 2024,’será relevante para conocer los detalles de la tecnología y masificarla en la industria’.

Para Vásquez, los desafíos tienen que ver con que ‘las soluciones respondan adecuadamente a los requerimientos sísmicos nacionales’ y añade que, en el corto plazo, falta avanzar en la disponibilidad de mezclas validadas y certificadas en el país. De igual manera, Stamm concluye que es fundamental priorizar el perfeccionamiento de la normativa como condición habilitante para el uso de esta tecnología.

Parte Edifica 2024: Reactivación, innovación y sostenibilidad serán los ejes centrales de la feria

Los principales actores del sector de la construcción y del desarrollo inmobiliario tienen altas expectativas para el evento que se inaugura hoy con la presencian de los ministros Carlos Montes, Mario Marcel y Nicolás Grau.
Por Leonardo Núñez
Llegó el día más esperado por los sectores de la construcción y del desarrollo inmobiliario.
Tras largo meses de preparación, a las 11:00 horas de este martes se inaugura de forma oficial Edifica 2024, evento que se desarrollará hasta el 17 de octubre en Espacio Riesco, en Huechuraba.
En el corte de cintas de la feria –considerada la más importante del rubro en Hispanoamérica–, Alfredo Echavarría, el nuevo presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC),  será acompañado por los Ministros de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes; de Hacienda, Mario Marcel; y de Economía, Nicolás Grau.
También estarán presentes la subsecretaria de Vivienda,  Gabriela Valdés, y diversos jefes de división de las mencionadas carteras ministeriales.
Las expectativas en torno a la feria son altas.
“Nos hemos propuesto que esta Edifica sea un impulso importante para la reactivación de nuestra industria”, señaló Alfredo Echavarría, en conversación con nuestro medio, al remarcar los ejes que cruzarán las distintas actividades del evento, en el que la innovación y la sostenibilidad también estarán presentes.
Actores relevantes de la industria esperan anuncios de parte de las autoridades de Gobierno, en línea de resolver problemas estructurales que se arrastran por años, como la falta de incentivos a la inversión privada, la permisología y recuperar certeza jurídica.
Rodrigo Aravena, director comercial de AGS Visión Inmobiliaria, recuerda, por ejemplo, que “a través de diferentes medios y momentos, se le ha insistido al Gobierno que la eliminación del Crédito Especial para Empresas Constructoras (CEEC) fue un golpe al sector inmobiliario, aumentando la carga impositiva para los compradores finales.
Éste empieza a operar gradualmente a partir del próximo año, y todos en el rubro han clamado por una propuesta de reprogramación o derechamente, la anulación de la medida”.
De todas formas, el ejecutivo agrega que, “a modo personal”, no tiene “ninguna expectativa en que ello ocurra” en esta feria.
No obstante, han habido señales en línea con el llamado de la industria a impulsar la reactivación que se notaría con mayor fuerza en 2025, como ocurrió con la reciente prórroga por 18 meses de permisos de edificación que estaban por vencer y que dio respiro a las inmobiliarias.
“Podría ser una ‘inyección a la vena’ de inversión, actividad y empleo si se complementa con medidas que ayuden a bajar el stock de viviendas sin vender”, señaló el nuevo presidente de la CChC.
Edifica es un punto de encuentro para la construcción y toda su cadena de valor.
Este año contará con 600 expositores y con demostraciones y montajes en vivo con foco en el crecimiento sostenible de la industria.
Además, habrá tres espacios temáticos: Plaza de Industrialización y Nuevos Métodos Modernos, Plaza de Innovación y Plaza de Medio Ambiente; en los que se podrán compartir propuestas y conocer los principales avances en tecnología e innovación que ayudarán a mejorar la productividad, sostenibilidad y operación de los proyectos en el país.

Operadores suben a 0,6% estimación de IPC de octubre a causa de tarifas eléctricas

