La inflación de julio supera lo esperado, pero el mercado prevé un agresivo recorte de tasas
Analistas estiman que la inflación seguirá convergiendo a cifra en torno a 4% anual en diciembre, si bien alertan sobre eventual efecto en bienes transables por el aumento del tipo de cambio.
Alzas en los precios de alimentos —carne de vacuno y papas, las de mayor incidencia— y del valor de paquetes turísticos impulsaron una variación de 0,4% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mensual de julio, informó el INE.
En doce meses, la inflación fue de 6,5%, frente al 7,6% anual acumulado a junio y 8,7% a mayo. Continúa su descenso luego de marcar un peak de 14,1% en agosto del año pasado.
La encuesta de expectativas económicas del Banco Central proyectaba un alza de 0,2% en el IPC de julio.
Si bien fue marginalmente más alto, analistas del mercado estiman que la inflación convergerá a en torno de 4% al finalizar el año. Mantienen su percepción de agresivos recortes de la tasa de interés de política monetaria (TPM) en lo que resta del año.
Sectores y volátiles
El segmento de alimentos y bebidas no alcohólicas registró en el mes un alza de 1,2%. La división bebidas alcohólicas y tabaco se incrementó en 1,1%. Vestuario y calzado anotó una caída de 2,7% en sus precios, y transporte, una baja de 0,2%.
El IPC sin volátiles, la medición subyacente que monitorea de cerca el Banco Central, anotó un alza de 0,3% en julio. La variación anual fue de 8,5%, versus 9,1% el mes anterior.
Entendiendo las cifras
Para Felipe Jaque, economista jefe del Grupo Security, los registros de inflación no constituyen una gran sorpresa y mantiene su proyección de una inflación que cerrará el año en un 3,7%, e inflación sin volátiles cercana a 5,5%.
La inflación sin volátiles, cuya variación mensual subió 30 puntos base respecto de la cifra previa, da cuenta de un ajuste que tiene un rezago más lento que la inflación total, sostiene Claudia Sotz, economista jefe de Tanner. No obstante, al comparar los actuales registros con patrones históricos, su conclusión es que ambas mediciones estuvieron algo por sobre las dinámicas históricas.
Jaque y Sotz advierten sobre el eventual efecto que podría tener el alza del tipo de cambio sobre los precios de bienes transables, como los combustibles. La fortaleza de la economía de Estados Unidos está llevando a una apreciación del dólar global, lo que junto a resultados decepcionantes en la economía china está afectando el tipo de cambio en Chile, plantea Jaque.
Sotz observa que si bien hasta ahora la inflación por el lado de la energía tiende a la baja, hay un riesgo de que retome una senda alcista si recrudecen las tensiones geopolíticas.
Tasa de interés
La economista de Tanner prevé que en septiembre la TPM se recorte en 100 puntos base (pb), terminando en diciembre en un 8%. En Grupo Security, Jaque estima dos bajas de 100 puntos base en las dos reuniones siguientes y 75 pb en la tercera, cerrando el año en 7,50%.
Banco Santander subió desde 3,9% a 4,3% anual su estimación a diciembre para la inflación, aunque destaca que ve ‘una rápida convergencia de la inflación hacia la meta’. Por ello, considera que siguen presentes las condiciones para continuar con recortes agresivos de la TPM.
Marco Correa, economista jefe de Bice Inversiones, también alerta de que de mantenerse el tipo de cambio en los niveles actuales, podría afectar los precios de bienes transables, aunque dice que este efecto no sería suficiente para compensar las variaciones más bajas en otras divisiones. Proyecta una inflación de alrededor de 4,1% al finalizar el año y en torno a 3% a mediados de 2024 y prevé que el Banco Central continuará recortando la TPM hasta situarla a niveles de 7,5% en diciembre.
Un nuevo recorte de tasa de 100 pb en la próxima reunión para converger la TPM a 7,75% a fin de año es la previsión de Diego Pereira, economista jefe Cono Sur de JP Morgan. Su impresión es que el mercado ha descontado un ritmo más agresivo de relajación monetaria para el cuarto trimestre, lo que no comparte, aludiendo al efecto de la recuperación de los salarios reales.
En su informe, Scotiabank Chile indica que el IPC de julio será leído por el Banco Central en conjunto con el IPC de -0,2% en junio, por lo que no afectaría el probable recorte de 100 pb en septiembre. Apunta a las implicancias de la depreciación del peso como el principal riesgo y no a la inflación pasada o a presiones de demanda. Habla de un ‘riesgo de que se moderen los recortes de la TPM en las reuniones de octubre o diciembre’ si acaso el tipo de cambio sigue ‘depreciativo, ubicándose en —o sobre— $900 por dólar el último trimestre’, señala.
