Las cifras totales del Banco Central mostraron un marzo en rojo

El reporte del ente emisor mostró que el surgimiento de firmas registró una caída anual de 13,7% en marzo, siendo el peor resultado desde diciembre de 2022.
La creación de empresas está registrando un complicado inicio de año. El reporte de Indicadores de Dinámica de Empresas (IDE) del Banco Central, informó este miércoles que la creación de firmas registró una caída anual de 13,7% en marzo, siendo el peor resultado desde diciembre de 2022 (-14,4%). Con esto, el índice suma cuatro meses en rojo. En total, 10.222 empresas nuevas entraron al mercado en el tercer mes del año. A su vez, un total de 721.814 declaró ventas en el mes, lo que significa un alza interanual de 1,9%.

A modo de contexto, este indicador se elabora con información del Formulario 29 del Servicio de Impuestos Internos (SII), el cual contiene las declaraciones mensuales de impuestos de las unidades legales que operan en Chile.

En el caso de las firmas nuevas, por tamaño, 8.618 son microempresas, 1.476 pequeñas, y las medianas y grandes 99 y 29, respectivamente.

Por sectores, el que más aportó al total fue el comercio, con una creación de 3.507 nuevas sociedades. Le siguen los servicios personales con 1.492 nuevas empresas y servicios empresariales con 1.109.

Los rubros que menos suman son actividades inmobiliarias (156), EGA y gestión de desechos (59) y minería (36).

Del total de las firmas que declaran ventas, casi 450 mil corresponden a microempresas, mientras que solo 12.527 son grandes empresas. A su vez, el rubro que más contribuye es el comercio (283.729), mientras que la minoría son pertenecientes a la industria minera (2.155).

Clapes UC: diciembre de 2023 fue el peor momento para conseguir un hipotecario

Los especialistas esperan que las condiciones mejoren en los próximos trimestres, pero las tasas de interés no volverán a los niveles de 2019.
Un análisis del centro de estudios Clapes UC revisó cómo el acceso a la vivienda en nuestro país. Construyó el Índice de Acceso de la Vivienda (IAV), una herramienta que sirve para saber si una familia promedio sería elegible para un préstamo hipotecario. El análisis mostró que el cuarto trimestre de 2023 fue el momento más desfavorable para pedir un crédito hipotecario. El estudio concluyó que el segundo trimestre del año 2004 fue el periodo más favorable para pedir un crédito.

En dicho momento una persona tenía los ingresos necesarios para calificar a un préstamo convencional que cubre el 80% de una casa. Hermman González, coordinador macroeconómico de Clapes UC, dice que esto se explica principalmente porque el Índice de Remuneraciones (IRR, construido en base a datos del Banco Central) presentó un mayor valor que el Índice de Precios de Viviendas (IPV) de casas y departamentos usados. En el último trimestre del año pasado, cuando se detectó la mayor dificultad, la tasa de interés hipotecaria se situó en 5%: la mayor reportada desde el primer trimestre de 2009. A su vez, se identificó que el nivel de precios de las casas y departamentos usados es de los más altos reportados.

Cuestión de precios

El analista asegura que lo que ha pasado en los últimos 20 años es una combinación de varios factores; el primero, el alto ritmo de crecimiento del precio de las propiedades. ‘El precio subió mucho más que las remuneraciones (los ingresos reales crecen a una tasa promedio anual de 0,5% desde 2020). Y eso tiene que ver con el aumento de costos en la producción de las viviendas. También responde al alza de precio de los materiales y también del suelo. Por otro lado, el fenómeno migratorio ha generado una demanda adicional por vivienda que ha presionado los precios al alza’, explica González. Otro elemento importante es el aumento que han tenido las tasas hipotecarias, sobre todo en estos últimos años. ‘A mediados de 2019 también tuvimos un buen momento respecto a las tasas de interés, ya que las condiciones financieras eran muy positivas. Las tasas llegaron a un mínimo de 2%.

Pero lo que tuvimos después de eso fue el estallido social, pandemia y retiros de fondos previsionales. Todo ello presionó el alza de las tasas de interés de los créditos hipotecarios’, revela. Una opinión similar tiene el doctor en Business Administration Santiago Truffa, académico del ESE Business School de la Universidad de los Andes: ‘Las propiedades en 2004 tenían un nivel de precios muy bajo. Por lo tanto, la gente no estaba muy afligida en pagar un dividendo. No era algo prohibitivamente caro por el nivel de precios que tenían las viviendas’. El tema, según Truffa, es que los precios de los inmuebles aumentaron a una velocidad más rápida de lo que crecen los salarios. ‘Lo que uno necesita ganar para comprar una casa es cada vez un porcentaje mayor. Y eso significa que su capacidad de crédito va de a poco limitándose’, complementa. Álvaro Acosta, director de finanzas corporativas de la consultora Open- BBK, aporta que los precios de las propiedades en diez años han pasado a costar en promedio 53% más.

‘Es decir, una vivienda que en 2013 costaba 1.000 UF, diez años más tarde cuesta 1.530 UF’, precisa. Una de las causas que menciona tiene que ver con los cambios impositivos aplicados en 2016, que establecieron que la venta de propiedades estará afecta a IVA. También menciona que las tasas hipotecarias durante el 2013 y 2019 estuvieron históricamente bajas, cerca del 4%. ‘Esto incentivó y dinamizó el mercado inmobiliario. Fue muy común ver a empresas que compraban unidades y las vendían en paquetes a inversionistas. Todo esto produjo un alza en los precios’, profundiza.