Cerca de 0,4 puntos porcentuales de la variación estimada estaría ligada al efecto de esa alza.
Luego de una baja inflación en septiembre (0,1% de variación mensual), el mercado espera un importante repunte en el décimo mes. Y es que la última encuesta del Banco Central indicó que los operadores financieros elevaron a 0,6% desde un cálculo anterior de 0,5% sus estimaciones para la variación mensual del IPC de octubre.
Antes del sábado 5 de octubre, cuando se publicó el decreto de alza de las tarifas eléctricas, había incertidumbre sobre el momento en que comenzaría a operar el aumento tarifario, explica Tomás Flores, investigador del centro de estudios LyD.
El alza comienza a operar una vez que se publica el decreto. Si se hubiera publicado el 20 de octubre, su mayor incidencia en el IPC se habría dado en noviembre y de haberse publicado el 1 de octubre, habría llevado a un alza de 0,9% en el IPC, estima Flores.
Con la norma legal ya publicada, ahora los operadores apuntan a una variación mensual de 0,6% en el IPC de octubre, en lugar del 0,5% como habían proyectado en el sondeo del 23 y 24 de septiembre. De acuerdo a los cálculos del economista, entre 0,4 y 0,5 puntos porcentuales estarían ligados al alza de las tarifas eléctricas.
Para los IPC de noviembre y diciembre, los operadores apuntan a variaciones mensuales de 0,3% y 0%, respectivamente, ya que en los tres últimos meses del año la inflación suele ser más baja por los productos volátiles, como frutas y verduras, precisa Flores.
Los encuestados continúan previendo una inflación de 3,5% 12 meses adelante y anclada a la meta de 3% dentro del horizonte de dos años de la política monetaria.
Previo a la decisión del Consejo del Banco Central prevista para el jueves 17, los encuestados mantienen su percepción de un recorte de 25 puntos base en la tasa de interés de política monetaria (TPM), quedando en 5,25% y otro de magnitud similar en diciembre, cerrando el año en 5%.
En la misma línea, el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs estimó que el Consejo del Banco Central aplicará un recorte de 25 pb en su TPM. “Esperamos que el Banco Central cumpla con esta trayectoria de corto plazo, que también está en línea con los precios del mercado”, dijo la entidad.
La encuesta indicó además que en enero de 2025 la tasa descendería a 4,75% y a 4,5% en marzo, nivel que mantendría en abril.
Los operadores ya no anticipan un nivel neutral de 4% en la TPM hacia octubre del próximo año, como estimaban en el sondeo anterior. La mediana de los encuestados apunta a una tasa de 4,13% en octubre de 2026.
Las previsiones para el tipo de cambio 7 días adelante se sitúan en $925 por dólar y en $920 por dólar 28 días adelante.

Empresas de la construcción han recortado hasta el 75% de su personal en los últimos cinco años por la crisis del sector

Socovesa, Moller & Pérez Cotapos y Echeverría Izquierdo han bajado su dotación laboral desde 2019. Pero firmas como Besalco y Salfa, que dependen menos del negocio inmobiliario, contratan más.
La crisis en la que está envuelta la industria de la construcción ha golpeado distintas aristas a nivel país. Y el empleo es una de ellas. Según datos de la Cámara Chilena de la Construcción, a agosto de este año existían 729 mil empleados en el rubro, una cifra significativamente menor a la de años anteriores. En noviembre de 2019, por ejemplo, la industria alcanzó un peak de 803 mil trabajadores, lo que refleja una pérdida de más de 74 mil puestos de trabajo.

Y este fenómeno no solo ha afectado a pequeñas y medianas empresas. Las grandes compañías también han tenido que realizar importantes recortes de personal, y en algunos casos alcanzó hasta el 75% de la dotación.

Un ejemplo de aquello es Moller & Pérez Cotapos. Debido a los efectos de la crisis, la firma informó en 2020 el congelamiento de la compra de nuevos terrenos, la postergación del inicio de nuevos proyectos y la readecuación de su planta laboral, que entre 2019 y 2023 bajó de 3.257 a 818 colaboradores (un 75% menos), afectando principalmente al área de construcción.

También está el caso de Socovesa.

Según las memorias anuales de la empresa, la compañía cerró 2023 con una plantilla total de 4.322 empleados, lo que se compara desfavorablemente con los 6.155 colaboradores de 2022 (un descenso de 30%). Y el panorama es mucho más desalentador respecto a 2019, período en el cual la firma tenía una dotación de 6.613 colaboradores.

Además, a principios de este ejercicio Socovesa realizó una revisión profunda de su estructura. Fue así como la compañía desvinculó a 54 trabajadores, incluidos cuatro gerentes de primera línea.

Finalmente, Echeverría Izquierdo también disminuyó su planta laboral debido a la crisis. El gerente general de la compañía, Pablo Ivelic, recalcó que al cierre del segundo trimestre de 2024 la fuerza laboral contratada por Echeverría Izquierdo fue de 10.110 colaboradores, un 11% menos que en 2023. Mientras que en 2019 la empresa contaba con 11.014 empleados.

