Por qué el potencial de Chile con la transición energética no impulsa al PIB tendencial
Los proyectos anunciados de hidrógeno verde tendrían el potencial de disparar las inversiones en Chile en más de US$ 70 mil millones; de los cuales, unos US$ 15 mil millones son de iniciativas que ya ingresaron al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental, según un blog del Banco Central (BC). Esto, sumado al potencial que tiene el país en commodities como el litio y el cobre, que son claves para la transición energética, podría estar evidenciando un futuro promisorio para el crecimiento económico. Sin embargo, nada de esto se refleja en el tenue PIB tendencial que publicó el Banco Central en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre.
“Se estima una expansión promedio de 1,8% (del PIB) en el período 2025-2034”, calculó el Central. Previamente, la cifra se situaba en 1,9%.
“Es un número bajo”, subraya Juan Pablo Medina, académico de la UAI y parte del Grupo de Política Monetaria. “Está entre los menores números a nivel histórico”, agrega. Y, de hecho, plantea que es la menor cifra desde los años 70.
Un pie de página en el informe del Central, sin embargo, también deja en evidencia un factor. “Hay una nota muy interesante que dice que estas estimaciones no tienen en cuenta el impacto que el desarrollo de nuevos sectores económicos o inversiones en áreas como el litio o la energía verde tendrían sobre la actividad económica”, advirtió el ministro de Hacienda, Mario Marcel, en el Chile Day. Indicó, por ejemplo, que en el caso del litio la producción habrá aumentado en 76% para 2030.
La nota, efectivamente, reconoce que el escenario del crecimiento tendencial no considera “cambios estructurales” que podría enfrentar Chile en los próximos años. “En particular, no se contemplan potenciales efectos de la transición hacia energías verdes que pudieran afectar el crecimiento del sector minero, por ser aún incierto su efecto”, se señala.
“El Banco Central es muy conservador en sus cifras y, mientras no se vean los retornos concretos, no se incluyen”, reconoce Jorge Berríos, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile.
El crecimiento tendencial que estimó el ente emisor es preocupante, a juicio de varios economistas. Y hay diversas brechas a nivel laboral y de inversión que se tienen que resolver para que ese porcentaje pueda ser mayor. No obstante, el cálculo es conservador y no incluye, todavía, el potencial de la mano de la transición energética.
Factores que inciden
Uno de los grandes factores que influyeron en la perspectiva del BC es la lenta recuperación de la participación laboral hacia los niveles prepandemia.
“Las proyecciones del Banco Central se basan en el escenario macroeconómico, regulatorio y financiero existente hoy en día”, dice Natalia Aránguiz, socia y gerente de Estudios de Aurea Group. “Si bien la estrategia de hidrógeno verde podría traer fuertes inversiones al país, la gran mayoría de los proyectos están en la fase de investigación y desarrollo, midiendo líneas base, realizando las evaluaciones ambientales…”.
Por esto mismo, algunos ponen paños fríos a la estimación de PIB tendencial. “La cifra publicada por el Banco Central sin duda es preocupante”, reconoce Igal Magendzo, socio de Pacífico Research. “Pero no es una cifra escrita en piedra”, agrega. Advierte que el dato se basa mucho en la historia reciente: en los últimos 10 años (2014-2023), el país creció 1,9% anual, en promedio. Esto es, lo que dice la cifra del Central es que “si las cosas siguen como vienen, vamos a crecer poco”, pero eso no significa “que no se pueda crecer más”, aclara Magendzo.
“Fundamental será la capacidad de desarrollar nuevos sectores, pero también de seguir expandiendo los sectores existentes y en los cuales el país es competitivo”, añade el economista.
Ahí, algunos factores podrían ayudar. Berríos, de la U. de Chile, observa que se necesita volver a dar certezas para impulsar las inversiones, algo que, agrega, es complejo con las reformas de pensiones y tributaria abiertas.
Aránguiz aterriza esto al desarrollo del hidrógeno verde. “Chile tiene en Magallanes las mejores condiciones de viento para producir energía, lo que nos hace tremendamente competitivos a nivel mundial. Pero necesitamos certezas jurídicas importantes para que los capitales decidan invertir en estos megaproyectos”, sostiene.
Medina, de la UAI, apunta al mercado laboral. “La participación laboral femenina en Chile es baja comparada con países de Latinoamérica y Europa”, advierte. “La sala cuna universal podría ayudar en esta dimensión”, agrega.
Fuente: El Mercurio