Mejores condiciones

González cree que las condiciones de acceso a la vivienda van a ser mucho mejores en los próximos trimestres, aunque no esperan que la situación vuelva a ser como en 2019. ‘Eso es porque los retiros de fondos previsionales generaron un daño permanente al mercado de capitales, que es donde se produce el financiamiento para los créditos hipotecarios. Eso es algo que no se va a recuperar en el corto plazo’, enfatiza. Por otro lado, las tasas de interés de los créditos hipotecarios dependen de las condiciones internacionales.

‘En Estados Unidos tenemos una situación de persistente déficit fiscal, donde se creen que las tasas se van a mantener altas por más tiempo (para controlar la inflación)’, añade. Por otro lado, que la demanda esté contenida y se genere un exceso de stock de viviendas, debiera permitir que los precios no sigan subiendo con la fuerza que crecieron en los últimos años. ‘Vemos espacio para mejores condiciones en lo que resta de este año’, analiza el académico.

Firmas mantienen expectativas de IPC a 24 meses pero ven al dólar como factor de alzas

Las empresas mantienen sus expectativas de inflación a 12 meses, pero las disminuyeron en un horizonte de 24 meses, según mostró este martes la Encuesta de Determinantes y Expectativas de Precios (EDEP) realizada por el Banco Central.
En concreto, la mediana de las expectativas de inflación de las empresas para los próximos 12 y 24 meses se mantiene en 4 y 3,5% respectivamente.
Por otro lado, los precios de venta de las empresas están en torno al valor neutral. Los niveles de venta y márgenes de ganancia mantienen variaciones similares al trimestre anterior, y la disponibilidad de insumos no presenta variaciones notorias, mientras que los costos mantienen velocidades de aumento similares.
En cuanto a qué influye en los precios de los productos o servicio principal de las empresas, estas mencionan que sus ajustes de metas de ganancia no ejercen presiones sobre sus precios, mientras que sus ventas han comenzado a presionarlos levemente. Además, ven una mayor presión que sus costos ejercen sobre los precios.
El tipo de cambio sigue siendo el principal factor que empuja los precios al alza, con un un incremento importante respecto al sondeo previo.
En relación con las expectativas, las empresas estiman una mantención de los costos en los próximos 12 meses. También se incrementa el porcentaje de empresas que esperan un avance de precios de ventas en ese mismo plazo.
Este sondeo realizado por el ente rector indaga en las dinámicas de fijación de precios de las empresas y sus expectativas económicas, incluyendo sus estimaciones de inflación a 12 y 24 meses.
El Banco Central precisó que esta encuesta corresponde a información recogida en febrero, marzo y abril de 2024.

Reducir el impuesto corporativo a 23% dejaría a Chile con tasas menores que EEUU y China

Datos de Tax Foundation aterrizan cómo se han movido la tributación a las utilidades en el mundo, en las últimas cinco décadas.
La discusión tributaria por estos días está centrada en el Senado, donde la comisión de Hacienda de dicha corporación se encuentra tramitando el proyecto que refuerza el cumplimiento de las obligaciones impositivas de los contribuyentes, el pilar principal del denominado pacto fiscal y con el que el Gobierno espera recaudar un 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB).

Dicha propuesta es además objeto de negociaciones entre el ministro de Hacienda, Mario Marcel, y los senadores de la comisión del ramo, además de estar en la etapa de audiencias (ver nota relacionada).

Sin embargo, está la opción un proyecto adicional que el Congreso está mirando de reojo. A más tardar en septiembre, Teatinos 120 presentará una iniciativa de ley con modificaciones al régimen de renta, que considera incrementos al tributo personal y reducciones a las tasas que gravan las utilidades corporativas.

El ministro Marcel se abrió a la posibilidad de aplicar un ajuste mayor al gravamen de Primera Categoría, que afecta a las utilidades corporativas, hoy ubicado en un 27%.

En la propuesta original del Ejecutivo, se apuntaba a reducirlo a 25%, pero en los últimos días mostró su disposición a ajustarla incluso más, llegando a un 23%, como ha propuesto la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).

En la actualidad Chile tiene una tasa a las ganancias empresariales que la ubica en niveles similares a Corea del Sur e Italia, pero una reducción de cuatro puntos porcentuales llevaría el guarismo a estar por debajo de varios países referentes para Chile.

Según un informe de Tax Foundation, que sistematiza el comportamiento de las tasas de impuesto corporativo en las últimas dos décadas en países miembros y no integrantes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), Chile tendría un tributo corporativo más bajo que naciones como Canadá, Francia, Estados Unidos, Bélgica, China, Panamá, España y Reino Unido.

Asimismo, de producirse la disminución, quedaría en el mismo nivel que las Islas Vírgenes Británicas, Israel y Egipto (ver tabla).

Chile contracorriente

El informe del think tank estadounidense con sede en Washington calcula que en las últimas cinco décadas, el mundo ha migrado hacia una fuerte reducción en las tasas que gravan las utilidades corporativas, siendo Chile algunos de los pocos países que fueron en el sentido contrario.

Por ejemplo, en 1980, el promedio de las tasas a las utilidades corporativas era de 40,18%. Mientras que más de 40 años más tarde, en 2023, la media bajó a 23,45% al considerar 181 jurisdicciones.

El año pasado, 13 jurisdicciones modificaron su tasa empresarial, con seis aumentándola (Marruecos, Emiratos Árabes Unidos, Sri Lanka, Turquía, Bielorrusia y el Reino Unido), mientras que las reducciones provinieron desde Guinea, Sudáfrica, Bangladesh, Corea del Sur, Austria, Aruba y San Vicente y Granadines.

Desde 2010, Chile ha incrementado en 10 puntos porcentuales su tributo empresarial, pasando de 17% a un 20% en una primera etapa y luego de 20% a 27% con al reforma tributaria del 2014.