‘No se trata de desvinculaciones sino de la imposibilidad de otorgar continuidad laboral a los trabajadores que terminan un proyecto porque no se están iniciando la misma cantidad que los que se terminan. Por lo que, en los primeros seis meses del año, hemos disminuido en 1.251 puestos de trabajo’, enfatizó Ivelic, agregando que ésta sería la primera disminución de trabajadores de la firma vinculada a la crisis.

Brotes verdes

Para este ejercicio, la perspectiva de las constructoras son mejores. Moller explicó que el proceso de recorte de personal terminó en 2023, y enfatizó que durante 2024 han estado fichando nuevos colaboradores, vinculados a nueve proyectos inmobiliarios y cinco desarrollos hospitalarios, obras que implicarán la contratación de cerca de 980 trabajadores.

‘Los resultados de las medidas fueron positivos y, por ejemplo, en los últimos tres años hemos disminuido un 60% el stock inmobiliario, con una tasa de desistimiento este primer semestre de 9,4%, significativamente menor al 24% promedio de la industria en el mismo período’, indicó la compañía.

Asimismo, Socovesa cerró el primer semestre con signos de recuperación en la mayoría de sus indicadores financieros, y el monto de pérdida de la empresa se redujo.

Por su parte, el gerente general de Echeverría Izquierdo detalló que, en virtud de las obras contratadas y la actividad de los próximos meses,

no vislumbran disminuciones adicionales de puestos de trabajo.

Alza de trabajadores

Pero no todas las empresas del sector han tenido que recurrir a esa medida. Es más, en algunas circunstancias la dotación de personal se ha ido incrementando, como es el caso de Besalco. En 2019 esta compañía contaba con 15 mil trabajadores, y al cierre de 2023 este número alcanzó los 20.220, un alza de 35%. Fuentes de la empresa indicaron que el fundamento que ha permitido mantener estable la dotación en estos últimos años ‘se encuentra en la relativamente baja exposición de la empresa al mercado inmobiliario chileno y a su diversificación de negocios’.

Además, destacaron que para el presente año tampoco tienen considerada una reducción de personal, debido a que la empresa cuenta con una importante cartera de proyectos en desarrollo, que incluyen obras civiles para mandantes del sector minero e industrial, entre otros.

‘Lo anterior, no implica desconocer que el sector inmobiliario y de construcción vive un momento muy complejo, fundamentalmente por las restricciones del acceso al crédito y las dificultades de las empresas de estos rubros para acceder a los permisos que requieren para desarrollar sus proyectos. Estamos conscientes que la situación de Besalco es particular, fundamentalmente gracias a la confianza que nuestros clientes han depositado en nosotros’, señalaron las fuentes.

SalfaCorp también entra en este saco. La firma cerró 2019 con 11.955 trabajadores, mientras que a junio de 2024 la empresa contaba con 19.683 colaboradores, lo que representa un alza de 65%.

Consultada al respecto, Salfa detalló que el total de colaboradores de la compañía varía dependiendo del tamaño del backlog y la ejecución planificada para el año.

Las fallas detrás del pinchazo que sufrieron los grandes fondos inmobiliarios chilenos

