Desde la firma de servicios inmobiliarios comentan que la disminución de la inflación y las reformas tributarias en países como Colombia serán clave para el repunte del sector.
Los últimos tres años han sido duros para el sector inmobiliario. Con la pandemia, tanto el mercado de oficinas como el de bodegaje y de renta residencial han sufrido las consecuencias de la escasa disponibilidad de activos, un incremento de las tasas de vacancia y dificultades en el acceso a inmuebles por parte de la población. Sin embargo, este escenario podría estar próximo a mejorar en los países de Latinoamérica, según proyectan desde la firma de consultoría inmobiliaria, CBRE.
Observando los análisis de los bancos centrales de Chile, Perú, Colombia y Brasil, que indican una posible baja en los niveles de inflación para 2023, anticipan un eventual mejoramiento en las condiciones económicas para sectores como el inmobiliario.
De acuerdo a Nicolás Cox, director ejecutivo de CBRE Chile, hay aspectos en común en todas las economías de la región: endurecimiento de las condiciones de financiamiento para proyectos de tipo inmobiliario, la ralentización en las decisiones de inversión, problemas normativos asociados a la validez de permisos de edificación y trabas en el acceso al financiamiento de dichas iniciativas.
‘Los inversionistas están algo frenados básicamente porque la inflación ha condicionado que suban las tasas; esta industria es muy sensible a ello y la palanca financiera es un actor relevante y determinante para la viabilidad o no de algunos negocios’, dijo Cox a DFSUD.com.
En este sentido, comentó que, a nivel regional, aquellos activos inmobiliarios con una condición de uso más industrial o logística han tenido mejor desempeño en términos de renta que los que están ligados a sectores de oficinas. Agrega que, si bien el retail ha recuperado rápidamente la ocupación, no ha ocurrido lo mismo con los precios.
‘Los propietarios han preferido privilegiar la ocupación de esos activos versus la rentabilidad. Están arrendando a valores significativamente menores a los de la pandemia, buscando justamente generar flujo y apuntar quizás a una renegociación de contrato’, explicó.
Sin embargo, considerando que la inflación debería tender a bajar en términos generales, se vería ‘un impacto muy positivo en la mejora de la condición de financiamiento que puedan tener eventuales desarrolladores o inversionistas’.
‘Obviamente eso va a ser un impulso para la inversión y el desarrollo inmobiliario’, dijo Cox.
Repunte en mercado de oficinas
Muestra de lo anterior son las últimas cifras que maneja la firma respecto del mercado de oficinas de Latinoamérica, que evidencian mejoras respecto del período prepandemia. Durante el tercer trimestre de este año, Santiago anotó la tasa de vacancia más baja (con un 11,8%), seguido de Bogotá (12,7%), Buenos Aires (13,8%) y Sao Paulo (20,9%).
En cuanto a absorción, el ranking lo lidera Brasil -con una superficie de 52.700 m2-, seguido de Colombia -con 19.629 m2-, Chile -con 4.078 m2-, y México con 2.039 m2.
Ingrid Hartmann, senior manager de CBRE Chile, comenta que pese a los profundos cambios que ha vivido la región en el contexto político, que ha arrastrado consigo una drástica baja en la producción de nuevos edificios en todos los mercados, casos como el de Chile dejan en evidencia un mercado que, ‘de forma lenta pero segura, ha ido mostrando señales de recuperación’.
‘El último trimestre del año vuelve a registrar un volumen interesante de nuevos arriendos sobre los 1.000 m², cosa que no veíamos desde antes de la pandemia’, dijo la experta quien destacó también el desempeño de Colombia, que ‘retrocedió en su tasa de vacancia y registra una absorción neta a niveles’ pre crisis sanitaria.
Sin embargo, aunque las cifras son alentadoras, también dependen de otros factores externos. Así lo señaló Cox al poner como ejemplo a Argentina que, al tener un condicionamiento fuerte, evita el interés por parte de inversionistas extranjeros. También ocurre con Chile, donde destacó el ambiente político. ‘Desde el 4 de septiembre (de 2022) se dieron señales de estabilidad que permiten mirar con mejores ojos a los inversionistas la posibilidad de invertir en el país’, dijo.
‘La ratificación del TPP-11 también es una buena señal que manifiesta que en Chile están dispuestos a continuar con esta tradición larga de respetar o atraer inversión extranjera’, añadió.
A estos casos, se suma el de mayor acceso a la bancarización por parte de Perú, que permite que las personas puedan endeudarse para adquirir un bien raíz.
Proyecciones 2023
Para el año que está por comenzar las proyecciones de CBRE apuntan, en general, a mejores condiciones para el sector.
En Brasil, donde ha bajado más rápido la inflación, la actividad de inversión inmobiliaria regresará con fondos de inversión y aumentos de patrimonio en real estate.
En Perú las perspectivas se mantienen positivas, ‘sobre todo la parte residencial’, adelantó Cox. Comentó que habrá mucho desarrollo en este mercado por la transformación de negocios originalmente destinados a venta retail, que están tomando un giro distinto enfocado en el modelo multifamily.
‘La renta residencial va a crecer en Perú fuertemente los próximos dos a cinco años. Hay muchos inversionistas extranjeros chilenos, particularmente con muchas posiciones en Lima’, comentó.
Para Colombia, dijo que, mientras no se definan los lineamientos de la reforma tributaria que actualmente se está discutiendo, ‘y no haya claridad y certeza, va a ser muy poca la inversión que se pueda generar’.
‘En general, las perspectivas son buenas. Puede que los próximos seis a 12 meses, quizás, estén un poco más enredados mientras no terminamos de sacudir los efectos del Covid. Pero en general son positivas para la industria inmobiliaria’, concluyó Cox.*