Desarrollo País compra terreno y crece en su plan de terminales de buses por US$ 118 millones

La empresa estatal ya posee 16 recintos —de un total de 25 que pretende—, que estarán disponibles para el sistema de transportes de Santiago y regiones.
Como un proveedor clave de terminales de buses para el sistema de transportes capitalino y de regiones se está consolidando la empresa estatal Desarrollo País, que nació bajo el nombre de Fondo de Infraestructura. Esta firma también se ha convertido en un brazo digital —lidera el Cable Humboldt— e inmobiliario del Estado.
El último paso en infraestructura para el transporte que dio Desarrollo País —controlada por el fisco— fue la compra de un terreno de 30.000 metros cuadrados, ubicado en la comuna de San Bernardo. Se trata de una propiedad que perteneció a la fábrica de espumas Faval, cuyas instalaciones se quemaron en 2021. Esa firma luego entró en una fase de liquidación judicial.
La adquisición del sitio involucró 96.000 UF, cerca de US$ 4 millones, y contó con la asesoría de BMI Servicios Inmobiliarios.
“Durante el proceso de venta se generó un alto interés por tratarse de un terreno estratégicamente emplazado en un polo industrial consolidado en San Bernardo, con buena accesibilidad”, comentó Felipe Silva, subgerente comercial de BMI. Señaló que también se interesaron operadores de centros de bodegajes y parques logísticos.
Objetivos
Patricio Rey, gerente general de Desarrollo País, explicó que “la adquisición de este terreno se enmarca en la línea de proyectos de terminales urbanos que trabaja Desarrollo País. Esta iniciativa busca proveer de terminales al sistema de transporte público, garantizando su disponibilidad y permitiendo que los recorridos sean licitados en igualdad de condiciones, eliminando las distorsiones inmobiliarias actuales”.
Con esta compra, la entidad estatal ya posee 16 terminales, 14 de ellos en la Región Metropolitana y los otros están en La Araucanía, en Villarrica.
La firma tiene en carpeta llegar a 25 recintos bajo su propiedad, con una inversión total cercana a los 2,89 millones de UF, aproximadamente US$ 118 millones —al tipo de cambio actual–, que espera completar al cierre de este año. Desarrollo País financia estas inversiones con deuda y aportes de capital.
Sobre la relevancia de contar con terrenos estatales para terminales, Rey comentó que “se busca que la selección de los operadores se base en parámetros de servicio y eficiencia en costos, no en su localización. Asimismo, generamos infraestructura urbana de calidad destinada tanto al funcionamiento y operación de los terminales de buses, requeridos por el sistema, como a la consolidación de ejes de transporte urbano, con puntos de interconexión vial, por medio del acople de diferentes modos de transportes (interurbanos, metro, rural)”.
El ejecutivo añadió que “iniciamos nuestro trabajo con el DTPM (Directorio de Transporte Público Metropolitano) en la adquisición de terminales existentes, y ahora ampliamos a la compra de terrenos para el diseño y construcción de nuevos recintos”.
San Bernardo
El nuevo terreno de San Bernardo podría convertirse en un terminal para buses convencionales, eléctricos o un recinto híbrido, señaló Rey. “Eso dependerá de la licitación que tiene en curso el Ministerio de Transportes”, precisó.
Tras la compra del sitio, el proyecto contempla la licitación de las obras de diseño y acondicionamiento del lugar. “Una vez habilitados, los terminales serán arrendados al Ministerio de Transportes, el cual los cederá a los operadores correspondientes mediante comodato”, explicó.
El terreno de San Bernardo está en proceso de limpieza y desarme de estructuras, ya que quedó con instalaciones dañadas por el incendio en la fábrica que operó ahí. El lugar podría albergar a más de 100 buses.
“En esta etapa, estamos trabajando con una empresa de reciclaje que está desarrollando una faena de desmantelamiento de los galpones. Está haciendo retiro de los materiales y limpiando el sitio para reutilizar los elementos que se puedan rescatar de la exfábrica, para que sea un proceso sostenible y el terreno quede habilitado para uso futuro de forma segura y genere un mínimo impacto ambiental. El proceso de reciclaje incluye la reforestación para mitigar la huella de carbono”, detalló Patricio Rey.

Confianza empresarial se mantiene en terreno pesimista pese a leve mejora en construcción e industria

