Ajuste en consumo golpea recaudación de IVA y se estima que impuesto a servicios presionaría a la baja ingresos
Proyecciones del Colegio de Contadores apuntan a que el gravamen a sectores que antes estaban sin cobro podría restar hasta un 50% en recursos potenciales previstos y podría generar un cambio hacia la actividad comercial exenta o informal.
En el marco del ajuste que viene experimentando la economía, los ingresos fiscales provenientes del Impuesto al Valor Agregado (IVA) cerraron diciembre con una fuerte caída.
De acuerdo a estadísticas de la Dirección de Presupuestos (Dipres), la recaudación por IVA disminuyó en ese mes un 17,4% real anual a $2.062.088 millones (US$ 2.568 millones, calculado con el tipo de cambio de cierre de ayer). Con este resultado, el impuesto al consumo —que representó el 44,2% del total de los ingresos impositivos y un 9,2% del PIB— cerró el año pasado acumulando una caída real en doce meses de 3,6% (ver gráfico).
Para 2022 la Dipres había estimado en el Informe de Finanzas Públicas (IFP) del tercer trimestre una variación de 0,9%, en línea con la normalización de la demanda interna tras la “fiesta” del consumo en 2021, impulsada por los retiros de fondos previsionales y las ayudas fiscales. Sin embargo, el ajuste fue mayor en un contexto de ralentización de la actividad económica.
La baja en el consumo jugó un rol clave en la variación negativa del IVA, y lo podría seguir repitiendo en la primera parte del año, advierte el economista y socio de la consultora Rojas y Asociados, Patricio Rojas.
“El consumo ya se venía desacelerando y cayendo en la segunda parte de 2022. Va a continuar así durante el primer semestre de 2023 y cómo se comporte hacia la segunda parte va a depender del mercado laboral. Este viene evolucionando con una baja creación de empleo, un aumento de trabajos informales. Los salarios reales en promedio vienen cayendo, a pesar del dato del mes de diciembre, muy influenciado por la reajustabilidad del sector público. Pero en términos generales las remuneraciones vienen bajando, la creación de empleo se ve lenta y la tasa de desempleo viene al alza para todo el primer semestre. Por lo tanto, eso va a seguir afectando al consumo con alguna fuerza”, explica Rojas.
Añade que “adicionalmente, el valor del crédito ha ido aumentando en coherencia con el alza de la tasa de interés por parte del Banco Central. La disponibilidad de créditos también se ha visto más ajustada. Eso también va a afectar durante la primera mitad de este año al consumo, con una fuerza igual o mayor que la que hemos visto hasta ahora. Lo más probable es que durante 2023 el consumo caiga en el orden de 4% o incluso un poco más, aun cuando el escenario hoy es un poco más favorable que cuando el Banco Central hizo sus proyecciones”.
Impacto IVA servicios
El último IFP, que se actualizará en los próximos días, proyectaba que este año en recaudación de IVA habría un retroceso real de 2,2%, en línea con la disminución esperada de los indicadores de crecimiento y demanda.
Estimaciones del Colegio de Contadores señalan que esta baja en ingresos podría verse compensada en una parte por el cobro del tributo al Valor Agregado a los servicios, que empezó a cobrarse desde enero de 2023. Sin embargo, también anticipan una presión a la baja en la demanda y en ingresos por el gravamen.
“Hay también un efecto en menor demanda de servicios afectos a IVA, como los gimnasios, peluquerías, asesorías legales, contables, etc. Los contribuyentes optarán por prestadores de servicios exentos, aquellos que pudieron reorganizarse y calificar como sociedad de profesionales. El informe financiero de la ley de financiamiento de la PGU contemplaba una merma de 30% en la recaudación por el IVA a los servicios, precisamente por una menor demanda de los servicios. En el actual escenario negativo a nivel económico y con alta inflación, como Colegio de Contadores creemos que esa merma será aún mayor y podría superar el 50% de recaudación potencial, acrecentada por la informalidad en los negocios que aumentará con medidas como el IVA a los servicios”, advierte Juan Alberto Pizarro, presidente de la comisión tributaria del gremio.
El informe financiero de diciembre de 2021 recordaba que el último informe de gasto tributario del SII estimaba que la pérdida de recaudación por IVA de los servicios que son exentos o no gravados era de $555.900 millones (en pesos de 2022). Se advertía que considerando que el aumento del IVA podría inducir un cambio en el comportamiento de los agentes, producto del aumento en el precio de los servicios sujetos a esta medida, como supuesto conservador se asumía que en el corto plazo el efecto en recaudación corresponde a un 80% de la cifra estimada y, suponiendo que estos ajustes se materializarían de forma gradual en el tiempo, a un 60% en régimen.
