Cómo refugiarse en la UF en medio de nuevas sorpresas inflacionarias
El IPC de enero estaría llevando a reajustar los portafolios para volver a privilegiar la unidad de fomento con fuerza. Y, a pesar de que esta estrategia tendría los días contados, los analistas aún ven oportunidades.
Entre los analistas se espera que la primera baja de tasas que adopte el Banco Central sea entre mayo y julio de este año, en vez de abril, como se había previsto.
El IPC del miércoles pasado está llevando a ajustar las proyecciones inflacionarias para 2023. Es que el mercado se llevó una sorpresa desagradable: el índice de enero mostró una variación de 0,8% mes contra mes, superior a las estimaciones de 0,5%. Un dato que ha llevado a cambios en la composición de los portafolios de renta fija.
“El mercado podría volver a posicionarse en UF a la espera de nuevas sorpresas inflacionarias”, advierte Samuel Carrasco, economista sénior de Credicorp Capital.
“Con la noticia del IPC los portafolios se han ido cargando hacia más bonos en UF y menos en pesos, es decir la UF se ha hecho más atractiva”, agrega Arturo Frei, gerente general de Renta4.
“Este dato sigue demostrando que la inflación puede ser difícil de tratar y, por lo tanto, conviene aún mantenerse en activos expuestos a la UF”, concuerda Fernando Montalva, estratega jefe de Acciona Capital.
El IPC evidenció una inflación volátil y persistente, y termina presionando al Banco Central para mantener su política monetaria restrictiva por más tiempo. De hecho, en el mercado esperan que sea entre mayo y julio, en vez de abril, la primera baja de tasas. Esto estaría alargando la preferencia por la UF este año, el instrumento estrella de 2022. La duda que queda es, ¿cómo conviene refugiarse en la UF?
En el mercado varios creen que tras el IPC el posicionamiento de un portafolio debería estar en 60 o 70% en UF versus nominal (similar a la composición de los bonos). Los mecanismos, sin embargo, serían variados. “Si el horizonte de inversión en renta fija es largo, lo recomendable es hacerlo a través de fondos”, sugiere Gonzalo Reyes, socio de Abaqus.
En estas opciones, la industria se ha encargado de renovar la oferta de instrumentos. En los últimos 6 meses se abrieron 10 fondos mutuos “estructurados UF”, es decir, vehículos de renta fija local con alta exposición a emisiones en UF y que persiguen retornos estimados establecidos de antemano.
Sin embargo, no todos se inclinan por estos vehículos estructurados. “Por un tema de costo prefiero entrar a un fondo clásico de renta fija local con alta exposición a UF, dado que es un producto muy profundo en la industria”, afirma Montalva. “Es vital buscar costos bajos”.
Concuerda Frei, de Renta4. “No recomendamos fondos estructurados”, dice. Cree que es “más barato ir directamente al instrumento en vez de pasar por la remuneración de un fondo”. “Las alternativas seguirán estando en los depósitos a plazo o en los bonos en UF”, indica.
Reyes también encuentra atractivo en estos mecanismos directos. “Para plazos más cortos, es suficiente lo que dan los depósitos a plazo hoy”, explica. Estos instrumentos estarían rentando actualmente cerca de 10% a doce meses.
La preferencia por la UF, sin embargo, podría tener los días contados. “El atractivo durará hasta que el Banco Central dé los primeros indicios de baja de tasa, lo que hará caer con fuerza las curvas de tasa”, prevé Montalva. “Principalmente porque el activo se volverá muy caro”.
“Desde el segundo trimestre, la apreciación del peso chileno, la caída en los precios de los combustibles y el alto nivel de inventarios podrían acentuar la caída en el precio de los bienes y generar mayor atractivo en papeles nominales a la espera del inicio de recortes de tasa”, agrega Carrasco, de Credicorp Capital.
El problema es que, por la composición del mercado, no es muy factible dejar del todo a la UF. “La mayoría de las emisiones son en esta moneda en la parte media y larga de la curva, por lo que existe mayor liquidez que en pesos”, explica Montalva.
