Inflación sube en línea con lo esperado en EEUU en enero, pero presiona a la Fed a seguir elevando más la tasa
La tasa de interés está en un rango de 4,5% a 4,75%.
El dato mensual -impulsado por bencinas y vivienda- está por sobre el alza de 0,1% de diciembre. Pero significa una leve moderación desde el aumento de 6,5% en doce meses del mismo período, mostraron los datos del Departamento del Trabajo.
El llamado IPC subyacente, que deja fuera alimentos y energía, subió un 0,4% en el mes y un 5,6% interanual, un dato que es visto con particular atención, pues da cuenta de la persistencia.
Una vez más, todos los ojos miran a la Fed. Incluso este martes dos de sus integrantes dieron señales de que podría ser necesario subir las tasas más de lo previsto para garantizar la baja de la inflación.
El presidente de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, dijo en Bloomberg TV que ‘si la inflación persiste en niveles muy por encima de nuestro objetivo, tal vez tengamos que hacer más’. Y su par de Dallas, Lorie Logan, planteó en la Universidad Prairie View A&M que ‘debemos seguir preparados para continuar con los aumentos de tasas por un período más largo de lo previsto anteriormente, si ese camino es necesario para responder a los cambios en las perspectivas económicas o para compensar cualquier relajación no deseada en las condiciones’.
Para llevar la inflación de vuelta a su meta de 2% -desde el máximo de 40 años que alcanzó en 2022-, el banco central ha estado subiendo la tasa, hoy en un rango de 4,5% a 4,75%. El alza de febrero fue de solo 25 puntos base, el más moderado de los últimos seis movimientos.
¿Tasa más alta?
En diciembre los integrantes del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, su sigla en inglés) estimaron que la tasa máxima llegaría a cerca de 5,1% este año, y tras el dato de IPC de enero, en Bank of America (BoFA) plantearon que su rango final esperado, de 5% a 5,25%, se inclina al alza por los riesgos derivados del mercado laboral y la inflación de servicios.
Un techo que comparte Ryan Sweet, economista jefe de Oxford Economics para EEUU, quien advirtió que la inflación podría ser más alta de lo previsto en el primer semestre de este año. Su moderación sería notoria en el segundo semestre, a medida que se intensifique la desinflación de los bienes y la de servicios alcance su punto máximo.
En el plano local, Priscila Robledo, economista jefa en Fintual, señaló que tras el IPC de enero ‘no solo se hace más posible que la Fed suba sus tasas un par de veces más, sino que se empieza a abrir la posibilidad de que la Fed tenga que subir sus propias estimaciones de tasa máxima por encima del 5% a 5,25% actual’. Y, ‘se hace cada vez más remota’ la posibilidad de que en Chile el Banco Central empiece a bajar tasas en abril, lo que prevé se postergaría a junio, o incluso después.
Fuente: El Diario Financiero