BC recorta cálculo de crecimiento y eleva inflación, mientras alerta por débil expansión para los próximos 10 años
En materia de crecimiento a largo plazo, planteó que se requieren políticas públicas bien diseñadas con el esfuerzo de los sectores ‘privado y público’, dijo la presidenta Rosanna Costa.
Un sombrío panorama en materia económica delineó el Banco Central en su Informe de Política Monetaria de septiembre. Recortó su estimación de expansión de la actividad de este año, como también del consumo y la inversión, mientras que en un horizonte a 10 años pronosticó que el escenario de crecimiento de tendencia será bajo, determinado por deterioros en la productividad y el mercado laboral.
‘Crecer a las tasas de mediano plazo que proyectamos (1,8%) no permite satisfacer nuestras necesidades y aspiraciones, entonces es algo de lo que debemos hacernos cargo’, remarcó Rosanna Costa, presidenta del organismo rector. ‘Nos encontramos cara a cara con el límite a nuestra capacidad de crecer’, alertó en el marco de la presentación del Informe de Política Monetaria en el Senado.
En el desglose, el Banco Central ajustó a la baja su proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) a un rango de 2,25% a 2,75%, debido a la reducción del consumo privado y una esperada mayor caída en la inversión. Para 2025 y 2026, espera una expansión del PIB de entre 1,5% y 2,5%. (Ver infografía).
Desempeño de Gobiernos
Con estas cifras del instituto emisor, el actual gobierno de Gabriel Boric cerraría su mandato con un crecimiento económico promedio de 1,7%, el más bajo desde el retorno a la democracia. (Ver infografía).
En una mirada de más largo plazo, el Banco Central también estimó que el crecimiento del PIB tendencial promediará un 1,8% en el período 2025-2034, es decir, un 0,1 punto porcentual menor respecto del cálculo de fines del año pasado, por una menor incidencia de la recuperación de la participación laboral a niveles prepandemia.
‘Ciertamente, si tenemos aspiraciones de subirlo (el PIB de tendencia), se requiere trabajar por el lado de las fuerzas que están detrás de los determinantes del crecimiento (productividad, participación laboral, educación)’, dijo Costa.
Para enfrentar este desafío y superarlo se requiere de políticas públicas ‘bien diseñadas’, precisó. Destacó que es clave la participación del sector privado como del público. ‘Para mejorar nuestro crecimiento de mediano plazo también necesitamos de una economía estable. Por ello, debemos trabajar juntos para dejar atrás algunas debilidades o cicatrices del ciclo que se inició en 2019-2020. El ahorro de largo plazo y la profundidad de los mercados se han resentido y tardarán años en recuperarse’, agregó.
Más allá de la preocupación que manifestaron los parlamentarios por los ajustes en las proyecciones de crecimiento e inflación de este año, mayor fue la inquietud sobre la decisión de apurar el recorte de tasas de interés que el Consejo adoptó el martes, cuando por otro lado el escenario central del IPoM eleva a 4,5% el pronóstico de inflación a fin de año, desde 4,2% contemplado en junio.
Detrás de este aumento, respondió, hay algunos shocks transitorios, como el alza de las tarifas eléctricas, mayores costos del transporte internacional y algo de depreciación del tipo de cambio. ‘En la medida en que los mercados internalicen que son shocks transitorios y que la inflación converge al 3%, la posibilidad de que esos factores tengan efectos de segunda vuelta o sean persistentes en el tiempo, disminuye bastante’. Y el consumo más bajo y también de la inversión ejerce menos presiones sobre la inflación, apuntó.
Otro de los fundamentos para acelerar la baja de tasas es que el actual nivel de 5,5% en que quedó la tasa de interés de política monetaria (TPM) está muy por sobre la tasa neutral que es de 3,5% a 4,5% y una media de 4%. ‘Esto significa que hoy día estamos en un nivel de contracción monetaria. La política monetaria todavía está contrayendo la economía’, sentenció. Estimó que esa contracción se irá suavizando de a poco en la medida en que se esté dando el escenario central del informe.
En inversión en capital fijo, en junio señalizaba una caída de -0,3% este año y ahora prevé un retroceso de -0,8%. Esta variable se estabilizó luego de la fuerte caída en el segundo semestre de 2023 y en el segundo trimestre de este año presentó un mejor desempeño tanto en el componente construcción y obras como en maquinaria y equipos, expone.
El informe incluye un recuadro sobre la inversión minera y su propagación al resto de la economía, que ha sido relevante para el crecimiento en los últimos años. Prevé que la inversión de capital fijo crecerá en torno a 20% acumulado en términos reales entre 2024 y 2026. ‘Esto compensaría en parte la debilidad de la inversión no minera, que se mantiene rezagada a la luz de los datos recientes’, señala. Detalla algunos riesgos como la habitual incertidumbre entre los cronogramas de las empresas y la aprobación de los permisos ambientales para sus proyectos.
Crédito bancario
El reporte da cuenta de una debilidad en el crédito bancario, aun cuando la reducción de la TPM ha seguido traspasándose con baja de 630 puntos base en los créditos comerciales respecto al primer trimestre 2023; 350 pb menos en los créditos de consumo, mientras que las tasas de crédito hipotecario han bajado 20 pb respecto al máximo de fines de 2023. El IPoM apunta a la debilidad en el crédito comercial que otorgan los bancos a las empresas, coherente con la inversión sectorial más dinámica en la minería y más débil en el resto de los sectores.
Recuerda además que las políticas activas de crédito ayudaron a expandir los préstamos comerciales más allá de lo coherente con los fundamentos y finalizadas esas políticas, el aumento de las tasas de interés y el inicio de un lento crecimiento durante 2023 ‘han contribuido a un bajo dinamismo del crédito en todo el mundo.
Frente a la preocupación de varios senadores por el costo y el pie exigido de 20% en los créditos hipotecarios, Rosanna Costa explicó que se trata de préstamos a largo plazo y hay una combinación de resguardos prudenciales que los bancos deben cumplir —como las provisiones— para tener un adecuado control de los riesgos y no generar problemas de estabilidad. El pie para los créditos tiene una regulación que no es obligatoria, pero se busca que los bancos tengan debidamente contenidos los riesgos. Dijo que en el proceso de ajuste subieron los impagos.
Ante otra consulta, la presidenta del Banco Central enfatizó que para la institución es importante que se siga definiendo un nivel de gasto público consistente con el compromiso de balance estructural y con el nivel de deuda pública sostenible en el tiempo, que se ha establecido en un 45% del PIB y hoy está en 41% del PIB. Destacó que el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) está revisando y opinando sobre la consistencia de las cifras.
Fuente: El Mercurio