En mayo, el índice avanzó 1,22 unidades hasta alcanzar un nivel de 45,29 puntos. Sin embargo, el único sector que presenta niveles positivos de confianza es la minería.
La confianza empresarial en la economía repuntó marginalmente durante mayo, pero no logra salir del terreno pesimista que ocupa desde febrero de 2022. De acuerdo al Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE), que elaboran Icare y la Universidad Adolfo Ibáñez, la percepción respecto del mes pasado mejoró en 1,22 puntos y se ubicó en 45,29 unidades. Sin embargo, con este resultado, las expectativas empresariales globales completaron 27 meses consecutivos en zona negativa (por debajo de 50 puntos).
El mejor resultado de este mes estuvo impulsado por un mayor optimismo en la industria, que avanzó 1,49 puntos y alcanzó 42,91 unidades, pero principalmente por la construcción, donde el subíndice aumentó 4,25 puntos. En contraparte, la minería (64,14 puntos) y el comercio (48,15 puntos) fueron los dos sectores que presentaron leves descensos en relación con el mes previo, de 0,24 y 0,34 puntos, respectivamente.
El IMCE se construyó mediante la aplicación de 255 encuestas, correspondientes al 36,8% de la muestra referencial. La mayor cantidad de respuestas estuvo en el sector industrial (94), seguido por el comercio (81), la construcción (39) y la minería (11).
Impulso minero
Pese a su retroceso mensual, el sector minero lidera con distancia entre las industrias de mayor confianza en el país. De hecho, al observar el comportamiento del IMCE sin el componente minero, se ubica apenas por encima de los 40 puntos.
La confianza en la minería se ubicó en mayo por encima de su promedio histórico y sobre el nivel que exhibía hace 12 meses (62,82 puntos), con un avance de 8,6 puntos en la percepción sobre los niveles de producción y de 6,2 unidades sobre la situación general de la empresa.
Las expectativas a futuro también son positivas, y la visión sobre la situación económica global del país en los próximos 12 meses mejoró en 52,4 puntos respecto de mayo del 2023.
Debilidad en construcción
En contraste con la minería, aunque el sector constructor presentó una leve mejora durante mayo, también es por lejos el que registra un mayor pesimismo. El impulso mensual estuvo anclado principalmente en una mejor percepción de demanda (+5,4 puntos), además de una visión más optimista sobre la situación económica del país y la situación financiera de las empresas consultadas.
En este sector, la mayor diferencia negativa entre el promedio histórico de confianza y la situación actual está en la situación general de las empresas, los niveles de actividad de los últimos tres meses, los salarios, el empleo y los precios.
Post Cuenta Pública
La presidenta de Icare, Karen Thal, resalta que si bien hubo un pequeño repunte de la confianza en mayo, los resultados siguen siendo negativos. Para recuperar los índices, dice, es necesario enfocarse en solucionar los problemas percibidos como prioritarios en la comunidad empresarial. ‘Tengo la inquietud de que los avances y acuerdos en temas cruciales como seguridad, pensiones, pacto fiscal y ‘permisología’ puedan verse interferidos por la agenda valórica expuesta en la reciente Cuenta Pública’, plantea.
A su juicio, el anuncio de avanzar en la negociación colectiva ramal no contribuye a despejar incertidumbres que obstaculizan la inversión, en un contexto en que ‘las empresas ya están tensionadas por el aumento del sueldo mínimo, las 40 horas y la regulación en temas laborales’.
Por su lado, el ejecutivo de Westfalia Fruit Chile y vicepresidente de Icare, Hans Eben, añade que ‘a pesar de que algunos indicadores muestran una señal de recuperación, como el Imacec o la contención de la inflación, la confianza empresarial se mantiene en niveles pesimistas desde hace ya muchos meses. La respuesta pareciera estar en la incertidumbre de dos reformas clave que marcarán una señal sobre el futuro económico: la reforma en materia de impuestos y la de pensiones’.
Pablo Pincheira, profesor asociado de la Escuela de Negocios de la UAI, afirma que ‘el IMCE de mayo muestra cifras mixtas, pero algo más optimistas que las del mes pasado, probablemente relacionadas con el recorte de tasas que ha aplicado el Banco Central, así como con el impulso que ha recibido el precio del cobre en las últimas semanas’.

Mercado prevé alza de la economía cercana a 3% en el segundo trimestre tras cifra de abril

El alza anual de 3,5% que presentó el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de abril entusiasma al mercado con un recorte de 50 pb. en la tasa clave en junio.
El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) creció 3,5% en abril, comparado con igual mes de 2023, informó el lunes el Banco Central, un alza que se ubicó dentro de lo estimado por el mercado.

La serie desestacionalizada disminuyó 0,3% respecto del mes precedente y creció 2,1% en un año.

En un contexto en que el mes tuvo tres días hábiles más que hace un año, todas las actividades contribuyeron a la expansión anual del Imacec, destacando el desempeño de los servicios.

En cambio, la disminución del Imacec en términos desestacionalizados se explicó por el resultado de la minería y el comercio.

El economista de Econsult, Arturo Claro, explicó que a pesar de que hubo datos decepcionantes de la minería, con una fuerte contracción mensual de la producción del cobre, existió una mejora por sobre el nivel tendencial del 2% que se basa en tres factores: tres días hábiles extra, una expansión real del gasto público de 8,4% anual y la ‘velocidad más rápida de salida desde los mínimos del año pasado’.

El propio ministro de Hacienda, Mario Marcel, calculó que los días adicionales equivalen ‘más o menos un punto y medio’ del 3,5%.

La economista jefe de Fintual, Priscila Robledo, planteó que las cifras ‘ponen paños fríos al optimismo reciente sobre una recuperación más sólida de lo que se esperaba a principios de año’.

Desde Itaú, resaltaron el hecho de que es el segundo mes consecutivo en presentar una caída mensual, en términos desestacionalizados.

Para el analista económico de BTG Pactual, Sebastián Piña, ‘la señal de preocupación recae sobre el sector comercio, el cual ha mostrado caídas mensuales en los últimos tres meses’.

El camino para el año

De todas formas, en el mercado hay optimismo para el segundo trimestre luego del incremento de 2,3% que exhibió el Producto Interno

Bruto (PIB) en enero-marzo. ‘Podríamos ver una expansión igual o mayor que la del primer trimestre, en parte porque la base de comparación es menos retadora’, dijo Robledo.

En Scotiabank Chile proyectaron un crecimiento del PIB entre 3,3% y 3,6% anual para abril-junio, mientras que Itaú estimó un 3% y Moody’s e Inversiones Security apostaron por un rango entre 2,5% y 3%. Coopeuch anticipó una mejora en torno a 3,2%

Más abajo, Bci dijo 2,9% y Econsult 2,8%. BTG Pactual se la jugó por un 2,6%.

Para el año en su conjunto, el mercado mantuvo sus pronósticos. En Fintual esperan un 2,5%, Econsult y Bci un 2,6%, JPMorgan un 2,7% e Itaú cree que estará cercano al 2,8%.

En BTG Pactual esperan que el rally del precio del cobre y las lluvias de mayo tengan un efecto positivo en la actividad, ayudando al PIB a cerrar 2024 en un rango entre 2,5% y 3%. Scotiabank Chile y Coopeuch firmaron este último número.