Los analistas han llamado “la tormenta perfecta” a la combinación de estallido y pandemia que exacerbó la vacancia de oficinas, comercios y edificios, sumado a un alza de tasas que encareció los costos financieros de un momento a otro. Pero también hubo una serie de errores evitables, señalan.
“Únicamente cuando la marea baja, descubres quién ha estado nadando desnudo”. La frase, acuñada por el famoso inversionista Warren Buffett, hoy por hoy está aplicando a un activo financiero en particular: los fondos inmobiliarios.
Es que la seguidilla de eventos del otrora “activo estrella” en Chile ha sido notoria: a principios de mayo se conoció que uno de los grandes fondos del mercado local, Toesca Rentas Inmobiliarias, no había conseguido el objetivo de alinear a la totalidad de sus aportantes para renovar el plazo de duración del fondo que ya vencía. Ante ello, se decidió su liquidación, ya que los partícipes que preferían salir del vehículo superaron el 5% del total. Luego se supo que el fondo inmobiliario más grande de Banchile también tenía problemas para extender su plazo de duración y, finalmente, tampoco pudo convencer a los inversionistas. A su vez, y entre otros casos, el único activo del fondo Renta Inmobiliaria JDA700 Perú, de la misma intermediaria, se encuentra en plena subasta.
Hay bastante consenso en que parte del shock que sufrió esta clase de activo se debió al estallido y una pandemia que eran bastante imprevisibles. No obstante, varios analistas también coinciden en que hay errores y lecciones que sacar al respecto.
“Si uno se fija, por ejemplo, en el fondo de Independencia, que es el que tiene más historia y flujos, sus cuotas se transaban con un 50% o 60% de valor superior al de sus activos propiamente tal”, dice Fernando Montalva, gerente de Negocios de MBI. “Entonces, era un mercado que estaba muy caliente antes de este shock: las cuotas se ofrecían y se vendían sin problemas, pero eso se sinceró de 2019 hacia adelante”, añade. Explica que este y otros fondos de alto peso pasaron de tener premios a tener descuentos de hasta 40%, “en un escenario de tasas altas en el que había otros activos líquidos que ofrecían mejores rendimientos. Fue entonces cuando esa liquidez que tenían estos fondos se limpió, dejó de existir”, indica.
“Por mucho tiempo, los inversionistas no sopesaron la liquidez o iliquidez de los activos subyacentes de estas inversiones, y confiaron en que el mercado de capitales seguiría siendo lo suficientemente profundo”, dice Hugo Aravena, presidente de CFA Society Chile. “Y muchos pensaron que habiendo propiedades detrás había menos riesgo, por lo cual la lección que hay que sacar es que el valor de la liquidez es muy grande”.
Tormenta perfecta
Los analistas han llamado “la tormenta perfecta” a la combinación de estallido y pandemia que exacerbó la vacancia de oficinas, comercios y edificios, sumado a un alza de tasas que encareció los costos financieros de la industria inmobiliaria de un momento a otro. Pero también hay otros elementos en la ecuación: inversionistas que no calcularon el riesgo de estos activos alternativos; la errónea percepción de que son activos líquidos debido a que se transaban como pan caliente en bolsa y una débil comunicación de estos riesgos a inversionistas de menor tamaño por parte de administradoras. Son parte del cóctel que tiene a muchos inversionistas queriendo salir de estos instrumentos que, en pocos años, pasaron de ser los más apetecidos a los más castigados en el mercado.
Según Aravena, muchos inversionistas invirtieron en estos fondos sin la real perspectiva de que iban a permanecer en el vehículo hasta su cierre, confiando en que podrían vender las cuotas del fondo en el mercado secundario. Pero “no se trata de un fondo mutuo, en el que vas a la administradora y te compran las cuotas: con el escenario pospandemia, eventualmente, tendrás que quedarte en el fondo hasta que expire, y ahora eso sí representa un verdadero problema para esos inversionistas”, indica.
Para Natalia Aránguiz, gerente de Estudios de Aurea Group, los nuevos costos financieros y la vacancia de edificios configuraron un escenario complejo y muy difícil de prever.
No obstante, Aránguiz asegura que también hubo una mala gestión del riesgo asociado a este tipo de activos. “En general, yo nunca recomiendo que una cartera esté compuesta por más de un 5% de activos alternativos, e incluso, un 3%, porque por definición son bastante riesgosos por su iliquidez, y eso que ni siquiera estoy hablando de activos inmobiliarios, sino que de alternativos en general”, dice. Y añade que “claramente hubo problemas en la toma de riesgo. Hubo mucha inversión en activos en verde, hubo fondos que invirtieron en activos que tenían un solo arrendador (o muy pocos) y se cerraron contratos muy riesgosos”.
Asimismo, recuerda que “antes de la pandemia estuvimos muchos años con tasas bajas; cuando ello ocurre, el inversionista no exige un rendimiento tan alto a los activos, pero cuando el dinero se encarece, el inversionista se empieza a preocupar y un 8% de rentabilidad ya no te sirve”.
Y en cuanto al precio, “probablemente había algunos activos que estaban sobrevalorados, pero al mismo tiempo eran los precios del mercado; entonces, al final del día y bajo toda esta suma de factores, algunos fondos están administrando mejor que otros”, señala Aránguiz.
Alejandro Valenzuela, socio de Quest Capital Chile, agrega que tras la pandemia hubo un alza generalizada en los costos de los insumos de construcción, además de las demoras en la recepción de las obras de desarrollo inmobiliario. “Cada mes que espera un proyecto por estas aprobaciones, en el contexto pospandemia, es un mes pagando deuda a tasas muy altas. Además, esto influye en el stock: al ir creciendo debido a la falta de demanda, es cada vez más difícil vender estos activos inmobiliarios”.
Respecto a la liquidez de los activos, y a la comercialización de los fondos, Valenzuela plantea que “los fondos de activos alternativos son por definición no rescatables, pero puede que algunas administradoras ofrecieran cierta rentabilidad con base en rendimientos pasados, dando cuenta de cierta liquidez en el sentido de que siempre hubo inversionistas que querían exponerse a estos activos”. “Luego del alza de tasas y los problemas pospandemia, se generó exactamente el efecto contrario, que ya no quedan inversionistas dispuestos a transar estas cuotas en el mercado”.

