La familia Claro apuesta por Puerto Octay, con predios de hasta 19 has
La familia Claro incrementó su apuesta en el sur de Chile. A sus campos de avellanos europeos y actividades en la zona, ahora sumó nueva fuerza a sus inversiones inmobiliarias. A través del family office Grupo Prisma —que preside el empresario Jorge Claro y gerencia su hijo Matías—, pusieron en marcha el proyecto Fundo Paullín, en Puerto Octay, Región de Los Lagos. Se trata de la venta de diez predios agrícolas que van desde las 12 a las 19 hectáreas, y que cuentan con praderas y bosque nativo adulto. En total, unas 160 hectáreas.
“Una de las primeras diferencias es que estos terrenos son más grandes que los que se ofrecen actualmente en la zona”, señala el gerente de M&A y Private Equity de Grupo Prisma, Juan Luis Alcalde, que básicamente son paños de 5.000 metros cuadrados.
Y agrega: “Están pensados para personas que quieren residir en las cercanías de Puerto Octay y además tener una vida más sustentable tanto para la producción de alimentos como una mayor conexión con la naturaleza, y que les permita hacer una inversión segura en tierra con una buena plusvalía esperada en el largo plazo”.
Los campos —explica— han sido trabajados para generar pequeñas producciones agrícolas o ganaderas sustentables.
Los precios van entre las 6.500 UF y 10.000 UF, dependiendo de la superficie y características de los terrenos que comenzaron a venderse en septiembre.
Todo, en una zona que va al alza. Si hace una década, Puerto Octay tenía cerca de 9 mil habitantes, ahora supera los 10 mil. “Siempre ha existido un gran interés, pero para los compradores había sido difícil entrar, ya que la oferta de propiedades era mucho menor que en el resto de las comunas que rodean el lago Llanquihue”, detalla Felipe Peró, gerente Agrícola Zona Sur de Chile Sotheby’s International Realty.
Si bien la principal actividad del Grupo Prisma está concentrada en la industria del reciclaje y recolección de residuos, también tiene Agrícola Santo Domingo, en la Región de Los Ríos. Inicialmente centrada en la producción de ganadería ovina, luego se reconvirtió al rubro frutícola, desarrollando avellana europea con unas 500 hectáreas plantadas. Además de su presencia en el negocio inmobiliario, con cerca de 5.200 metros cuadrados de oficinas para arriendo, y más de 350 hectáreas en terrenos para desarrollos habitacionales, industriales y de oficinas.
Fuente: El Mercurio