“Parte importante de la renta fija chilena está indexada a la UF”, agrega Guillermo Kautz, gerente de Renta Fija de MBI AGF. “Este tipo de instrumento va a seguir siendo atractivo, lo que cambiaría es la sobreponderación que han tenido en el último periodo”, anticipa.
El IPC del miércoles pasado está llevando a ajustar las proyecciones inflacionarias para 2023. Es que el mercado se llevó una sorpresa desagradable: el índice de enero mostró una variación de 0,8% mes contra mes, superior a las estimaciones de 0,5%. Un dato que ha llevado a cambios en la composición de los portafolios de renta fija.
“El mercado podría volver a posicionarse en UF a la espera de nuevas sorpresas inflacionarias”, advierte Samuel Carrasco, economista sénior de Credicorp Capital.
“Con la noticia del IPC los portafolios se han ido cargando hacia más bonos en UF y menos en pesos, es decir la UF se ha hecho más atractiva”, agrega Arturo Frei, gerente general de Renta4.
“Este dato sigue demostrando que la inflación puede ser difícil de tratar y, por lo tanto, conviene aún mantenerse en activos expuestos a la UF”, concuerda Fernando Montalva, estratega jefe de Acciona Capital.
El IPC evidenció una inflación volátil y persistente, y termina presionando al Banco Central para mantener su política monetaria restrictiva por más tiempo. De hecho, en el mercado esperan que sea entre mayo y julio, en vez de abril, la primera baja de tasas. Esto estaría alargando la preferencia por la UF este año, el instrumento estrella de 2022. La duda que queda es, ¿cómo conviene refugiarse en la UF?
En el mercado varios creen que tras el IPC el posicionamiento de un portafolio debería estar en 60 o 70% en UF versus nominal (similar a la composición de los bonos). Los mecanismos, sin embargo, serían variados. “Si el horizonte de inversión en renta fija es largo, lo recomendable es hacerlo a través de fondos”, sugiere Gonzalo Reyes, socio de Abaqus.
En estas opciones, la industria se ha encargado de renovar la oferta de instrumentos. En los últimos 6 meses se abrieron 10 fondos mutuos “estructurados UF”, es decir, vehículos de renta fija local con alta exposición a emisiones en UF y que persiguen retornos estimados establecidos de antemano.
Sin embargo, no todos se inclinan por estos vehículos estructurados. “Por un tema de costo prefiero entrar a un fondo clásico de renta fija local con alta exposición a UF, dado que es un producto muy profundo en la industria”, afirma Montalva. “Es vital buscar costos bajos”.
Concuerda Frei, de Renta4. “No recomendamos fondos estructurados”, dice. Cree que es “más barato ir directamente al instrumento en vez de pasar por la remuneración de un fondo”. “Las alternativas seguirán estando en los depósitos a plazo o en los bonos en UF”, indica.
Reyes también encuentra atractivo en estos mecanismos directos. “Para plazos más cortos, es suficiente lo que dan los depósitos a plazo hoy”, explica. Estos instrumentos estarían rentando actualmente cerca de 10% a doce meses.
La preferencia por la UF, sin embargo, podría tener los días contados. “El atractivo durará hasta que el Banco Central dé los primeros indicios de baja de tasa, lo que hará caer con fuerza las curvas de tasa”, prevé Montalva. “Principalmente porque el activo se volverá muy caro”.
“Desde el segundo trimestre, la apreciación del peso chileno, la caída en los precios de los combustibles y el alto nivel de inventarios podrían acentuar la caída en el precio de los bienes y generar mayor atractivo en papeles nominales a la espera del inicio de recortes de tasa”, agrega Carrasco, de Credicorp Capital.
El problema es que, por la composición del mercado, no es muy factible dejar del todo a la UF. “La mayoría de las emisiones son en esta moneda en la parte media y larga de la curva, por lo que existe mayor liquidez que en pesos”, explica Montalva.
“Parte importante de la renta fija chilena está indexada a la UF”, agrega Guillermo Kautz, gerente de Renta Fija de MBI AGF. “Este tipo de instrumento va a seguir siendo atractivo, lo que cambiaría es la sobreponderación que han tenido en el último periodo”, anticipa.
Fuente: El Mercurio