CPC detecta debilidad en el consumo y la inversión, y alerta sobre riesgos tributarios
La actividad podría crecer entre -0,25% y 0,25% en 2023, proyecta la Confederación de la Producción y del Comercio.
La economía chilena continúa su proceso de ajuste, y se encamina a una normalización progresiva respecto del consumo y la inversión. Eso concluye el análisis económico trimestral que elabora la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) aunque advierte que los principales focos de incertidumbre para el sector privado siguen abiertos.
Para este año, el gremio empresarial anticipa que la actividad económica podría expandirse en un rango de entre -0,25% y 0,25%, más acotado que el proyectado hace tres meses, de entre -0,5% y 0,5%. Recalcan que el PIB del segundo trimestre anotó un descenso interanual de 1,1%, y si bien el Imacec de julio registró números azules por primera vez en seis meses (1,8% anual), “se debió principalmente a factores estadísticos relacionados con una baja base de comparación. De hecho, desde el máximo registrado en noviembre de 2021, la actividad acumula a julio de este año una caída de 2,1%, usando los datos desestacionalizados”.
Ajuste del consumo
Uno de los principales argumentos que sustenta la proyección es que la debilidad en el mercado laboral, tasas de interés en niveles elevados y mayores restricciones crediticias, mantendrán deprimido al consumo durante 2023. En particular, estiman una contracción anual del 3%, y un leve repunte de 1,5% para 2024, como resultado final del proceso de normalización respecto del boom registrado a contar del segundo semestre del 2021.
Este año, dicho ajuste se ha profundizado de la mano de una política monetaria más contractiva, que se ha reflejado principalmente en el comportamiento del consumo privado. Este indicador acumula cuatro trimestres de caídas interanuales y retrocedió un 5% en el primer semestre, marcado principalmente por una menor demanda de bienes durables. El consumo por este tipo de productos disminuyó un 25,8% en el segundo trimestre, versus caídas de 7,3% en bienes no durables y 0,9% en servicios.
Por otra parte, el desempeño del comercio —medido por el Imacec— registró en julio un descenso de 2,5%. Completó 15 meses consecutivos a la baja y un ajuste acumulado de 13,8% en comparación con el máximo registrado en julio del 2021, en pleno auge del sector a partir de las inyecciones extraordinarias de liquidez en la economía.
Inversión en riesgo
Entre las estimaciones más preocupantes del informe, se cuenta el mal desempeño que tendría la inversión: un descenso de 3% este año y de 1,5% en 2024. Aunque destacan que este indicador creció 1,6% en el segundo trimestre, registrando cifras positivas por primera vez en seis meses; tanto las importaciones de bienes de capital (-8,8%) como la construcción (-1,2%) anotaron resultados negativos en la primera mitad del año.
De acuerdo a la CPC, dicho escenario está dado porque “las condiciones para la inversión siguen mostrando un escenario muy negativo para su desarrollo, las que se ven influidas, además, por la incertidumbre del proceso constituyente y discusiones abiertas en temas relevantes para la inversión”.
Por el lado tributario, el estudio advierte que la discusión que reabre el pacto fiscal puede derivar en un incremento de las tasas de impuestos, con efectos adicionales y significativos sobre las decisiones de inversión. En tanto, en la arista constitucional, aseguran que, de no cerrarse el proceso actual, “se mantendría una incertidumbre que tiene efectos en la estabilidad política y económica, impactando en las decisiones de los inversionistas”.
Punto aparte en materia de riesgos, para la CPC, es la inestabilidad en el sistema de salud privado. Advierten que los recientes fallos de la Corte Suprema y la alta deuda que arrastra el Estado con establecimientos de salud privados “podrían tener impactos negativos sobre un sector muy relevante de la economía, con eventuales riesgos de contagios al mercado financiero”.
Escenario externo
Un cuarto factor de riesgo latente sería el escenario internacional. El documento advierte que, si bien se han alejado los temores de una recesión global, “persisten altos niveles de volatilidad en los mercados financieros y con eventuales efectos en la actividad real, en particular en China”. Sobre la economía del país asiático, profundizan que “es evidente que está perdiendo impulso debido a la actual recesión inmobiliaria, los riesgos de desinflación, aumentos en las tasas de desempleo y la disminución de las exportaciones”.
