Tras negativo PIB y turbulencias, economistas prevén que B. Central anticiparía rebaja de tasas
En todo el 2022, el indicador creció 2,4%, con tres trimestres consecutivos de caída respecto del trimestre anterior y un retroceso interanual en octubre-diciembre, evidencia del ajuste por el que atraviesa aún la economía tras una expansión de 11,7% en 2021.
Con los datos de cuentas nacionales del Banco Central (BC) que anotaron una expansión del PIB de 2,4% en 2022, bajo un desempeño decreciente y tras las recientes turbulencias financieras internacionales, economistas jefe de instituciones financieras consideran que se comienza a configurar un nuevo escenario y que podría implicar el anticipo en el inicio de los recortes de la tasa de interés de política monetaria (TPM).
El crecimiento del año pasado fue 0,3 puntos porcentuales inferior al que arrojaron las cifras preliminares del Imacec, tras una contracción del PIB de 2,3% en el cuarto trimestre, debido a una revisión de las cifras en el servicio de transportes al incorporar comisiones financieras pagadas a no residentes, en el contexto de la reorganización de Latam, que se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EE.UU. en 2020.
Más allá de la cifra anual, que implica un retroceso cercano a US$ 15.000 millones al cierre del cuarto trimestre de 2022 frente al mismo lapso del año previo (ver infografía), las cuentas nacionales revelan que la actividad estuvo impulsada por el consumo durante el primer semestre, pero en el tercer y cuarto trimestre el consumo de los hogares retrocedió 2,4% y 4,7%, respectivamente. La inversión en capital fijo cayó 1,7% en el cuarto trimestre.
Para el ministro de Hacienda, lo más relevante de las cuentas trimestrales es que en Chile hubo tres caídas en la actividad respecto al trimestre anterior, y el tercer trimestre fue el de contracción más negativa, lo cual indica que el ajuste fue algo más profundo de lo que se había visto en los datos de Imacec, pero ya ocurrió, remarcó.
‘Ahora la economía empieza a encaminarse en una senda de recuperación y al mismo tiempo con inflación a la baja. Tenemos un escenario que empieza a volverse más favorable, aunque siempre hay riesgos, en estos momentos relacionados con la situación en los mercados financieros internacionales’, dijo Marcel.
La visión de los economistas es que el ajuste continuará este año. ‘La actividad en enero mostró un desempeño positivo mejor que lo previsto, pero es posible que tengamos cifras negativas en marzo y los próximos meses, con una recuperación que comenzaría a notarse hacia el segundo semestre’, dice Sergio Lehmann, del BCI.
En Scotiabank Chile, Jorge Selaive anticipa Imacec interanuales negativos en abril, mayo y junio, con marzo marginalmente negativo, para comenzar después a ver cifras positivas, especialmente el cuarto trimestre, que tendrá la baja base de comparación de 2022.
Bajo este escenario, los analistas revisan las implicancias de estos resultados así como el impacto de la situación externa en la política monetaria.
El BCI —que proyecta una caída del PIB de 0,5% en 2023— había estimado que el proceso de bajas de tasa comenzaría en julio, pero con las turbulencias y los movimientos de tasas que se están viendo en los mercados, Lehmann cree que el proceso se podría adelantar hacia mayo o junio. Considera que probablemente la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos aplicará un alza en la tasa de interés rectora, más moderada de lo previsto diez días antes, y una posible mantención en adelante.
En la misma línea, Selaive no espera una acción de la Fed tan agresiva como estaba previsto, lo cual no significa que no vaya a subir la tasa, sino que probablemente entregará un mensaje de cautela respecto de la situación bancaria en EE.UU. y las implicancias en la política monetaria.
En cuanto a Chile y condicionado al IPC de marzo, Selaive ve espacio para que en la reunión de política monetaria de abril el BC entregue luces para eventuales recortes en las reuniones que vienen. Su pronóstico para el PIB este año es una caída de entre 0,5% y 1%.
La visión de Rodrigo Aravena, del Banco de Chile, es que el comienzo de los recortes de tasa tiene que venir en el corto plazo, no tan inminente, pero ve el escenario más benigno por el lado de la encuesta de expectativas, precios de los activos y riesgo a la baja en el crecimiento global por la situación bancaria externa. Apunta a junio como el posible inicio del proceso de baja de tasas para cerrar el año en torno a un 7%.
Dice que la TPM actual, de 11,25%, es sumamente contractiva, más aún mirándola en términos reales. Junto a una contracción del PIB en torno a 0,5% este año, donde hay que estar atentos a los riesgos externos, pronostica que ‘la inflación se situará este año en alrededor de un 5%, con una caída de 7 puntos porcentuales respecto a 2022 y si no se mueve la tasa nominal, eso significaría un aumento en la tasa real, con una economía en recesión, con menor consumo y menor inversión’.
Felipe Jaque, del Grupo Security, apunta a una nula variación del PIB, 0% en 2023 que fue estimado en función del mejoramiento en los términos de intercambio y las expectativas de crecimiento global, así por cómo venían mejorando las condiciones financieras locales y externas para el año, situación esta última que ahora se desarma con los últimos acontecimientos financieros en EE.UU.
Fuente: El Mercurio