Tanner e Inversiones Security se quedaron con las estimaciones más bajas, 2,2% y 2% en cada caso.

Para el próximo ejercicio, el mercado redujo su entusiasmo. ‘Ya para 2025 esperamos que el crecimiento esté más normalizado y de vuelta a sus niveles tendenciales del 2%’, postuló Claro.

Se cuadraron con este cálculo Fintual e Inversiones Security.

En Bci estimaron 1,9% para 2025, en Coopeuch un 2,3% y Scotiabank Chile 2,5%. BTG Pactual apostó por que esté en torno a esa cifra. Solo Moody’s cree que será cercano al 3%.

25 o 50 puntos en junio

En este escenario de actividad, de cara a la Reunión de Política Monetaria (RPM) de junio, agentes del mercado como Bci, BTG Pactual, Econsult y Fintual se inclinaron porque el Consejo vuelva a reducir la intensidad de recortes y solo baje su tasa clave en 25 puntos base, para ubicarla en 5,75%.

Frente a ellos, Scotiabank Chile, Oxford Economics e Inversiones Security ven posible que se repita la dosis de mayo y el ente emisor recorte 50 puntos base.

‘Si se cumple nuestra proyección (0,3% mensual) esto reafirmaría el escenario de inflación presentando en el IPoM de marzo, por lo que en tal caso el escenario más probable sería una nueva reducción de 50 puntos base para la TPM’, señaló el economista senior de Coopeuch, Nicolás García.

Industria inmobiliaria lamentó ausencia de medidas reactivadoras para el sector vivienda

En la ADI indican que aunque se logre la meta del Plan de Emergencia Habitacional, el volumen de soluciones anuales será 20% inferior al ejecutado en los años 90, cuando el presupuesto era 10 veces menor.
La industria inmobiliaria extrañó señales concretas del Presidente Gabriel Boric en la dirección de impulsar el mercado residencial. Este atraviesa por una crisis, debido a una menor demanda en medio de una economía lenta, tasas de interés más altas que hace unos años y mayores restricciones de los bancos para otorgar créditos hipotecarios a las personas y financiamiento a las empresas para inversiones.

La alusión del mandatario al tema de las viviendas se enfocó en la entrega de las 260.000 unidades del Plan de Emergencia Habitacional, meta que espera alcanzar al final de su mandato. El rubro inmobiliario había enviado un mensaje claro el día previo. Slaven Razmilic, director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), en entrevista con ‘El Mercurio’, publicada el pasado viernes, señaló que esperaban que el Gobierno anunciara la puesta en marcha de un beneficio tributario que se adoptó en el país en 1999, en medio de los efectos de la crisis asiática. Este operó entre junio de dicho año y mediados de 2001, y consistió en una deducción de la base imponible del impuesto global complementario por el dividendo de crédito hipotecario (con diversos topes).

Pero eso no fue materia del discurso del Presidente en la Cuenta Pública y tampoco otras medidas reactivadoras para el rubro.

Consultado Razmilic por la ausencia de anuncios para el sector, señaló que ‘vemos poco énfasis en materia de vivienda. Incluso de alcanzarse la meta del Plan de Emergencia Habitacional, a lo más llegaremos a un volumen de soluciones anuales 20% por debajo de las ejecutadas en los (años) noventa, cuando las necesidades eran similares a las actuales y el presupuesto, 10 veces menor’.

El director ejecutivo de la ADI —que agrupa a las inmobiliarias más importantes del país— añadió que ‘en el corto plazo es imprescindible tomar acciones contundentes que incentiven la compra de viviendas y faciliten el acceso al crédito, mientras que en el mediano debemos abordar la asequibilidad de la vivienda por medio de una reestructuración de nuestro sistema de planificación y de tramitación de permisos’.

El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Juan Armando Vicuña, se refirió al discurso del mandatario a través de un comunicado. Entre los aspectos que abordó, indicó que ‘diversos anuncios, por ejemplo sobre inversiones públicas y privadas, así como para disminuir la ‘permisología’, van en el sentido correcto. No obstante, es clave responder con más energía a la crisis de acceso a la vivienda’. No fue posible obtener más opiniones del gremio constructor relacionadas a la falta de medidas reactivadoras para el sector.

Javier Zulueta, abogado del estudio GMOE y asesor en materias inmobiliarias y construcción, comentó que el proyecto de ley sobre la denominada ‘permisología’ es un ‘buen avance para todo tipo de proyectos en nuestro país, incluidos los relacionados al mundo de la construcción e inmobiliario. Sin embargo, existen varios otros problemas que a este sector le impiden salir de su alicaído estado, por lo que se ha echado de menos algún anuncio sobre incentivos concretos para el rubro, como por ejemplo, posponer la (eliminación de la) exención del beneficio tributario para las empresas constructoras, que progresivamente a partir de este año, se irá disminuyendo hasta eliminarse totalmente en 2027’.

El profesional se refiere al Crédito Especial de las Empresas Constructoras (CEEC). ‘Este beneficio consiste en una rebaja del 65% del IVA y se eliminará definitivamente en 2027. Durante 2024 disminuirá a un 75%, al 50% en 2025 y al 25% en 2026’, explicó.

Infraestructura

En materia de infraestructura, el Presidente Boric repasó algunos proyectos de concesiones que están en carpeta para ser licitados por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), también iniciativas ferroviarias y portuarias.

Sobre esto último, el mandatario señaló que el Ejecutivo está impulsando el proyecto Puerto Exterior San Antonio, el que calificó como crucial ‘para hacer crecer la competitividad de las empresas exportadoras e importadoras de Chile y defender nuestra posición como puerta de entrada al continente americano’.

