Inmobiliaria La Franja: la filial de Cruzados que lidera el nuevo plan de negocio
En medio de una reprogramación de plazos de entrega del nuevo estadio de la UC, el presidente de Cruzados, Juan Tagle, abordó los detalles de la estrategia financiera que permitirá diversificar los ingresos de la sociedad.
Con un 75% de avance, la construcción del nuevo estadio de la Universidad Católica ha ido más allá de los US$ 50 millones de inversión anunciados. No jugar en su estadio desde septiembre de 2022 ha repercutido en el equipo, sus hinchas y también en lo económico.
Cruzados cerró con pérdidas por $ 2.070 millones en 2023, luego que la administración tuviera que desembolsar millonarios montos en arriendo de estadios, al mismo tiempo que sus ingresos por abonados se redujeron por el cambio en la localía. A eso se sumó la eliminación de la Copa Sudamericana que significaban mayores ingresos y un año sin venta de jugadores
‘Este es un periodo difícil, pero los proyectos de largo plazo quedan para la posteridad. Esos costos hay que asumirlos y mitigarlo de la mejor manera’, explicó el presidente de Cruzados, Juan Tagle, en entrevista con DF.
Sin embargo, el momento financiero que enfrenta Cruzados tiene fecha de término. De la mano del nuevo estadio, la directiva trazó un nuevo modelo de negocios más allá de lo deportivo que ‘debería verse reflejado en los estados financieros de 2026’.
‘A veces una pelota pega en el palo y es un drama. Los ingresos futbolísticos son más inestables, por eso, esto dará mayor solidez al negocio’, comentó el presidente de Cruzados.
El protagonista de la estrategia es Inmobiliaria La Franja, la filial de Cruzados que construye el estadio y es que estará encargada de la explotación inmobiliaria del recinto. ‘Todo el ingreso nuevo asociado al estadio va a estar en las manos de esta filial’, señaló Tagle.
Próximamente, Cruzados tendrá en sus estados financieros dos nuevos ítems: ingresos por eventos y espectáculos masivos, e ingresos asociados al negocio inmobiliario.
‘Es toda una línea de ventas asociada a la explotación del estadio que no existía’, detalló Tagle.
Así, tras la ampliación de más de 25.000 metros cuadrados, Cruzados tendrá 2.200 m2 de plantas comerciales arrendables -dónde se instalaría una clínica deportiva y un gimnasio-, además de 46 palcos privados, seis salones de eventos que podrían contar con sus propios contratos de name rights, y espacio para eventos masivos,
‘En un comienzo realizaremos entre cuatro y seis eventos masivos por año’, estimó.
¿Cómo impactará a las finanzas de la sociedad? Tagle explica que aún hay muchas líneas de ingresos en las que están trabajando, por lo que es muy temprano para dar estimaciones. ‘Hay que ir revisándolo, pero este es un animal que crece al doble o más’, señala.
Actualmente, por medio de una licitación, Cruzados está negociando un nuevo contrato de ticketing, no solo para que la empresa se encargue de las entradas de los partidos de fútbol, sino también para los eventos masivos y las actividades que se realizarán en las nuevas instalaciones. ‘Son varias las empresas de ticketing que están participando. Prefiero no dar nombres, pero es un mercado súper competitivo’, detalla.
Otra línea de ingresos que no está cerrada es la de los abonos. Según el directivo, la venta debería comenzar a fines de este año con más de 10.000 abonos disponibles, donde los exabonados y socios cruzados tendrán prioridad.
‘La actualización del precio es una discusión ardua que estamos teniendo. La elasticidad es muy acotada, pero queremos jugar con estadio lleno’, agrega.
Reprogramación de plazos
Al comienzo del proyecto, la inversión del nuevo recinto consideraba US$ 30 millones. Sin embargo, el monto subió hasta US$ 50 millones. ‘Eso incluye el costo de obras no consideradas en un comienzo, el pago de intereses por los bonos emitidos y los sobrecostos que se han generado, los cuales no superarían un 10% del proyecto’, explicó.
La obra, que se estimaba finalizada este año, ha sufrido retrasos. Es por eso que Cruzados se encuentra en un proceso de reprogramación de los plazos de entrega.
‘Esperamos terminar la obra hacia fines de año o principios del próximo año, aunque no tenemos un plazo determinado, ya que estamos reconsiderando los elementos críticos que construyen la ruta del proyecto’, detalló el presidente de Cruzados.
A priori, las claves pendientes del proyecto son las instalaciones de las butacas, las cubiertas, la cancha y los permisos regulatorios.
‘Faltan las cubiertas de dos sectores del estadio: las tribunas Sergio Livingstone y Alberto Fouillioux. Para eso, se requiere la instalación de las vigas de maderas de 27 metros que se están fabricando en Los Ángeles y que deben trasladarse, ensamblarse y realizarles el trabajo de mecanizado para después instalarla (…) Eso es parte de la ruta crítica’, detalla el presidente de Cruzados.
Una vez terminada la instalación de cubiertas en Livingstone, podría comenzar la habilitación de la cancha de fútbol, un trabajo que estima demoraría alrededor de 90 días.
En cuanto a la recepción, es la Dirección de Obras Municipales de Las Condes quien debe dar luz verde al proyecto. ‘El tema de los permisos, más que con preocupación, lo vemos con ocupación’, comentó Tagle, agregando que desde Cruzados ya están trabajando en modificaciones del expediente, además de considerar las medidas de mitigación.
Fuente: El Diario Financiero