Los riesgos políticos que amenazan al mercado en el corto y mediano plazo
Desde medidas populistas retomando el debate público, pasando por el resultado de las elecciones municipales, hasta el nulo avance en la reforma de pensiones, estos son los factores que podrían elevar la incertidumbre justo cuando se había logrado contener.
Desde finales de 2023, “se ha consolidado el retorno a la normalidad en el escenario político”, asegura un reporte político de Pacífico Research, escrito por Jorge Fábrega. La afirmación se basa en su “índice de inestabilidad”, que mide la cobertura de conflictos (protestas, paros, huelgas, manifestaciones) en los medios de comunicación y que, tras un aumento significativo en 2022 e inicios del año pasado, ha estado retornando a la línea base del inicio del actual período presidencial. “Ello se explica por el giro tomado por el Presidente Boric hacia consolidar una agenda de corte socialdemócrata”, dice el informe.
Esta calma política, sin embargo, podría no durar mucho. “Se esperan mayores niveles de conflictividad hacia el segundo semestre”, advierte la firma.
“El mayor riesgo para los mercados viene de potenciales medidas populistas que deterioran los fundamentos económicos y generan desconfianza e inestabilidad”, dice Sergio Lehmann, economista jefe de Bci.
Y no sería la única amenaza. “Que no se apruebe la idea de legislar en pensiones podría agudizar los sentimientos de un sistema político que está fracturado”, agrega Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno de la U. Central.
Analistas y economistas plantean varios riesgos políticos que podrían afectar al mercado en el corto y mediano plazo, justo cuando la incertidumbre se ha logrado reducir. El resultado de las elecciones municipales, el surgimiento de políticas y liderazgos populistas y un posible estancamiento de la reforma de pensiones están entre las principales amenazas.
Por ahora, la incertidumbre parece estar contenida. El riesgo país, medido en los Credit Default Swaps a 5 años, o seguros por impago soberano, está lejos de los peaks alcanzados en 2020 y 2022. Tras un máximo de 178 puntos alcanzado hace dos años, actualmente está en 54, según información de Bloomberg.
Pero, en el corto plazo, para Moreno, de la U. Central, el principal riesgo está en las elecciones municipales de octubre. “Pueden dejar demasiado desequilibradas las relaciones de poder, ya sea a favor de la oposición o del oficialismo”, advierte. “Eso generaría incentivos para que no se den acuerdos políticos en el resto del período de gobierno”, agrega.
Antes de conocer los resultados, el período de elecciones ya presenta amenazas. En el informe político de Pacífico Research, Fábrega destaca que el tono del debate político se ha consolidado “en valores positivos” en el último tiempo, con el fin de la incertidumbre por la discusión constitucional y “un discurso gubernamental que empezó a tomar distancia de las propuestas originales de cambios estructurales profundos”. Pero espera que, “en el contexto de las elecciones municipales, este tono se deteriore, reflejando las tensiones y desafíos propios del período electoral”.
“Las miradas irresponsables y cortoplacistas emergen con mayor fuerza en períodos preelectorales”, alerta Lehmann, de BCI. Y advierte que uno de los principales riesgos para el mercado es, justamente, las políticas populistas que están surgiendo. “Vemos que un grupo de políticos vuelve a instalar mensajes sin base técnica, que dañan el debate”, dice.
Su crítica va dirigida hacia propuestas como las que han surgido con relación a congelar las tarifas eléctricas y las polémicas alrededor de la Ley de Pesca, donde parlamentarios de oposición presentaron 211 indicaciones que fueron idénticas a propuestas de la gremial empresarial Sonapesca, al tiempo que algunos oficialistas buscan que se introduzca el respeto al estado “físico y mental” de los seres acuáticos. Pero Lehmann advierte que las ideas populistas también podrían influir en la discusión sobre la reforma de pensiones y pacto fiscal que tomará fuerza en los próximos días. “Es importante dejar de lado la mirada miope e ideológica y buscar acuerdos amplios”, agrega.
