Empresas ven un escenario más estable, pero aún resienten un menor acceso al crédito
Tras varios trimestres de sucesivo deterioro, el reporte expuso que las compañías indicaron que sus resultados fueron similares a los del trimestre anterior.
Ello, pese a que los encuestados siguieron dando cuenta de dificultades para traspasar sus aumentos de costos a precios finales, debido principalmente a una demanda que continúa débil.
Quizás por lo mismo, los consultados continuaron manifestando preocupación por las ventas y la situación económica del país.
‘Los sectores construcción, inmobiliario y el comercio ligado a bienes que no son de primera necesidad siguen más rezagados dentro del ciclo económico, frente a otros rubros relacionados con el comercio de bienes esenciales y servicios’, aseguró el ente autónomo.
En este contexto, ‘algo más’ de un tercio de las empresas declaró haber planificado inversiones para 2024, con una prevalencia ‘ligeramente inferior’ a lo anticipado para 2023.
Las inversiones estarían orientadas, principalmente, a la renovación y mantención de infraestructura existente, y también a la automatización de procesos y adaptación a fenómenos climáticos.
Como contraparte, decreció el porcentaje de firmas que declaró que las inversiones
planificadas para el año no se realizarán, aunque aumentó el grado de inseguridad acerca de su ejecución efectiva.
En materia financiera, se mantuvo una percepción de condiciones financieras ‘restrictivas’, aunque reconocieron el ‘paulatino descenso’ de algunas tasas de interés de corto plazo.
Esto, en un escenario en que el Banco Central ha ido reduciendo su Tasa de Política Monetaria (TPM) hasta ubicarla en 6,5% actualmente.
Los bancos consultados volvieron a resaltar el aumento de la morosidad, lo que constituye un factor relevante detrás de las restricciones de acceso y del alza de los spreads crediticios, afirmó el Central.
Al consultar por el efecto del tipo de cambio en los costos de las empresas, los entrevistados expresaron ‘impactos dispares’. Por ejemplo, algunos relataron que la depreciación del peso ha afectado sus decisiones de compras de maquinarias u otros productos e insumos importados, en tanto otras empresas han percibido mejores resultados por esta situación.
Sobre el mercado laboral, el informe no observa mayores cambios respecto de lo relatado en reportes anteriores, pero surgió una ‘ligera preocupación’ sobre el aumento de los costos salariales. Así, algunas empresas están optando por automatizar procesos.
Sobre la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, el reporte dio cuenta de que ‘solo algunos mencionaron un impacto negativo o perjuicio por su implementación, mientras que en otros casos ya había hecho adecuaciones en períodos previos’.
Las ventas, la preocupación
En el corto plazo, las empresas no esperan variaciones importantes de sus niveles de ventas, precios o disponibilidad de insumos, junto con expectativas de alzas de costos que continúan moderándose y de márgenes de ganancia que seguirán estrechándose.
Incluso, las compañías proyectaron un mejor desempeño para sus operaciones en los próximos 12 meses. Sin embargo, su principal inquietud se relaciona con las ventas.
También aumentaron levemente las firmas que esperan que la inflación sea mayor a la normal para los próximos 12 meses, en desmedro del porcentaje de aquellas que anticiparon niveles inferiores a lo normal.
Fuente: El Diario Financiero