Tras bajo IPC de mayo, economistas refuerzan visión de que el Banco Central comenzaría a recortar la tasa de interés entre julio y septiembre
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo anotó un alza de 0,1%, menor a lo esperado por el mercado, que fluctuaba entre 0,3% y 0,4%. Con este registro, la inflación en 12 meses cayó de 9,9% a 8,7%.
La inflación sorprendió otra vez. Pero ahora fue a la baja. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo anotó un alza de 0,1%, menor a lo esperado por el mercado, que fluctuaba entre 0,3% y 0,4%. Con este registro, los precios acumulan entre enero y mayo un avance de 2,3% y bajó de 9,9% a 8,7% en 12 meses.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en el quinto mes del año, 10 de las 12 divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas en la variación mensual del índice y dos presentaron incidencias negativas.
Por su parte, el índice subyacente (sin volátiles) subió 0,5%, acumulando un alza interanual de 9,9%, por debajo del 10,3% del mes previo.
Entre las divisiones con mayor incidencia mensual sorprende la aparición de restaurantes y hoteles (0,8%) con 0,055 puntos porcentuales (pp). Según el INE, esta tuvo alzas en sus dos clases, siendo la más importante restaurantes, cafés y establecimientos similares (0,8%) que incidió 0,052 pp, mientras que servicios de alojamiento (0,7%) contribuyó con0,003 pp. De los 7 productos que componen la división, seis presentaron alzas en sus precios, siendo el más relevante alimento consumido fuera del hogar (0,9%), con una incidencia de 0,031 pp, seguido de platos preparados para llevar (0,8%), con 0,015 pp. Los restantes productos con incidencias positivas acumularon 0,010 pp.
La segunda que más pesó fue equipamiento y mantención del hogar con una incidencia de 0,043 pp y un alza de 0,7%. Esta tuvo alzas mensuales en ocho de sus 10 clases. La más importante fue bienes no durables para el hogar (1,4%) que aportó 0,017 pp, seguida de muebles y artículos para el hogar (1,3%), con 0,013 pp.
De los 36 productos que componen la división, 25 consignaron incrementos en sus precios, destacando muebles para living (2,7%), con una incidencia de 0,008 pp, seguido de servicio doméstico (0,3%), con 0,006 pp. Los restantes productos con contribuciones positivas acumularon 0,042 pp.
Las restantes divisiones que influyeron positivamente contribuyeron con 0,160 pp, en conjunto. A su vez, entre las divisiones que consignaron bajas mensuales en sus precios destacó transporte (-1,0%), que incidió -0,140 pp.
Por producto, el pan presentó un aumento mensual de 2,4%, aportando 0,061 pp a la variación del indicador general. En lo que va de año acumuló 5,7% y 15,3% a 12 meses. Los huevos anotaron un incremento mensual de 8,3%, con una incidencia de 0,041 pp, y variaciones de 27,9% en lo que va del año y de 41,0% a 12 meses. En tercer lugar, se ubicó el tomate con un alza mensual de 12,0%, y una incidencia de 0,040 pp, acumulando 7,1% en lo que va del año y -13,8% a 12 meses.
¿Qué fue lo que sorprendió? En Santander afirman que “las principales sorpresas estuvieron en pasaje aéreo, paquete turístico y bus interurbano, que mostraron caídas significativas. Esto, a pesar de que, por patrones estacionales, se esperaban alzas”. Asimismo, añadieron que también hubo incrementos “algo más intensos de los que esperábamos en algunos servicios”. En su análisis destacaron que “el índice de difusión -porcentaje de productos de la canasta que mostraron variaciones positivas- se mantuvo en torno a patrones históricos. Esto da cuenta de la progresiva normalización que ha venido mostrando la inflación desde comienzos de año”.
En Tanner sostienen que “en particular la división que generó una incidencia muy relevante a la baja, fue la de Transporte, con una caída en el mes de 1% y en el año con una variación de 5,2%”. De hecho, indican que, si esta división hubiera registrado nula variación, la inflación total mensual habría sido de 0,3%”. Puntualizan que, en este ítem, destacó “la disminución de Servicios de Transporte de 3,2% en el mes, donde cobran relevancia los vaivenes de los precios de commodities de energía a nivel internacional”.
Arturo Claro, economista de Econsult, agrega que “se observó una fuerte deflación en energía (petróleo, gas, entre otros), cayendo los precios en 0,6% con respecto al mes anterior y también hubo una importante caída en varios productos de alimentación que se importan, como la carne de vacuno cuyo precio cayó 2,3% o el café que retrocedió 6,2%. En total, la división de transporte retrocedió 0,7% y la de alimentos no se movió”.
Pese a que el registro fue menor al esperado, los economistas se muestran cautos a la hora de analizar si esta información es suficiente para que el Banco Central adelante su proceso de baja de tasas, que hoy se ubica en 11,25%. Por ahora, ninguno de los economistas consultados esperan que el ente rector comience este proceso en junio, sino más bien se refuerza la visión de que será entre julio y septiembre.
Entre los primeros está Santander: “El bajo dato de inflación, sumado a los antecedentes de una economía contrayéndose de manera relevante, aumentan considerablemente las probabilidades de un recorte de la Tasa de Política Monetaria en julio, tal como lo veníamos estimando desde hace un tiempo. Una vez que se inicien los recortes de tasa, además prevemos que estos van a ser relativamente agresivos”.
En este grupo también se sitúa Martina Ogaz, economista de EuroAmerica, quien puntualiza que el escenario que esperaban antes de conocer el IPC de mayo se confirma, es decir, prevén un recorte en julio.
Inversiones Security subrayan que “hacia adelante, es esperable que continúe la moderación de la inflación, debido a que los fundamentos siguen apuntando en esa dirección. Entre los principales factores están el ajuste del gasto interno, la apreciación del peso y la moderación de los precios externos”. Por esta razón, comentan que “su expectativa sigue apuntando a un primer recorte de la TPM en julio, en virtud de los todavía elevados registros de IPC subyacente”.
Priscila Robledo, economista jefe en Fintual, menciona que “la inflación en el segundo trimestre probablemente será algo menor de lo que proyectaba el Banco Central, lo cual le da argumentos a la entidad para comenzar relativamente pronto los recortes de tasa”. En ese sentido, la economista espera que “aún quedan elementos importantes que el Central tendrá que considerar de aquí a la reunión de julio, como la inflación de junio y la reunión de la Fed. A la espera de eso, creemos que en la próxima reunión el Central no cerrará la puerta para comenzar a recortar en julio”.
Misma previsión entrega Francisca Pérez, economista de BCI, quien también reafirma que en su escenario base sigue siendo julio el inicio de la baja de la tasa de interés.
Ahora bien, entre quienes esperan que el BC inicie este proceso de ajuste en septiembre está Econsult, al que se le suma BofA, aunque no descartan que pueda ocurrir en julio.
Marco Correa, economista jefe de Bice, asevera que “seguimos esperando el primer recorte para septiembre. Si Bien el registro menor de inflación aumenta la probabilidad de que sea en julio, por otra parte la inflación sin volátiles se ubicó en 0,5%. Así, estimamos que el BC privilegiará mantener la tasa en niveles restrictivos mayores por un período levemente más largo”.
Fuente: La Tercera - Pulso