Cencosud pone en venta emblemático edificio en Santiago centro: interesados buscan transformarlo a vivienda
Paris Alameda fue el primer local que operó la marca, inaugurado en 1949. En medio del estallido social de octubre de 2019, el establecimiento fue varias veces vandalizado. Incluso, las bodegas fueron saqueadas y se registró un incendio en el lugar.
Esto llevó a un derrumbe en las ventas del establecimiento, lo que se vio profundizado por los efectos de la crisis económica y las restricciones de funcionamiento por las cuarentenas derivadas de la pandemia.
Todo esto llevó al grupo controlado por la familia Paulmann a cerrar definitivamente este local. ‘Vemos necesario mantener sólo una ubicación en Santiago Centro, en la actual tienda de Bandera’, fue la justificación de Cencosud al anunciar el cierre del establecimiento.
Desde entonces, el local ha estado completamente desocupado y con cierres metálicos de protección entre el primer y tercer piso.
Sin embargo, la situación podría cambiar radicalmente.
Cencosud decidió finalmente vender el edificio, y ya rechazó una oferta por US$ 10 millones por la propiedad de nueve pisos y unos nueve mil metros cuadrados de superficie. El plan de los interesados es transformarlo en edificio de viviendas.
‘Entregamos una oferta nueva por el edificio de Paris de Alameda con San Antonio de alrededor de US$ 11 millones, la que considera desde el piso dos al nueve, y que el primer nivel quede en manos de Cencosud para, si así lo estiman, el desarrollo de un local comercial’, explica Marcos Kaplún, director de Kayco International Group.
Esta oficina especializada en intermediación inmobiliaria selló una asociación estratégica con Kalam de España, un reconocido actor mundial en la transformación de edificios de oficinas y de comercio en habitacionales.
La firma hispana estima que en el mentado edificio podrían caber 177 departamentos.
‘Esperamos respuesta de Cencosud, pues tenemos fondos internacionales que ya han hecho este negocio en Madrid, Paris y New York que están interesados en entrar a Chile’, complementa Kaplún.
Fuerte demanda
Actualmente, hay una serie de proyectos en el centro de Santiago que buscan transformar tradicionales edificios de oficinas y/o comerciales en habitacionales.
Por lo pronto, dueños de edificios patrimoniales de oficinas en las calles Bandera y Teatinos, ya tienen el visto bueno del Gobierno para ser reconvertidos en departamentos, lo mismo que el tradicional edificio Victoria en Huérfanos.
‘Existe un indudable interés en buscar la adecuación de edificios en el centro de la ciudad, que hoy tiene mucha más demanda por vivienda que por comercio. Al retirarse o disminuirse el comercio del área, queda mucha edificación de buena factura sin uso. Resulta entonces interesante explorar su adecuación y preferentemente, al uso residencial, que tiene la mayor fuerza en el área’, destaca Reinaldo Gleisner, vicepresidente de Colliers. ‘Claramente hay demanda sin satisfacer en ubicaciones de alta conectividad, en ubicaciones habitualmente privilegiadas’, añade.
Kaplún dice que, junto con los españoles de Kalam, ya han realizado estudios para transformar en edificios habitacionales varias casas matrices de bancos y de compañías de seguro que dejaron el centro de la capital.
‘Los dueños de edificios de oficinas que han estado vacías por mucho tiempo, han decidido bajar sus precios de venta, pues se encuentran soportando cuatro costos: financiamiento, gastos comunes, contribuciones y seguros’, asegura el director de Kayco.
Gleisner explica que la rentabilidad de pasar un edificio de oficinas a viviendas estará muy influida por el valor esperado del dueño del inmueble, dado que se deben hacer de nuevo todas las instalaciones de agua, electricidad, aire acondicionado, entre otros. ‘El valor de un edificio para su remodelación y adecuación, debe ser compatible con otros costos totales del proyecto. El producto terminado deberá tener un precio de mercado de productos similares. A su vez, mientras más regular sea el edificio, la adecuación será repetitiva por piso, lo que ayudará al control de los costos’, afirma el directivo de Colliers.
Fuente: El Diario Financiero