En abril, la estatal Empresa Portuaria San Antonio (EPSA) inició la invitación a empresas especializadas ‘a manifestar su interés’ en participar de la construcción de las obras de abrigo (molo) y complementarias del Puerto Exterior, que involucran US$ 1.500 millones, de un total de US$ 4.000 millones que considera el megapuerto.

En materia ferroviaria, destacó el avance del proceso de licitación del tren que prevé unir a Santiago con Viña del Mar. Este se encuentra en la fase final de la adjudicación del estudio integral —lo que ocurriría en junio—, para luego, en 2025, llamar a licitación el proyecto completo por US$ 3.820 millones.

Ese ferrocarril es parte de la cartera de concesiones del MOP al 2028 por más de US$ 17.600 millones, que generará cerca de 48 mil nuevos empleos, dijo el Presidente.

El millonario plan del grupo Urbana: tener un proyecto cerca de las 50 principales estaciones de Metro de Santiago en 15 años

Socio y CEO Diego Durruty, señaló que la compañía iniciará a fin de año una nueva obra de uso mixto frente al mall Costanera Center con una inversión superior a US$ 163 millones.
Diego Durruty está confiado. Dice que el negocio de las oficinas volvió a la vida tras la pandemia. Tanto, que hoy se puede dar el gusto de no hacer rebajas de precios para sumar inquilinos. No hay necesidad, afirma, porque la fila de interesados es larga.

Esto llevó a la compañía que lidera junto a su hermano Andrés Durruty, a activar una serie de proyectos. Pero los planes a largo plazo del grupo Urbana, que es considerado como uno de los mayores operadores institucionales de bienes raíces del país, son en grande, adelanta Diego desde Estados Unidos, donde participó en la apertura a bolsa de la empresa Properties of the Americas (LPA), de propiedad del grupo Jaguar Growth Partners, los estadounidenses que el año pasado compraron el 10% de la firma chilena.

Durruty se sumó como director de LPA. ‘Para mí, es un tremendo orgullo ser director de esta empresa abierta en bolsa. Es producto de muchos años de relación con Jaguar Growth, que nos compró el 10% del grupo Urbana el año pasado, y de la cual nosotros somos accionistas desde 2013’, explicó.

-¿Esto les facilita el plan de internacionalización del grupo Urbana?

-Esta es la cuarta empresa que los Jaguar abren en Nueva York. Y esto tiene varios ángulos, pero lo principal es que me permite estar en una plataforma que transa en bolsa en EEUU, en que hay otro nivel de sofisticación institucional, y donde el acceso al capital es muy alto. Lo que le explico a mi equipo es que estoy aprendiendo lo que significa estar en una empresa que tranza en Nueva York.

– ¿Cuánto suman las propiedades gestionadas por grupo Urbana?

– Tenemos cerca de 45 propiedades con un valor de activos por US$ 2.500 millones. Los más grandes son el hotel W (que es de un fondo de pensiones alemán) y la obra nuestra en Apoquindo, que es un proyecto institucional con compañías de seguros locales.

Excolegio Adventista

Para esta última iniciativa, el conglomerado local adquirió el terreno donde funcionó el colegio Adventista en Las Condes en unos US$ 50 millones en 2017. Ahí se está levantando un complejo inmobiliario de uso mixto, con edificios para viviendas y oficinas, además de comercio, con una inversión de US$ 220 millones.

‘Se termina en diciembre y estamos planificando inaugurar en marzo de 2025’, explica Durruty.

En carpeta tienen otro desarrollo de uso mixto, específicamente en la calle Tajamar, entre los números 223 y 245; y por la calle Encomenderos 236, una iniciativa frente al Costanera Center. En un paño de 4.313 metros cuadros de superficie bruta, el grupo levantará dos edificios para oficinas y viviendas, además de locales comerciales.

‘Esperamos a fin de año partir con la demolición (de las estructuras existentes). La inversión total alcanza a UF 4 millones (US$ 163 millones)’, adelanta.

El financiamiento será mixto: institucionales y family office (u oficinas de patrimonios familiares). ‘Estamos invitando a un grupo extranjero’, dice Durruty, quien por temas de confidencialidad no revela el nombre de la compañía.

La confianza

– ¿La situación actual del mercado inmobiliario chileno da para otro proyecto de estas magnitudes en la zona oriente de Santiago?

– Cuando tienes proyectos de uso mixto, al final son cuatro edificios en uno, y ese edificio particular compite en su industria en ese barrio. Por ejemplo, en el proyecto del colegio Adventista, es una torre multifamily de 100 departamentos (unidades destinadas para renta) que compite en la zona de Apoquindo; es un edificio de oficinas de 20 mil m2 compitiendo en esa zona. Entonces, no es que sean cuatro torres de oficinas compitiendo en el sector

de Apoquindo. Si en el proyecto del colegio Adventista hubiera hecho cuatro torres multifamily, chuta, estaría con mucho susto.

– ¿Las colocaciones en el mercado de oficinas han sido muy difíciles?

– No, porque el mercado se dio vuelta a partir de marzo. Como el Banco Central empezó a bajar la tasa el año pasado, eso se demoró como seis meses para que impactara realmente en la economía. Pero el mercado de oficinas está de vuelta. Yo acabo de reservar 7 mil metros cuadrados de mi torre de Apoquindo con una compañía internacional, que va a tener su logo arriba en el edificio. Además, tengo siete empresas, que suman 30 mil metros cuadrados, que me están cotizando o negociando, y la torre tiene 20 mil m2. A partir de marzo, no volví a realizar una propuesta con baja de precio. Me piden descuentos y no los considero.

– ¿Esto los llevó a querer comprar el proyecto de la inmobiliaria Indesa, de Felipe Ibáñez Scott, en la esquina norponiente de las avenidas Manquehue con Apoquindo, en la comuna de Las Condes, donde por años funcionó un supermercado Lider?

