Sector energético concentra el 62% de la inversión trabada por permisología en catastro del Gobierno
Ejecutivo identificó 181 proyectos prioritarios en el país que tienen autorizaciones pendientes, donde US$ 41 mil millones corresponden a esta industria, en que advierten que una mejor gestión no es suficiente sin cambios estructurales a la regulación.
El sector de energía renovable es una de las industrias que está movilizando los mayores montos de inversión en Chile, pero está enfrentando barreras regulatorias igual de relevantes. Así se observa en las primeras conclusiones de los Gabinetes Procrecimiento y Empleo que implementó el Ejecutivo en el primer semestre de este año, instancia dedicada a destrabar el avance de proyectos prioritarios que hoy tienen permisos sectoriales pendientes para su ejecución. Para ello, realizó un catastro de los ‘nudos críticos’ que enfrenta cada una de estas iniciativas en el marco de 15 sesiones realizadas en las distintas regiones del país, con excepción de la Región Metropolitana. En esa revisión se detectaron un total de 181 iniciativas pendientes, por un monto total comprometido de US$ 67.162 millones, donde un 61,9% corresponde a la industria energética.
En detalle, 82 de estas iniciativas corresponden a proyectos del sector, con una inversión proyectada de US$ 41.589 millones. En segundo orden de relevancia está el sector minero, con el 22,8% del total de inversión en este catastro, seguido por proyectos de infraestructura (13,2%), la industria (1,3%) y el sector inmobiliario (0,8%). Dentro de los proyectos energéticos, aquellos vinculados con fuentes renovables son los más relevantes, especialmente en iniciativas de hidrógeno verde, generación fotovoltaica y eólica (ver infografía).
De acuerdo a la metodología informada por el Ministerio de Economía respecto al trabajo del gabinete, el levantamiento inicial del listado de proyectos que se pretende agilizar se realiza en base a la información disponible desde la Oficina de Grandes Proyectos de la cartera con aportes de entidades como InvestChile y otros ministerios. Uno de los criterios, señala el titular de la cartera, Nicolás Grau, dice relación con el hecho de que los proyectos están en etapas avanzadas de tramitación: ‘Fueron revisados porque tenían alguna dificultad en materia del tiempo que se está demorando un permiso sectorial. La gran mayoría de los permisos sectoriales ocurren después de la resolución ambiental, por tanto muchos de estos proyectos, en la medida que se resuelvan estas autorizaciones, pueden partir sus inversiones en cuestión de meses’.
Las gestiones
De acuerdo al balance de las autoridades, en la revisión de estos 181 proyectos se comprometieron un total de 414 gestiones para asegurar su progreso y concreción, involucrando a 25 servicios distintos del sector público. Hasta ahora, señalan, hay 75 iniciativas que a partir de la intervención de la autoridad ‘han avanzado en alguna dimensión en la que se encontraban trabadas’, con respecto a su situación inicial. Según precisan desde el Ejecutivo, la intervención de la autoridad se materializa principalmente en gestiones administrativas que garanticen el cumplimiento de los plazos comprometidos, ya sea con medidas como el reforzamiento de personal o la coordinación interna entre servicios.
Uno de los proyectos que revisó esta instancia fue la planta de pirólisis de El Peñón, en la Región de Coquimbo, iniciativa que recicla neumáticos en desuso para reutilizar sus subproductos como acero o combustible. Según conocedores del trabajo del gabinete, este caso ejemplifica que las regulaciones están desactualizadas respecto de la realidad de este tipo de industrias; por ejemplo, con exigencias como certificar el destino de los ‘desechos’ obtenidos del proceso de reciclaje con las facturas de los compradores de los subproductos.
En una mirada más general, el director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol), Darío Morales, plantea que uno de los nudos que más complica al sector dice relación con que ‘lo que nosotros hemos visto es que una misma repartición pública, eventualmente, puede tener criterios diferentes en distintas regiones del país y eso va dificultando la obtención de los permisos, la estandarización y la optimización de los tiempos’.
Certezas y regulación
En la industria hay consenso de que los esfuerzos en materia de gestión no son suficientes por sí solos, y se requieren actualizaciones más profundas en materia de regulación. En la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera) aseguran que ‘la situación actual presenta un área con margen de mejora, especialmente en los tiempos de respuesta de las autoridades y la falta de criterios uniformes entre regiones. Es fundamental avanzar hacia una regulación más ágil y coherente’, y plantean ejemplos que coinciden con la mirada del sector de la energía solar. ‘Contar con un ordenamiento territorial efectivo sería una ventaja considerable, ya que proporcionaría certidumbre desde el principio, determinando los territorios aptos para implementar proyectos de energías renovables y de hidrógeno verde (H2V), optimizando tiempos y recursos’, detallan.
Morales, de Acesol, concuerda en que el ordenamiento territorial proporciona una herramienta fundamental para facilitar el desarrollo de la industria, dado que ‘te permite estandarizar criterios ex ante, eso es muy importante, porque lo peor que le puede pasar a un proyecto es la incertidumbre. Si tú te quieres instalar en un territorio y ese proyecto es evaluado de manera específica, individual, con un criterio y no sabes si los permisos se van a demorar seis meses o un año, esa es la incertidumbre que provoca problemas’. Cree que ese es uno de los principales contrastes de Chile con el mundo, donde deben apuntar las mejoras regulatorias: ‘En Alemania, un proyecto de transmisión se demora cinco o seis años en ser tramitado por sus complejidades ambientales y nadie reclama, pero tú sabes que se demora eso, ni más ni menos (…). Acá te dicen que se demora dos años, pero en realidad se demora cinco o siete, entonces esa incertidumbre es compleja’, ejemplifica.
Fuente: El Mercurio