Ricardo Caballero: “El escenario central es de un año difícil, pero en el margen, se ve mejor que hace tan solo unas pocas semanas”
Algo más optimista que hace unas semanas está el economista Ricardo Caballero. Y lo justifica con tres hechos: EE.UU. quebró la tendencia alcista de la inflación; Europa ha enfrentado mejor el shock energético; y China relajó su política covid-cero. De visita en Chile, donde recibió un premio a su trayectoria entregado por Clapes UC, el académico del MIT ve con mejores ojos el proceso constitucional que se avecina. Eso sí, advierte: ‘Tenemos demandas sociales que atender. Hagámoslo de la forma más eficiente posible y luego. Si no lo hacemos, nos arriesgamos a otro episodio como el que vivimos en unos años más. Estuvimos demasiado cerca de un descalabro mayor como para no hacer un esfuerzo grande para eliminar ese riesgo para siempre’. David Lefín
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e viene un año difícil, pero mejor de que lo que se pensaba hasta hace unas semanas. Así podría resumirse la mirada de Ricardo Caballero respecto de la economía global. Una mezcla de frío realismo con algo de optimismo.
Para justificar dicho cambio en la percepción, el destacado economista y director del World Economic Laboratory del MIT, menciona tres variables que quedaron en evidencia estas últimas semanas: en Estados Unidos se quebró la tendencia alcista de la inflación; Europa, con ayuda del clima, ha enfrentado el shock energético mejor de lo que se esperaba; y China relajó abruptamente tanto su política covid-cero como regulatoria.
Para el caso de Chile, su mirada también ha mejorado. Una de las gracias de vivir fuera del país, nos cuenta, es que se aprecian mejor los cambios. Y en ese sentido, asegura que el ambiente país se ve ‘ostensiblemente’ mejor que hace un año, sobre todo porque el ánimo refundacional se acabó tras el triunfo del Rechazo a la propuesta constitucional.
De paso por nuestro país, hace unos días Caballero recibió un reconocimiento a su trayectoria entregado por el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas de la Universidad Católica (ClapesUC). Uno de los expositores en la ocasión fue el ministro Marcel quien destacó que ‘(Caballero) siendo un economista de gran trayectoria, siempre tuvo disposición a escuchar y entender los temas en los que se estaba trabajando en las comisiones sobre políticas fiscales. Se dio el tiempo para aportar de buena forma. Muchos de sus aportes han sido usados en los temas de responsabilidad fiscal, por ejemplo. Hay que sentirnos orgullosos de Ricardo’.
Tras esta ceremonia, y unos días de descanso en Chile, Caballero aceptó contestar algunas preguntas de ‘El Mercurio’. Sobre el premio otorgado por Clapes, dice recibirlo ‘muy agradecido y con mucha humildad. Quienes hablaron en este evento —Felipe Larraín, Mario Marcel, Andrea Repetto y Klaus Schmidt-Hebbel, en ese orden— fueron extremadamente generosos conmigo y mi carrera académica. También me dio una oportunidad de contar un poco de lo que realmente hago, que es muy distinto de lo que aparece en mis entrevistas o charlas públicas…’.
‘Todavía no estamos libres de riesgo’
—¿Cuál es el panorama que ve para la economía mundial y cuál es su principal preocupación al respecto?
‘El escenario central es de un año difícil, pero en el margen se ve mejor que hace tan solo unas pocas semanas. Mi preocupación es más por eventos de cola (de baja probabilidad pero extremos): una escalada fuerte de la guerra en Ucrania o la tensión China-Taiwan; desestabilización del medio oriente, ahora con un régimen israelí de ultraderecha y un Irán en ebullición; un evento financiero en Europa producto de un ‘doom-loop’ entre deuda soberana y bancos locales; y el más peligroso de todos, al menos para el mundo financiero, un evento crediticio de los bonos del tesoro americano por la intransigencia del grupo anarquista de los republicanos en el Congreso’.
—Hace un par de semanas, el FMI dijo que un tercio de la economía mundial estará en recesión en 2023, porque las tres grandes economías —EE.UU., Europa y China— se están desacelerando simultáneamente, ¿comparte esas expectativas?
‘Sí, ese ha sido el escenario central desde hace varios meses, reforzado por lo que han hecho casi todas las economías a nivel individual para combatir sus propios problemas de inflación. La política monetaria actúa con rezagos, por eso su impacto en la actividad estará concentrado en la primera mitad del 2023. El caso de China es distinto, no es un tema de política monetaria, sino uno de política regulatoria y de covid-cero.
