Mercado de oficinas cerró el 2022 con mayor vacancia, pese al aumento en la demanda y a la baja del precio de los arriendos

El segmento clase B alcanzó la mayor cantidad de metros cuadrados vacantes desde que se tiene registro. Mientras, la clase A (premium) se vio afectada por el ingreso de cuatro proyectos, cuyas recepciones se concentraron en el submercado de Las Condes.
-El mercado de oficinas en Chile se sigue ajustando al nuevo escenario que dejó en el país la realidad postpandemia. Así al menos pueden resumirse las cifras que entregó al cierre del año en su informe Market Beat Oficinas clase A y B, la consultora consultora internacional de servicios inmobiliarios corporativos, Cushman & Wakefield.

De acuerdo con los datos aportados por la empresa multinacional, el mercado local concluyó el 2022 con un ratio de vacancia del 10,82% en el segmento que comprende las oficinas clase A (premium), mayor al 8,78% con que cerró el 2021. Mientras, en el caso de las oficinas clase B, el ratio se empinó hasta el 9,35% al cierre de 2022, superando el 8,92% al término del ejercicio anterior. Según la compañía, para dicho segmento, la vacancia registrada «es la más alta de la que se tiene registro en esta clasificación de oficinas», sostiene el reporte.

La tendencia al alza en la mayor superficie disponible se da a pesar del aumento que se registró en el mismo período en términos de demanda. Así, la empresa identificó que la absorción neta para las oficinas premium consiguió un cierre anual positivo, de 9.885 m2, lo que contrasta con la cifra negativa exhibida a fines de 2021, cuando el dato anual terminó con 46.394 m2 sin lograr ser absorbidos. Por otra parte, las oficinas clase B concluyeron el 2022 con una absorción neta de 4.272 m2, cifra positiva que marca el contrapunto con los 63.335 m2 que se mantuvieron desocupados al cierre del año anterior.

Por otra parte, los precios ofertados en UF se fueron ajustando a la baja. El valor solicitado por los arriendos de las oficinas clase A llegó a las 0,517 UF/m2, nivel que se compara negativamente con los 0,532 UF/m2 observados a finales de 2021. Para el segmento de oficinas clase B, en tanto, el precio pedido por concepto de arriendo se ubicó en 0,392 UF/m2 al último trimestre de 2022, marcando también un descenso al comparar con los 0,412 UF/m2 solicitados al cierre de 2021.

De acuerdo con Ariel Benzaquén, country manager de Cushman & Wakefield, la mayor demanda por oficinas se da principalmente por el «interés de diversas empresas por regresar presencialmente a las oficinas, pero repensando nuevos espacios y trasladándose a nuevas ubicaciones con mejor conectividad, equipamiento y a precios más convenientes».

Según el ejecutivo, dicha tendencia se ha concentrado «en los submercados de Las Condes, principalmente El Golf, alcanzando el 85% de la absorción positiva de este año».

Por otra parte, Benzaquén destaca que el incremento en la vacancia se originó en el ingreso de nuevos proyectos, los que se concentraron mayoritariamente en las oficinas premium.

«La producción de nuevos desarrollos se concentró en gran parte en el submercado de Las Condes, en el que se recepcionaron cuatro proyectos: Manquehue Norte, Nueva Córdova, así como partes del proyecto Switch y del MUT», detalló.

El ejecutivo remarcó que para el presente año «se espera que ingresen superficies que están en construcción 100% vacantes, sin pre-colocar y contemplando una tendencia de absorción similar al 2022, lo que podría llevar a que la vacancia llegue en torno al 15%».

Para los próximos años, según el ejecutivo, el desarrollo de oficinas clase A y B muestran un panorama conservador, siendo el 2022 un año en donde parte de las propuestas se mantuvieron en «stand by» y otros proyectos decidieron realizar un cambio de destino a residencial. «De todas formas, y dado el buen rendimiento que han demostrado ciertos sectores, se espera que en el mercado clase B, Apoquindo, el Golf y Nueva Las Condes, vayan iniciando y avanzando en las obras que están en desarrollo, mientras que en el mercado de oficinas clase A, será Nueva Providencia quien lidere los ingresos durante 2023 y el submercado de Apoquindo sea el protagonista durante 2024, donde comenzarán a operar dos emblemáticos proyectos que sumarán alrededor de 60.000 m2», finaliza.