– El proyecto en el colegio Adventista nos llevó a darnos cuenta que tenemos la demanda en la punta de los dedos y que hay mercado para esto.

Terreno de Indesa

No obstante, consultado sobre las negociaciones para adquirir el terreno de Indesa, Durruty dijo que no se puede referir por temas de confidencialidad. Extraoficialmente, las negociaciones estarían bastante avanzadas y el plan del grupo Urbana sería reformular el proyecto aprobado por la Dirección de Obras de Las Condes.

En 2021, la DOM otorgó un permiso de edificación a Indesa que permite la construcción de dos edificios de más de 20 pisos (para 225 departamentos y 72 oficinas) y una placa comercial con 42 locales, todo con una inversión de unos US$ 170 millones.

De lo que sí puede, y quiere hablar Durruty, es de los objetivos del grupo inmobiliario para los próximos años.

‘Nuestro plan estratégico de largo plazo es tener un proyecto Urbana a 500 metros de las cincuenta principales estaciones de Metro de Santiago; ahí entra Adventista, Tobalaba, Manquehue, Estadio Nacional, entre otros’, destaca el directivo, quien precisa que el plan es a 15 años, a un promedio de tres obras por año. – ¿Hay confianza en Chile? – Sí, porque nosotros estamos en el negocio de la renta de viviendas (y de oficinas y comercio), que se mantiene e, incluso, se acrecienta la demanda en una situación de crisis.

Además, nosotros sí le creemos a Chile, es un tremendo país, llevo 28 años en esto y he crecido y navegado con los gobiernos de izquierda y derecha. Nuestro país es increíble.

Cinco factores que marcarán la economí­a en la segunda mitad del gobierno de Boric