Una mayor persistencia en la inflación internacional, además, podría derivar en una depreciación del peso chileno, producto de la debilidad financiera global o mayores presiones de gasto, según el informe. Así, advierten un riesgo de que el ajuste inflacionario tarde más de lo esperado por el Banco Central, aunque proyectan una variación del 4% este año, y una convergencia al 3% hacia finales del 2024.
Para este año, el gremio empresarial anticipa que la actividad económica podría expandirse en un rango de entre -0,25% y 0,25%, más acotado que el proyectado hace tres meses, de entre -0,5% y 0,5%. Recalcan que el PIB del segundo trimestre anotó un descenso interanual de 1,1%, y si bien el Imacec de julio registró números azules por primera vez en seis meses (1,8% anual), “se debió principalmente a factores estadísticos relacionados con una baja base de comparación. De hecho, desde el máximo registrado en noviembre de 2021, la actividad acumula a julio de este año una caída de 2,1%, usando los datos desestacionalizados”.
Ajuste del consumo
Uno de los principales argumentos que sustenta la proyección es que la debilidad en el mercado laboral, tasas de interés en niveles elevados y mayores restricciones crediticias, mantendrán deprimido al consumo durante 2023. En particular, estiman una contracción anual del 3%, y un leve repunte de 1,5% para 2024, como resultado final del proceso de normalización respecto del boom registrado a contar del segundo semestre del 2021.
Este año, dicho ajuste se ha profundizado de la mano de una política monetaria más contractiva, que se ha reflejado principalmente en el comportamiento del consumo privado. Este indicador acumula cuatro trimestres de caídas interanuales y retrocedió un 5% en el primer semestre, marcado principalmente por una menor demanda de bienes durables. El consumo por este tipo de productos disminuyó un 25,8% en el segundo trimestre, versus caídas de 7,3% en bienes no durables y 0,9% en servicios.
Por otra parte, el desempeño del comercio —medido por el Imacec— registró en julio un descenso de 2,5%. Completó 15 meses consecutivos a la baja y un ajuste acumulado de 13,8% en comparación con el máximo registrado en julio del 2021, en pleno auge del sector a partir de las inyecciones extraordinarias de liquidez en la economía.
Inversión en riesgo
Entre las estimaciones más preocupantes del informe, se cuenta el mal desempeño que tendría la inversión: un descenso de 3% este año y de 1,5% en 2024. Aunque destacan que este indicador creció 1,6% en el segundo trimestre, registrando cifras positivas por primera vez en seis meses; tanto las importaciones de bienes de capital (-8,8%) como la construcción (-1,2%) anotaron resultados negativos en la primera mitad del año.
De acuerdo a la CPC, dicho escenario está dado porque “las condiciones para la inversión siguen mostrando un escenario muy negativo para su desarrollo, las que se ven influidas, además, por la incertidumbre del proceso constituyente y discusiones abiertas en temas relevantes para la inversión”.
Por el lado tributario, el estudio advierte que la discusión que reabre el pacto fiscal puede derivar en un incremento de las tasas de impuestos, con efectos adicionales y significativos sobre las decisiones de inversión. En tanto, en la arista constitucional, aseguran que, de no cerrarse el proceso actual, “se mantendría una incertidumbre que tiene efectos en la estabilidad política y económica, impactando en las decisiones de los inversionistas”.
Punto aparte en materia de riesgos, para la CPC, es la inestabilidad en el sistema de salud privado. Advierten que los recientes fallos de la Corte Suprema y la alta deuda que arrastra el Estado con establecimientos de salud privados “podrían tener impactos negativos sobre un sector muy relevante de la economía, con eventuales riesgos de contagios al mercado financiero”.
Escenario externo
Un cuarto factor de riesgo latente sería el escenario internacional. El documento advierte que, si bien se han alejado los temores de una recesión global, “persisten altos niveles de volatilidad en los mercados financieros y con eventuales efectos en la actividad real, en particular en China”. Sobre la economía del país asiático, profundizan que “es evidente que está perdiendo impulso debido a la actual recesión inmobiliaria, los riesgos de desinflación, aumentos en las tasas de desempleo y la disminución de las exportaciones”.
Una mayor persistencia en la inflación internacional, además, podría derivar en una depreciación del peso chileno, producto de la debilidad financiera global o mayores presiones de gasto, según el informe. Así, advierten un riesgo de que el ajuste inflacionario tarde más de lo esperado por el Banco Central, aunque proyectan una variación del 4% este año, y una convergencia al 3% hacia finales del 2024.
Fuente: El Mercurio