Las tasas de interés serán más altas en el futuro, sobre todo si Trump es presidente

Grandes recortes de impuestos, sumados a una elevada deuda federal y a una política menos fácil de la Fed podrían crear las condiciones perfectas para una subida de los tipos de interés. Tanto la vicepresidenta Kamala Harris como Donald Trump han propuesto gastos suntuosos y recortes de impuestos que aumentarían mucho la deuda, ‘pero está claro que la agenda de Trump sería significativamente peor que la de Harris’, dijo Maya MacGuineas, presidenta del CRFB.
Hace tres semanas, la Reserva Federal (Fed) redujo su tasa de interés a corto plazo en medio punto y señaló que se producirían más recortes. Sin embargo, tras ello, los inversores han empujado el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años hasta el 4%, el más alto en dos meses.

¿Por qué suben las tasas a largo plazo mientras bajan las de la Reserva Federal? La Fed fija las tasas de interés para el futuro inmediato. Los inversores apuestan por la trayectoria de esos tipos durante la próxima década. Y por dos razones es probable que los tipos de interés sean más altos, quizás mucho más altos, en la próxima década que en la anterior.

Una de esas razones es relativamente benigna. La inflación y el crecimiento económico no serán tan bajos como antes de la pandemia. La segunda razón es mucho menos benigna. La deuda federal se encuentra en una senda insostenible, que podría volverse aún más peligrosa tras las elecciones, especialmente si gana el expresidente Donald Trump y los republicanos se hacen con el control del Congreso.

Hace más de un año, la Reserva Federal elevó su tasa de interés a su nivel más alto en 20 años, entre el 5,25% y el 5,5%, para asegurarse de que la inflación no se mantuviera por encima de su objetivo del 2%, aunque ello supusiera provocar una recesión. En septiembre, la inflación se acercaba al 2%. El recorte de medio punto indicaba que la prioridad de la Reserva Federal era ahora proteger el mercado laboral.

Entonces, el informe de empleo de septiembre de la semana pasada cambió de un plumazo la imagen del mercado laboral, que pasó del deterioro a una salud ‘robusta.

El giro de la Reserva Federal, y los datos de empleo, redujeron drásticamente las expectativas de los inversores de una recesión que obligaría al banco central a recortar drásticamente los tipos de interés durante el próximo año. Esto por sí solo merecería unas tasas a largo plazo más altas.

Mientras tanto, es posible que el crecimiento económico alcance un ritmo sorprendentemente rápido de 2,8% en los últimos cuatro trimestres. Eso sugeriría que la economía se ha vuelto menos vulnerable a la subida de las tasas de interés. En la jerga de los economistas, el ‘tipo de interés neutral’, que mantiene estables la inflación y el desempleo, parece haber aumentado. En diciembre, los funcionarios de la Reserva Federal pensaban que la tasa neutra era del 2,5%. En septiembre, la habían elevado al 2,9%, y algunos funcionarios la habían situado en el 3,5% o más.

Por sí solo, un tipo neutral más alto no es motivo de preocupación (aunque quizá no si se trata de conseguir una hipoteca), porque indica una vuelta a la normalidad.

Pero en combinación con la creciente deuda federal, podría causar problemas. Desde 2007, la deuda federal ha pasado del 35% del Producto Interno Bruto (PIB) al 98%. Gran parte de esto fue resultado de la crisis financiera de 2008-09 y del Covid-19. El endeudamiento no ejerció mucha presión al alza sobre los rendimientos de los bonos, porque la inflación y la tasa neutral eran muy bajas. Las bajas tasas, a su vez, hicieron que la deuda fuera relativamente fácil de sostener.

