SEA aprueba construcción de megaproyecto en Quilicura y municipio apelará a la justicia
La iniciativa consiste en una construcción en dos etapas; en la primera se contemplan 50 edificios de ocho pisos cada uno, divididos en cinco condominios, los cuales sumarán 1.600 viviendas. Además, propone 1.600 estacionamientos y proyectos de urbanización. Estará dividido en varias subfases y tendría una duración de 12 a 15 años: los primeros dos lotes estarían listos a inicios de 2026.
En la segunda etapa se prevé el desarrollo de un stripcenter, supermercado, locales comerciales y de comida, entre otros.
El proyecto en total consta de 104.483,68 m2 e implica una inversión de US$ 100.000.000.
Luego de la aprobación del SEA, falta que se apruebe el permiso de edificación. Mauricio Pitto, gerente inmobiliario de Inmobiliaria Todos los Santos, gestora del proyecto, ve dicho paso con optimismo, pese a que para la empresa no ha sido una tramitación fácil, debido a la postura del municipio y de otras autoridades.
La alcaldesa de Quilicura, Paulina Bobadilla, dice que ‘hemos decidido seguir los recursos judiciales pertinentes, que son presentar un recurso de reclamación, validando las observaciones ciudadanas y un recurso de invalidación’.
La jefa comunal dice que el proyecto ‘implica impactos nocivos para nuestra comunidad: saturación en servicios básicos como escuelas, liceos y centros de salud; colapso inevitable de servicios sanitarios como alcantarillados y baja presión de agua, y mayor congestión vial’, y concluye que ‘estaré a favor del desarrollo y progreso de nuestra comuna, siempre y cuando este sea armónico, mantenga o eleve la calidad de vida de nuestras vecinas y vecinos y, por sobre todo, sea amigable con el medio ambiente’.
Sin embargo, Pitto asegura que ‘el incremento vehicular, el tema de la matrícula de los colegios o los Cesfam, todo lo que preocupa mucho a la comunidad y a los vecinos es algo programado de forma ordenada y en un tiempo prudente de 12 años’.
Además, señala que ‘lo que el proyecto tiene que ejecutar es para mitigar (…), no así hacerse cargo de una deficiencia histórica que pueda tener ese sector o esa comuna’. Lo mismo dice sobre los servicios, los cuales estudiaron y asevera que no todos están saturados.
Pese a ello, Mariana Bilbao (24), quien reside con su familia en la comuna, comenta: ‘La construcción de este proyecto significaría una disminución en la calidad de vida de quienes ya habitamos en la comuna y de quienes lleguen a vivir o a trabajar, no solo por el tema de la vialidad, sino también por la saturación de los pocos servicios básicos que existen en la comuna. Hay pocos supermercados, pocos servicios de salud y hay una sola comisaría. Y también por el aumento de la densidad poblacional, que de por sí es alta’.
Por el contrario, Rodrigo Mora, académico de la U. de Chile e investigador del Cedeus, considera que este proyecto sería más bien positivo para la comuna: ‘Tiene una densidad de más o menos 500 personas por hectárea, lo cual es más o menos alto, pero tampoco es terrible (…). Es harta gente, pero está a 1,2 kilómetros de la futura estación de metro; entonces, uno esperaría que el impacto sobre la red no fuera tan alto’.
Sobre lo que plantea el municipio, dice que ‘tiene un tremendo problema de déficit habitacional y tiene que densificar sí o sí, si quiere superar su déficit. Y eso significa construir en altura. La construcción en altura por ocho pisos es mucho mejor que una con el estilo de Estación Central, de 30 (…). Es mejor que lleguen a esto que a una toma’.
Fuente: El Mercurio