Los desafíos pendientes en la transición energética
En el conversatorio se destacaron los récords alcanzados por Chile en la penetración de energía renovable. ‘En el primer trimestre de 2024 e140% del consumo eléctrico que tuvimos en el país fue abastecido por energías renovables no convencionales. Si le agregamos un 25% de generación hidroeléctrica convencional, ósea aquellas unidades de generación que tienen hidroelectricidad con embalse, con capacidad de regulación, estamos llegando a más del 66% entre estas dos energías’, indicó la directora ejecutiva de ACERA.
Aunque los avances del país son destacados, la mesa coincidió en que aún quedan desafíos para que este desarrollo en la producción de energías renovables no quede estancado. ‘Chile no ha acompañado en la generación de infraestructura a la instalación de distintas plantas de generación de renovables y eso ha hecho que se produzca vertimientos, algo muy preocupante porque se está botando energía que es barata, limpia, autóctona, y que es renovable para sustituirla por energía cara, importada y sucia’, alerta Arrarás.
A pesar de esta problemática aún existe una mirada positiva hacia el avance que podemos alcanzar como país, pero que requiere de una fuerte inversión en tecnologías para fortalecer y estabilizar la red. ‘Vemos que la transición energética se está adelantando, la línea corriente continua va a ser muy importante al final de esta década, todos los recursos estabilizantes, y la tecnología que requieren los parques renovables para participar en los servicios de red. Estamos dejando atrás los combustibles fósiles, aprovecho de destacar el aporte de ACCIONA en avanzar y habilitar plantas renovables para la prestación de servicios, que son plantas muy importantes, para suministrar estos servicios de balance para contar con una operación 100% renovable’, agrega Huber.
Es clave invertir en tecnologías que fortalezcan y estabilicen la red eléctrica, así como en la implementación de servicios de balance basados en energías renovables, lo que no solo contribuirán a reducir costos en comparación con las fuentes fósiles, sino que también impulsarán una operación más limpia y sostenible. Aunque se vislumbra un camino prometedor, es fundamental que los esfuerzos continúen y se intensifiquen para lograr una transición energética exitosa hacia un futuro más verde y sustentable para Chile.
Fuente: La Tercera - Ediciones Especiales