Pero las novedades de las últimas semanas han ido en el sentido contrario. En EE.UU., finalmente tenemos evidencia clara que la tendencia alcista de la inflación se quebró; Europa, con ayuda del clima, ha enfrentado el shock energético mejor de lo que se esperaba, y China relajó abruptamente tanto su política covid-cero como regulatoria’.
—En octubre usted planteó que en el caso de EE.UU. aún es ‘probable que exista una desaceleración sin una recesión significativa’, ¿lo sigue viendo así?, ¿por qué?
‘Sí, y más convencido que hace unos meses. La razón principal para mi optimismo unos meses atrás era que lograron re-anclar las expectativas de inflación muy rápidamente en el tercer trimestre del 2022, después de pasar por un susto grande durante el segundo trimestre. La razón para estar más convencido hoy es que ahora tenemos evidencia dura de que la inflación realizada también esta cayendo. Todavía no estamos libres de riesgo, y en particular tendremos que ver qué pasa una vez que lleguemos a niveles cercanos a 3%. La baja desde 3% a 2% puede ser más difícil que lo que estamos viendo en esta etapa. Pero preocupémonos de cruzar ese puente cuando lleguemos a él’.
—En cambio, respecto de Europa ha dicho que ‘les será muy difícil evitar una recesión severa’. ¿Sacarán ellos la peor parte de esta crisis?
‘Aún creo que lo pasarán peor que EE.UU., especialmente en el Norte de Europa, porque ellos tienen un problema de oferta agregada más serio que el de EE.UU. Pero, como dije anteriormente, en el margen están manejando el shock energético mucho mejor que lo que pensábamos solo unos meses atrás. Por otro lado, y muy desafortunadamente, es muy poco probable que la guerra se acabe pronto, y mientras más dure esta, más chances hay de que se quiebre algo importante en Europa’.
—¿Cuánto más deberían los países desarrollados endurecer la política monetaria y cómo eso va a seguir impactando al resto del mundo?
‘Creo que en EE.UU. la Fed ha logrado ir generando condiciones financieras suficientemente restrictivas como para esperar para ver el efecto de ellas en la actividad real. ¿Qué significa esto para las tasas de política monetaria? Depende mucho de cómo reaccionen los mercados financieros. Si estos últimos se convencen de que las tasas no seguirán subiendo mucho y el precio de los activos financieros y propiedades empieza a subir fuertemente, relajando las condiciones financieras, entonces es muy probable que tendrán que subir las tasas aún más. Por el contrario, si los mercados se mueven en un rango, creo veremos el peak de tasas muy luego. En resumen, hay que pensar en términos de condiciones financieras, no de tasas bases’.
‘China es hoy menos previsible que en las últimas décadas’
—En el caso de China, ¿cuál cree será el efecto del fin de la política de covid cero en su economía?, ¿es posible revertir la situación de desaceleración?, ¿ve un riesgo estructural en el menor crecimiento chino?
‘China es hoy menos previsible que en las últimas décadas. Hace unas semanas nos sorprendieron a todos con un cambio de 180 grados en la estrategia covid y regulatoria. Ahora parecen estar tratando de maximizar crecimiento de corto plazo. Producto de esto, debieran experimentar un rebote cíclico fuerte. En términos de crecimiento de mediano y largo plazo, está cayendo por razones económicas previsibles, como el ciclo demográfico y la convergencia partiendo de niveles de producto per cápita muy bajos, pero también por un giro fuerte de las prioridades del gobierno de Xi hacia temas geopolíticos. Veremos si el cambio de estas últimas semanas es una recalibración de estas prioridades. Ojalá sea así, pero lo dudo’.
—En ese contexto, ¿qué espera para los mercados emergentes en 2023 y en particular para Latinoamérica?
‘Los mercados son distintos a las economías. Estas últimas deben pasar por el ajuste cíclico que necesitan. Por otro lado, los mercados ya internalizaron todo esto y se enfocan en lo que es nuevo. Y lo nuevo, como mencioné anteriormente, ha sido positivo. En el margen, el contexto internacional ha mejorado, y las apreciaciones cambiarias de nuestras monedas ayudarán a acelerar el proceso de control de nuestras inflaciones’.
—Y aterrizando en Chile, ¿cómo está viendo hoy a la economía chilena? También según el FMI, será el único país de Latinoamérica que contraerá su PIB este año.
‘Esto es parte de lo mismo. Tuvimos una política fiscal explicita e implícita (en particular los retiros) mucho más fuerte que la del resto de las economías emergentes, luego hoy tenemos más ajuste que hacer. Estamos en eso’.
Fuente: El Mercurio