Sin embargo, en el pasado ejercicio fiscal, Washington pidió prestados US$ 1,8 billones. Alcanzando un 6,4% del PIB, se trata de un récord fuera de guerras, recesiones o crisis como la pandemia. El gasto en intereses no deja de aumentar. La Oficina Presupuestaria del Congreso prevé que, con la ley actual, la deuda pública alcanzará el 122% del PIB en 2034.

El efecto sobre las tasas de largo plazo ha sido prácticamente invisible hasta ahora. Puede que se haga más visible dentro de poco.

Tanto la vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata a la presidencia, como Trump, su oponente republicano, han propuesto gastos suntuosos y recortes de impuestos que aumentarían significativamente la deuda.

El Comité no partidista para un Presupuesto Federal Responsable ha sumado heroicamente todas sus promesas y pagos. Su estimación de referencia del impacto de la deuda: US$ 3,5 billones para Harris, US$ 7,5 billones para Trump, de 2026 a 2035.

‘Ninguno de los dos tiene nada parecido a un plan para hacer frente a la deuda global, pero está claro que la agenda de Trump sería significativamente peor que la agenda de Harris’, comentó Maya MacGuineas, presidenta del CRFB (Comité para un Presupuesto Federal Responsable).

Hay amplias bandas de incertidumbre en torno a ambas estimaciones. Trump, en particular, lanza regularmente nuevas propuestas con pocos detalles o explicaciones sobre cómo se pagarán.

Sin embargo, sería un error tachar los planes de Trump de poco serios. No sólo son más costosos que los de Harris, sino que también es más probable que se promulguen.

El Presidente Biden y Harris no tuvieron ningún reparo en endeudarse para financiar sus prioridades de gasto. Aún así, si Harris se convirtiera en presidenta, los republicanos son los grandes favoritos para recuperar el control del Senado, donde probablemente bloquearían la mayoría de sus costosos planes de gasto (El partido que gane la Casa Blanca probablemente ganaría el control de la Cámara de Representantes). Incluso dentro de su propio partido, Harris no cuenta con la lealtad personal que Trump tiene con el suyo.

‘La probabilidad de que Harris consiga lo que quiere es mucho menor que la probabilidad de que Trump consiga lo que quiere, porque ella no tendrá el impacto sobre los demócratas que él tiene sobre los republicanos’, señaló Bob Corker, exsenador republicano por Tennessee.

Bajo la influencia de Trump, la deuda ha ido retrocediendo como prioridad para los republicanos. Desterró cualquier posibilidad de recortar las prestaciones de la Seguridad Social o Medicare, los dos principales motores del déficit a largo plazo.

Gran parte de la rebaja fiscal que promulgó en 2017 expira a finales de 2025, lo que prepara un nuevo proyecto de ley fiscal a principios del mandato del próximo presidente. Trump quiere hacer permanentes sus disposiciones, lo que podría costar unos US$ 4 billones en 10 años, sin incluir sus otros recortes fiscales propuestos. Aunque Trump no consiga todo lo que quiere -revocar los impuestos sobre las prestaciones de la Seguridad Social es una exageración-, podría conseguir mucho.

Puede que entonces los inversores empiecen a prestar atención. Los rendimientos de los bonos británicos subieron en septiembre de 2022 por un plan del gobierno para recortar los impuestos, posteriormente abortado, porque en ese momento el Banco de Inglaterra también estaba luchando contra la inflación.

No hay forma de predecir el impacto, si es que lo hay, en las tasas de interés estadounidenses. La investigación ha descubierto que los rendimientos de los bonos suben entre 0,01 y 0,06 puntos porcentuales por cada 1% del PIB que aumenta la deuda, según un análisis recogido en un reciente documento de la Reserva Federal. Cuando estas estimaciones se aplican a los distintos escenarios de deuda del CRFB para 2036, podrían suponer entre 0,25 y 2 puntos porcentuales.

También influyen otros factores. Una inflación más alta agravaría el impacto del déficit en los tipos de interés; una inflación más baja, la demanda de bonos por parte de una población que envejece o el pánico de los inversores, lo suavizarían.

Y sin embargo, la deuda estadounidense está entrando claramente en territorio desconocido. Un estudio reciente del Penn Wharton Budget Model sugería que, aunque Estados Unidos controla su propia moneda, su deuda se haría insostenible al acercarse al 175% del PIB. Aún no hemos llegado a ese punto, pero como muestran los escenarios poselectorales del CRFB, en la próxima década podríamos estar acercándonos.

Dijo Corker: ‘Para los que esperan aunque sea un mínimo de responsabilidad fiscal, recen por un Congreso dividido’.