CANASTA
Seis de las doce divisiones aportaron incidencias positivas en el aumento del IPC de julio.
En doce meses, la inflación fue de 6,5%, frente al 7,6% anual acumulado a junio y 8,7% a mayo. Continúa su descenso luego de marcar un peak de 14,1% en agosto del año pasado.
La encuesta de expectativas económicas del Banco Central proyectaba un alza de 0,2% en el IPC de julio.
Si bien fue marginalmente más alto, analistas del mercado estiman que la inflación convergerá a en torno de 4% al finalizar el año. Mantienen su percepción de agresivos recortes de la tasa de interés de política monetaria (TPM) en lo que resta del año.
Sectores y volátiles
El segmento de alimentos y bebidas no alcohólicas registró en el mes un alza de 1,2%. La división bebidas alcohólicas y tabaco se incrementó en 1,1%. Vestuario y calzado anotó una caída de 2,7% en sus precios, y transporte, una baja de 0,2%.
El IPC sin volátiles, la medición subyacente que monitorea de cerca el Banco Central, anotó un alza de 0,3% en julio. La variación anual fue de 8,5%, versus 9,1% el mes anterior.
Entendiendo las cifras
Para Felipe Jaque, economista jefe del Grupo Security, los registros de inflación no constituyen una gran sorpresa y mantiene su proyección de una inflación que cerrará el año en un 3,7%, e inflación sin volátiles cercana a 5,5%.
La inflación sin volátiles, cuya variación mensual subió 30 puntos base respecto de la cifra previa, da cuenta de un ajuste que tiene un rezago más lento que la inflación total, sostiene Claudia Sotz, economista jefe de Tanner. No obstante, al comparar los actuales registros con patrones históricos, su conclusión es que ambas mediciones estuvieron algo por sobre las dinámicas históricas.
Jaque y Sotz advierten sobre el eventual efecto que podría tener el alza del tipo de cambio sobre los precios de bienes transables, como los combustibles. La fortaleza de la economía de Estados Unidos está llevando a una apreciación del dólar global, lo que junto a resultados decepcionantes en la economía china está afectando el tipo de cambio en Chile, plantea Jaque.
Sotz observa que si bien hasta ahora la inflación por el lado de la energía tiende a la baja, hay un riesgo de que retome una senda alcista si recrudecen las tensiones geopolíticas.
Tasa de interés
La economista de Tanner prevé que en septiembre la TPM se recorte en 100 puntos base (pb), terminando en diciembre en un 8%. En Grupo Security, Jaque estima dos bajas de 100 puntos base en las dos reuniones siguientes y 75 pb en la tercera, cerrando el año en 7,50%.
Banco Santander subió desde 3,9% a 4,3% anual su estimación a diciembre para la inflación, aunque destaca que ve ‘una rápida convergencia de la inflación hacia la meta’. Por ello, considera que siguen presentes las condiciones para continuar con recortes agresivos de la TPM.
Marco Correa, economista jefe de Bice Inversiones, también alerta de que de mantenerse el tipo de cambio en los niveles actuales, podría afectar los precios de bienes transables, aunque dice que este efecto no sería suficiente para compensar las variaciones más bajas en otras divisiones. Proyecta una inflación de alrededor de 4,1% al finalizar el año y en torno a 3% a mediados de 2024 y prevé que el Banco Central continuará recortando la TPM hasta situarla a niveles de 7,5% en diciembre.
Un nuevo recorte de tasa de 100 pb en la próxima reunión para converger la TPM a 7,75% a fin de año es la previsión de Diego Pereira, economista jefe Cono Sur de JP Morgan. Su impresión es que el mercado ha descontado un ritmo más agresivo de relajación monetaria para el cuarto trimestre, lo que no comparte, aludiendo al efecto de la recuperación de los salarios reales.
En su informe, Scotiabank Chile indica que el IPC de julio será leído por el Banco Central en conjunto con el IPC de -0,2% en junio, por lo que no afectaría el probable recorte de 100 pb en septiembre. Apunta a las implicancias de la depreciación del peso como el principal riesgo y no a la inflación pasada o a presiones de demanda. Habla de un ‘riesgo de que se moderen los recortes de la TPM en las reuniones de octubre o diciembre’ si acaso el tipo de cambio sigue ‘depreciativo, ubicándose en —o sobre— $900 por dólar el último trimestre’, señala.
CANASTA
Seis de las doce divisiones aportaron incidencias positivas en el aumento del IPC de julio.
Fuente: El Mercurio