De acuerdo a estadísticas de la Dirección de Presupuestos (Dipres), la recaudación por IVA disminuyó en ese mes un 17,4% real anual a $2.062.088 millones (US$ 2.568 millones, calculado con el tipo de cambio de cierre de ayer). Con este resultado, el impuesto al consumo —que representó el 44,2% del total de los ingresos impositivos y un 9,2% del PIB— cerró el año pasado acumulando una caída real en doce meses de 3,6% (ver gráfico).
Para 2022 la Dipres había estimado en el Informe de Finanzas Públicas (IFP) del tercer trimestre una variación de 0,9%, en línea con la normalización de la demanda interna tras la “fiesta” del consumo en 2021, impulsada por los retiros de fondos previsionales y las ayudas fiscales. Sin embargo, el ajuste fue mayor en un contexto de ralentización de la actividad económica.
La baja en el consumo jugó un rol clave en la variación negativa del IVA, y lo podría seguir repitiendo en la primera parte del año, advierte el economista y socio de la consultora Rojas y Asociados, Patricio Rojas.
“El consumo ya se venía desacelerando y cayendo en la segunda parte de 2022. Va a continuar así durante el primer semestre de 2023 y cómo se comporte hacia la segunda parte va a depender del mercado laboral. Este viene evolucionando con una baja creación de empleo, un aumento de trabajos informales. Los salarios reales en promedio vienen cayendo, a pesar del dato del mes de diciembre, muy influenciado por la reajustabilidad del sector público. Pero en términos generales las remuneraciones vienen bajando, la creación de empleo se ve lenta y la tasa de desempleo viene al alza para todo el primer semestre. Por lo tanto, eso va a seguir afectando al consumo con alguna fuerza”, explica Rojas.
Añade que “adicionalmente, el valor del crédito ha ido aumentando en coherencia con el alza de la tasa de interés por parte del Banco Central. La disponibilidad de créditos también se ha visto más ajustada. Eso también va a afectar durante la primera mitad de este año al consumo, con una fuerza igual o mayor que la que hemos visto hasta ahora. Lo más probable es que durante 2023 el consumo caiga en el orden de 4% o incluso un poco más, aun cuando el escenario hoy es un poco más favorable que cuando el Banco Central hizo sus proyecciones”.
Impacto IVA servicios
El último IFP, que se actualizará en los próximos días, proyectaba que este año en recaudación de IVA habría un retroceso real de 2,2%, en línea con la disminución esperada de los indicadores de crecimiento y demanda.
Estimaciones del Colegio de Contadores señalan que esta baja en ingresos podría verse compensada en una parte por el cobro del tributo al Valor Agregado a los servicios, que empezó a cobrarse desde enero de 2023. Sin embargo, también anticipan una presión a la baja en la demanda y en ingresos por el gravamen.
“Hay también un efecto en menor demanda de servicios afectos a IVA, como los gimnasios, peluquerías, asesorías legales, contables, etc. Los contribuyentes optarán por prestadores de servicios exentos, aquellos que pudieron reorganizarse y calificar como sociedad de profesionales. El informe financiero de la ley de financiamiento de la PGU contemplaba una merma de 30% en la recaudación por el IVA a los servicios, precisamente por una menor demanda de los servicios. En el actual escenario negativo a nivel económico y con alta inflación, como Colegio de Contadores creemos que esa merma será aún mayor y podría superar el 50% de recaudación potencial, acrecentada por la informalidad en los negocios que aumentará con medidas como el IVA a los servicios”, advierte Juan Alberto Pizarro, presidente de la comisión tributaria del gremio.
El informe financiero de diciembre de 2021 recordaba que el último informe de gasto tributario del SII estimaba que la pérdida de recaudación por IVA de los servicios que son exentos o no gravados era de $555.900 millones (en pesos de 2022). Se advertía que considerando que el aumento del IVA podría inducir un cambio en el comportamiento de los agentes, producto del aumento en el precio de los servicios sujetos a esta medida, como supuesto conservador se asumía que en el corto plazo el efecto en recaudación corresponde a un 80% de la cifra estimada y, suponiendo que estos ajustes se materializarían de forma gradual en el tiempo, a un 60% en régimen.
Fuente: El Mercurio