LyD y cómo elevar recaudación tributaria: Foco en evasión, exenciones y tramo exento
Más que pensar en alzas de impuestos, subraya la necesidad de avanzar en la calidad y eficiencia del gasto público, y en definir previamente los programas por desarrollar y el costo involucrado.
Con el Plan Fiscal lanzado por el Gobierno en plena discusión, han surgido visos de corrupción en el uso de recursos públicos en Antofagasta, mientras que el último informe mensual de ejecución presupuestaria de mayo arroja un crecimiento más acelerado de los gastos. En este contexto, la economista sénior de LyD, Macarena García, llama a revisar la calidad del gasto público. ‘No podemos seguir pensando en aumentar impuestos, cuando vemos que los recursos están saliendo por otras vías sobre las cuales no hay claridad’, señala.
—¿Cuál debiera ser el foco de la ejecución presupuestaria en el proceso de ajuste en que está la economía?
‘Se debe distinguir entre cuánto se gasta y en cómo se gasta. Es importante el cuánto, porque sabemos que un exceso de gasto, en una economía que se está tratando de llevar a una situación más normal, va a generar un impacto inflacionario. En eso el Gobierno ha sido responsable, ha mantenido el crecimiento del gasto dentro de lo adecuado.
La pregunta es en cómo y en qué se gasta; uno podría pensar en reorientar ciertos gastos hacia cosas más asociadas a la inversión, porque eso tiene dos efectos. Por un lado, aumenta el empleo, aunque sea transitorio, y por otro lado, la inversión pública productiva genera un aumento de la productividad en la economía y un efecto más permanente’.
—¿Debería o no incluir alzas de impuestos el Plan Fiscal del Gobierno?
‘Tiene que llamarse Plan Fiscal, porque creo que tiene que haber un ordenamiento tributario estructural de la política fiscal como un todo. Para llegar a hablar de aumentos de impuestos, primero hay que recorrer otros caminos y no estoy descartando —eventualmente, en algún momento— alzas de impuestos. En un orden de prelación de dónde generar ingresos, este debe ser uno de los últimos, porque hay otros que son menos distorsionadores, porque los impuestos siempre generan algún efecto negativo a alguien. Lo primero que se debe hacer en un Pacto Fiscal es tener clarísimo en qué queremos gastar, y en eso el Gobierno ha cambiado en el tiempo sus prioridades.
No hay una certeza completa de lo que se quiere financiar y cuánto cuesta cada cosa; cuáles son permanentes y cuáles transitorias. Porque si queremos pagar la deuda de los profesores, no se requiere de una reforma tributaria ni de una política permanente de recaudación, ya que se trata de un gasto transitorio de una sola vez.
Hay que ver otras vías para pagarlo, pero no con una reforma tributaria. Una vez que se tenga todo claro, hay que ver de dónde sacar la plata sin que ello tenga efectos negativos y ahí está el tema de la evasión. La tasa de evasión tributaria es altísima en Chile, es competencia desleal contra los que sí pagan impuestos. Hay un monto de recursos fiscales que la gente no paga y hay que lograr que paguen para que la cancha sea pareja para todos, ahí hay mucha plata’.
—En el combate a la evasión, el Servicio de Impuestos Internos implementó el Plan de Gestión de Cumplimiento Tributario (PGCT).
‘Al final, parece que no se necesitaba una reforma tributaria para empezar a reducir la evasión, hoy día tiene métodos administrativos para reducirla. Habrá que discutir en su mérito si necesitamos una reforma particular para reducir la evasión. En lo otro que hay que avanzar, y durante el gobierno anterior lo revisó una comisión de expertos, es en las exenciones tributarias. En algún minuto se otorgaron beneficios tributarios y nunca más han sido cuestionados. En esto prácticamente no se ha hecho nada y las propuestas que sí se han llevado adelante son las menos costosas, políticamente hablando; pero aquí hay que hacer lo que le conviene a la economía. Hay exenciones que se pueden reducir y eso no genera daños a la economía. Revisar lo que está pasando con el gasto público es también muy relevante. No podemos seguir pensando en aumentar impuestos, cuando vemos que los impuestos están saliendo por vías sobre las cuales todavía no hay claridad’.
—¿Qué hacer después del escándalo por el caso de la fundación Democracia Viva? ¿Terminar con el traspaso directo de fondos; revisar todas las operaciones con las ONG?
‘Se debe distinguir. Por un lado, el uso de las fundaciones es justamente porque el sector público no es lo más eficiente y rápido para solucionar situaciones que son urgentes y eso se profundizó con el tema de la inmigración en el norte del país, no solo en Antofagasta. Desde el inicio hay que plantearse cómo hacer más eficiente al sector público, pero el sector privado claramente es necesario; son esfuerzos complementarios que deben cumplir con exigencias y transparencia sobre las ventajas que ofrecen esas instituciones. Se ha sabido que se entregaron recursos a personas que no tenían las competencias requeridas para las funciones que buscaban desempeñar. Lo importante es la transparencia y exigencias mínimas’.
—De las ideas que han surgido en el Plan Fiscal, ¿qué le parece reducir el monto exento de impuesto a la renta para que más personas paguen impuestos, algo que venía planteando la OCDE también?
‘En la OCDE solo un tercio de los países tiene un tramo exento y en los otros dos tercios las personas pagan impuestos; de hecho, la tasa inicial es más de 10%. En Chile los ingresos son más bajos, no se pueden comparar con el promedio de la OCDE, y de alguna forma se justifica una parte exenta. En nuestro país el salario promedio en torno a $700.000 mensuales cae en el tramo exento de impuestos y en los demás países de la OCDE el salario promedio no está exento. Los impuestos están concentrados en muy pocas personas, por lo que se podría avanzar en reducir el tramo exento, un pequeño aumento de impuesto recaudaría mucho, al tiempo que subiría la tasa promedio al resto de los tramos.
La escala actual de tasas en el impuesto a la renta es muy lenta y hoy la tasa máxima la paga alguien cuyo ingreso es en torno a $18 millones, un ingreso muy elevado. Hay que aumentar la progresividad de las tasas. Pero ojo, aumentar los impuestos a las personas tiene un impacto negativo en el ahorro’.
Fuente: El Mercurio