Si la primera mitad del gobierno de Gabriel Boric estuvo marcada por la el fantasma de la recesión, la fuerte alza de los precios y los efectos económicos tardí­os derivados de la pandemia, el «segundo tiempo» del Mandatario enfrentará un escenario diferente. Las crecientes expectativas de un mayor crecimiento económico para este y el próximo año, de la mano de menores tasas de interés y la caí­da de la inflación, configuran un periodo menos complejo en lo interno, pero con riesgos zigzageantes en el plano internacional.
Los casi dos años que restan al actual gobierno -648 dí­as desde este domingo- estarán influidos también por las elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales, lo que anticipa un panorama de mayor crispación polí­tica y presiones por mayor gasto desde el mundo polí­tico, en medio de un escenario fiscal de estrechez. «Lo que le queda al gobierno será complicado, con volteretas y guiños a la barra brava. No muy distinto de lo de ahora. La oposición le facilita la ‘pega’ al gobierno, que puede ser competitivo en las presidenciales próximas», resume el economista Alejandro Fernández.
1. Clima económico internacional y tensiones geopolí­ticas
Si bien desde hace algunos meses el escenario económico mundial ha disminuido su crispación y ha originado un mejor ánimo bursátil global al ritmo de las expectativas de una pronta baja de la tasa de interés en Estados Unidos, las tensiones geopolí­ticas internacionales añaden una cuota de riesgo sobre lo que viene en los siguientes dos años. No sólo aún es impredecible lo que suceda con la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente, sino también lo es el creciente conflicto comercial entre Estados Unidos y China.
«Se espera un buen panorama de la economí­a internacional para los próximos dos años, con las principales economí­as creciendo a tasas relativamente similares a las de los últimos años o levemente inferiores. Adicionalmente, los procesos inflacionarios a nivel global deberí­an tender a las metas de los bancos centrales, resultado que permitirí­a que las tasas de interés se ubicaran por debajo de los niveles actuales, ayudando con eso al dinamismo global. El escenario geopolí­tico es preocupante. Sin embargo, la economí­a internacional ha podido acomodarse relativamente bien a la incertidumbre de estos eventos»,afirma el economista y socio de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, quien cree que este factor no modificará el escenario central de crecimiento global.
«Este factor de la economí­a internacional deberí­a traer vientos a favor para el gobierno en los próximos dos años», añade Rojas.
Sin embargo, Alejandro Fernández, socio de Gemines, pone la nota de cautela. «Seguirá siendo un factor de riesgo e incertidumbre muy importante. Este es el factor más descuidado en Chile. El paí­s puede verse seriamente afectado por el conflicto económico-estratégico entre China y EE.UU.», alerta.
En la misma linea, la economista jefe de Fintual, Priscila Robledo, cree que los próximos dos años van a estar caracterizados por un clima geopolí­tico más tensionado y avizora un riesgo por el lado de las condiciones financieras internacionales. «El contexto global de tasas altas por más tiempo puede ser retador para nuestro paí­s, especialmente al considerar que ha aumentado la presencia de inversionistas extranjeros en activos locales. Como hemos visto este último año, las condiciones financieras más estrictas pueden generar episodios de volatilidad», complementa Robledo.
2. El crecimiento y la agenda laboral
La mejora en las expectativas de crecimiento para este y el próximo año pueden ser claves para un gobierno que tuvo que lidiar con el fantasma de la recesión y el estancamiento en sus primeros años. No obstante, resulta probable que el «talón de aquiles» de este mejor escenario para la actividad sea una lenta recuperación de la inversión, la que este año debiera caer 2%, según los pronósticos del Banco Central. En el primer trimestre, cayó 6,1%.
Para Priscila Robledo, de Fintual, el gran desafí­o para Chile hoy es lograr que la economí­a despegue. «El desempeño económico de los últimos dos años se justifica por los grandes desbalances macroeconómicos que se generaron con los estí­mulos otorgados para sortear la pandemia. Pero ahora la economí­a ya está más ordenada y hay mejores condiciones para lograr un crecimiento que sostenga el desarrollo del paí­s. El primer trimestre de este año el desempeño de la economí­a fue mucho mejor, y el desafí­o es sostenerlo hacia adelante», precisa.
Sebastián Izquierdo, coordinador académico del Centro de Estudios Públicos (CEP), matiza y recuerda que el propio Presidente Boric planteó una expectativa de crecimiento de la actividad levemente por sobre el 2% en la última Enade . «Décimas más, décimas menos de crecimiento, estos años no marcarán la diferencia, ya que la base de comparación es baja y el crecimiento está siendo sostenido principalmente por el consumo, especialmente el componente público, y no por la inversión. Las proyecciones a largo plazo se encuentran estancadas en un paupérrimo crecimiento del producto potencial del 2%», afirma Izquierdo, quien cree que el 2025 será crucial reducir la incertidumbre en la inversión y abordando tanto la «agobiante permisologí­a» como los problemas de seguridad que tiene el paí­s.
El economista del CEP también reconoce como posible lograr la promesa de Gabriel Boric de crear de 700 mil empleos hacia el final de su gobierno, pero repara que reducir la informalidad laboral al 25% será más difí­cil, especialmente con los proyectos que han encarecido la formalidad.
«Todo lo relacionado con el mercado laboral, la negociación por rama que se anuncia y lo que ya se ha hecho, van en la dirección contraria a lo necesario para impulsar la inversión. El ministro (de Hacienda) Marcel sabe esto, pero está dispuesto a aceptarlo, por lo que tampoco se va a jugar por reformas de verdad. Solo navegar hasta marzo de 2026. El mensaje va a ser: volvimos a la normalidad, aunque los resultados sean mediocres, porque vienen de antes, pero sin perder el apoyo del 30%», analiza, a su vez, Alejandro Fernández.
3. Tasas de interés e inflación a la baja
A diferencia de un comienzo de gobierno con una polí­tica monetaria altamente restrictiva y una inflación de dos dí­gitos a la que un grueso de la nueva generación de chilenos no estaba acostumbrada, la segunda mitad de la administración actual estará marcada por tasas de interés a la baja y una inflación controlada, cercana al 3%.
«En los próximos dos años debiésemos observar menores tasas de interés en la economí­a chilena, junto a una inflación en torno a la meta del Banco Central. Sin embargo, los altos niveles de deuda pública a nivel global harán que las tasas de interés internacionales se ubiquen en niveles superiores a los de prepandemia, afectando con ello las tasas bases a las cuales se financiará tanto el sector privado como el Estado», sostiene Patricio Rojas, quien alerta que el alto endeudamiento fiscal podrí­a afectar los «spreads» a los cuales se financia el gobierno.
Más optimista es Sebastián Izquierdo, del CEP:»La inflación se encuentra en su última etapa para alcanzar la meta establecida. Ha pasado de ser un dolor de cabeza a comenzar a favorecer la actividad económica mediante una polí­tica monetaria más expansiva».
4. Alza del precio del cobre
Una de las inesperadas sorpresas de estos últimos años de gobierno es el aumento del precio del cobre. El cada vez más asentado inicio de un super ciclo del commodity, que podrí­a llevar el precio del metal a más US$5 la libra en el corto plazo y a altos precios en el próximo lustro al menos, podrí­a aliviar transitoriamente el complejo momento por el que atraviesan las arcas fiscales.
«El alto precio del cobre es indudablemente una condición positiva para nuestro paí­s. Chile es el mayor exportador de cobre del mundo. Sus exportaciones representan en torno a un 13% del PIB. El beneficio para la economí­a viene tanto por la recaudación fiscal (por Codelco y el royalty a empresas privadas), como por el beneficio mismo para la industria local de cobre. Dicho esto, si el precio del cobre se va a mantener alto en el futuro es algo que no se puede saber», repara Priscila Robledo.
El economista Patricio Rojas va más allá y cree que los mayores ingresos por el metal rojo son una buena noticia para el gobierno. «Para los próximos perí­odos se vislumbra un precio del cobre por encima del promedio que hemos observado en los últimos años, lo cual constituye una muy buena noticia para el gobierno, por cuanto le dará una holgura, aunque acotada para su balance estructural, por cuanto no existe certeza de cuanto tiempo podrí­an durar estos precios. En lo inmediato, los mayores ingresos ayudarán para reducir el endeudamiento o eventualmente estos podrí­an ser utilizados para financiar gastos por una solo vez, que ayudasen a elevar el crecimiento y reducir el desempleo», añade Rojas.
5. Estrechez de las finanzas públicas y presiones por más gasto
Pero la sensación de mayores recursos derivados del aumento del precio del cobre también es una arma de doble filo para el gobierno. Los analistas reconocen que podrí­a haber presiones desde el mundo polí­tico para un mayor gasto fiscal o para que el gobierno vaya más allá de la regla de balance estructural.
«Que el fisco hoy no tiene recursos es un hecho. La deuda pública alcanzará su peak el próximo año, y al consolidar la deuda fiscal, estamos en un 60% del PIB. El esfuerzo fiscal del primer año de gobierno se diluyó con el aumento de este año. Los próximos años eleccionarios tendrán mayores presiones fiscales que serán difí­ciles de sostener si no hay un mayor crecimiento que se traduzca en bienestar», anticipa Sebastián Izquierdo.
Alejandro Fernández cree que el tema fiscal es el «rompecabezas» más complicado. «El cobre permitirá gastar algo más, pero no todo lo que quisieran. Es probable que la débil situación fiscal produzca otra baja en la clasificación de riesgo. Será una bomba de tiempo para el próximo gobierno que va a ser muy complicado», concluye el economista de Gemines.