“Parte del Congreso continúa generando riesgos que, de materializarse, podrían causar serios daños a la economía y finanzas fiscales”, concuerda Natalia Aránguiz, socia y gerente de estudios de Aurea Group. Da dos ejemplos: uno es la iniciativa de algunos diputados por impulsar un nuevo retiro de las AFP. “Pone en riesgo el alcance del objetivo de inflación a dos años y nuevamente destruye la profundidad del sistema financiero”, dice. Esto, sin embargo, concuerdan analistas políticos, difícilmente logrará avanzar en el Congreso. Y el otro ejemplo que entrega Aránguiz es la propuesta, también en la Cámara, que busca congelar las tarifas eléctricas. “El saldo deudor acumulado en las generadoras es descomunal, por tanto, la trasferencia a los consumidores de forma paulatina es inevitable”, dice. “No hacerlo sería una irresponsabilidad con las arcas fiscales”, remarca.
El informe político de Pacífico Research también destaca el riesgo ligado a las tarifas eléctricas. “Al tratarse de un bien de primera necesidad, este incremento de precios es muy rápido y en muy poco tiempo. Por lo tanto, no solo será impopular; al ser generalizado: es esperable que genere un descontento social transversal, lo que será particularmente saliente al ocurrir en paralelo al despliegue de las campañas municipales”, plantea. “Por ende, políticamente, el Gobierno enfrentará nuevas presiones para aumentar el gasto fiscal asociado a esta materia y los modelos de proyección del gasto público deberían adicionar este factor como un escenario probable”.
Un buen manejo del Gobierno, agregan, derivaría en un mecanismo transitorio que reduzca la velocidad de los aumentos de las tarifas, pero que impida que se congelen los precios.
Política fracturada
Hacia el mediano plazo surgen otros riesgos para el mercado. Uno es que la reforma de pensiones, para la cual el Gobierno está presionando que se vote la idea de legislar la próxima semana, se estanque nuevamente. Y otra amenaza, ligada a ese inmovilismo político, es el surgimiento de liderazgos de “outsiders” de los partidos tradicionales, con visiones populistas.
“Cerrar el tema de pensiones durante la actual administración era imposible en el contexto político de hace tan solo tres meses, en el actual escenario es posible, pero improbable”, advierte Pacífico Research. Es que, si bien plantean que el Gobierno dio un giro a una agenda “completamente socialdemócrata” que podría abrir espacio con un proyecto más moderado, “la expectativa razonable que tiene la derecha de ganar la próxima elección presidencial puede torpedear esos posibles acuerdos ante la creencia que, una vez instalados en el Poder Ejecutivo, podrán avanzar una reforma aún más cercana a sus ideales”.
Una reforma de pensiones que no avance, agrega Fábrega a El Mercurio Inversiones, “implica una incapacidad del sistema político de resolver un problema sentido por la población, lo que alimenta incentivos de buscar vías que impliquen o modificación sustantiva de reglas o deterioro de otros factores para tratar de tapar una urgencia”, dice. “En cualquiera de los escenarios, es un stock de fracaso político que se va acumulando”.
Para Moreno, de la U. Central, sería una señal de un sistema político fracturado. Uno “en el que no se saca nada con cambiar las piezas: ni Piñera ni Boric traen resultados”, plantea. “Eso podría llevar a la gente a mirar fuera del sistema y privilegiar liderazgos outsiders, más populistas, como Carter, Parisi o Kaiser”, advierte.
Fábrega cree que ese escenario ya se ha comenzado a dar con el impulso que han tenido algunos de estos nombres y que “naturalmente” sería un riesgo para el mercado local. “Un líder que no forma parte del entramado formalizado en los partidos políticos con representación tiene incentivos particularmente fuertes a ‘bypassearlos’ para poder llevar adelante su agenda, sea cual sea”, advierte. “En esa búsqueda cambia reglas, procedimientos, acumula poder, busca apoyos con ideas populares, aunque técnicamente puedan ser cuestionables, elimina check and balances”.
Fuente: El Mercurio