Fondos, aseguradoras y bancos concentran compras de suelo en principales zonas de la RM

Estudio de consultora Inciti y el IEUT UC detectó operaciones por más de US$ 20.000 millones y 18.000 ha, principalmente en Colina, Lampa, Lo Barnechea, Pudahuel y Quilicura. Experto advierte riesgos de la ‘financiarización’ de la ciudad.
Fondos de inversión, entidades financieras en general, compañías de seguros de vida y bancos figuran entre los principales compradores de suelo en las comunas más demandadas de la Región Metropolitana. Así lo revela un estudio que realizó la consultora Inciti y el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica (IEUT UC), que constató que entre los años 2011 y 2021 se registraron 27.903 transacciones de adquisiciones de suelo en la Región Metropolitana, analizando la base de datos de los conservadores de bienes raíces y de operaciones de predios de más de 1.000 metros cuadrados.

La superficie transada corresponde a más de 18 mil hectáreas en ese período, con variaciones importante en los años analizados. Se observa un peak de más de 3.000 transacciones en 2015 y 2.990 operaciones en 2018. Después de 2019 se constata una disminución en la actividad, debido al estallido y la pandemia, indica el informe (ver infografía). Respecto de los montos transados en el período 2011-2021, el análisis determinó que se negociaron más de 542.948.000 UF, lo que equivale a US$ 20.544 millones aproximadamente, añade el estudio. Como referencia, el presupuesto del Ministerio de Vivienda de 2021 fue de US$ 4.612 millones, menciona el reporte a modo de comparación. El bloque de comunas conformado por Colina, Lampa, Lo Barnechea, Pudahuel y Quilicura concentró casi el 60% de las compras de suelo de más de 1.000 m2 en Santiago.

‘Es por lejos la zona con mayor superficie transada, lo cual es concordante con el potencial de desarrollo y el crecimiento urbano en la última década’, señala el análisis. Dentro de los compradores, se observa la baja participación del Estado —apenas 0,9% del total— y el alto nivel de compras de particulares y empresas, que concentran, en la mayor parte de las zonas más del 97% de las adquisiciones. Dentro de las adquisiciones de suelo realizadas por empresas en Colina, Lampa, Lo Barnechea, Pudahuel y Quilicura, los rubros más compradores son los de actividades financieras y de seguros, con casi el 40% del total (38% exactamente). Dentro de este conjunto, destacan los subgrupos de fondos de inversión y entidades financieras, compañías de seguros de vida y bancos, con un equilibrio entre estos. Otras compañías con fuerte presencia en las compras son las inmobiliarias (34%), constructoras (9%), comercio (6%), entre otras.

Alerta por ‘financiarización’

El estudio señala que ‘llama la atención la importancia de las actividades vinculadas a lo financiero, que son nuevos actores que intermedian en el desarrollo inmobiliario de Santiago, lo cual está dado por el alto volumen de capital que manejan. Sin discriminar por zona normativa ni uso del suelo, la estimación del precio unitario para las financieras, en relación con el que pagan las inmobiliarias, llega a ser 2,7 veces superior en el año 2016’. Luis Fuentes, director del IEUT UC destaca el trabajo, liderado también por Marcelo Bauzá, socio de Inciti, pues recogió información de los conservadores de bienes raíces y se cruzó con datos del Servicio de Impuestos Internos para identificar el rubro de los compradores de suelo.

Fuentes afirma que ‘lo más novedoso es esta irrupción del mercado financiero, lo que a nivel mundial se conoce como la ‘financiarización’ de la ciudad, y eso es complejo. Siempre las empresas financieras pagan más que las inmobiliarias por la tierra, porque tienen más recursos para comprar y pueden ofrecer un mayor monto. Eso hace que el mercado se empiece a distorsionar, porque el vendedor verá a un comprador con disponibilidad de recursos y sube el precio de la propiedad’. El experto advierte que lo anterior genera un ‘efecto dominó’ en los valores de los sitios en el resto de la ciudad y así los terrenos para viviendas sociales ‘se vuelven inalcanzables’.

Ello explicaría la baja participación del Estado en las adquisiciones, añade. El director del IEUT UC recalca que la ‘financiarización’ de la ciudad encarece el suelo y el desarrollo de las urbes ya no depende solo de materias urbanísticas, sino que de las acciones que realice el rubro financiero. Sostiene que esta materia debe ser fiscalizada y para ello, los datos del estudio son un aporte.