B. Central anuncia mayor rapidez en nuevos recortes de tasa ante debilidad de la economía
Destaca la caída del consumo y la estabilidad de la inversión, así como la pérdida de dinamismo de la actividad durante el segundo trimestre, con alza puntual en julio.
La decisión por unanimidad del Consejo del Banco Central de reducir ayer en 25 puntos base la tasa de interés referencial a un 5,50% estuvo dentro de lo esperado por el mercado, pero toda una sorpresa fue su anuncio de apurar el tranco en las nuevas bajas del tipo rector, cuando las expectativas apuntaban a un proceso de recortes más bien conservador.
El Consejo estimó que, de concretarse los supuestos del escenario central del Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre, que será revelado hoy en el Senado, “la reducción de la TPM hacia su nivel neutral será algo más rápida que lo previsto en junio”.
De las razones para un ritmo más acelerado, que emanan del comunicado de la sesión del Consejo, el economista jefe del Grupo Security, Felipe Jaque, destaca la debilidad de la demanda interna; una inflación subyacente menos preocupante que hace uno o dos meses; y expectativas en los mercados respecto a que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos iniciará en septiembre las bajas en la tasa de interés de los fondos federales de esa economía.
La mediana de la tasa neutral es de un 4%, con un rango entre 3,5% y 4,5%, explica Jaque, y la interpretación del mercado es que se ubicará en la parte alta. Recuerda que hasta hace poco existían dudas acerca si en el segundo semestre el Central recortaría tasas. Con el nuevo mensaje ve probable finalizar el año con la TPM en 5%, para continuar con reducciones el primer semestre de 2025, llegando a 4,5% a mediados de año.
El Consejo destaca el reciente mensaje del presidente de la Fed (Jerome Powell) sobre el inicio del proceso de recortes de tasa en esa economía, con una inflación que ha continuado disminuyendo y un mercado laboral con señales de enfriamiento.
Débil actividad
En el plano local, menciona la pérdida de impulso de la actividad durante el segundo trimestre que, si bien era esperada, fue mayor a la prevista. “Por el lado de la demanda, el análisis de las series trimestrales desestacionalizadas resalta la caída del consumo y la estabilidad de la inversión”, indica el comunicado.
Si bien se menciona que el Imacec de julio se aceleró de manera significativa, esto responde a factores puntuales.
Hace referencia al aumento de la tasa de desempleo a 8,7% en el trimestre móvil terminado en julio y lo atribuye, en parte, a factores estacionales.
Con variaciones anuales de 4,4% en la inflación en la serie referencial empalmada y 3,4% en la inflación subyacente, la autoridad monetaria reconoce que el aumento de la inflación total fue algo mayor al previsto en junio, explicada por los componentes más volátiles de la canasta del IPC. Remarca que tanto la Encuesta de Expectativas Económica (EEE) como la Encuesta de Operadores Financieros mantienen ancladas al 3% las expectativas de inflación en el horizonte de dos años de la política monetaria.
“El conjunto de antecedentes disponibles sugiere cambios acotados en el panorama de actividad, aunque el gasto evidencia mayor debilidad”, estima el Consejo. Asimismo, da cuenta de un crédito bancario que continúa débil, especialmente su componente comercial.
Con el recorte de 25 pb, se dio lo que esperaba el mercado, que el Banco Central retomara el proceso de bajas de tasas, dice Marco Correa, economista jefe de BICE Inversiones. “El rápido avance hacia la tasa neutral fue un mensaje más dovish de lo previsto”, agrega. Su lectura es que al menos en octubre y diciembre habrá otros dos recortes de 25 pb para cerrar el año con una TPM en 5%.
Por otra parte, Correa alude a la desaceleración de la actividad y a un mayor desempleo que muestran los registros administrativos de la Superintendencia de Pensiones, como factores que también estarían pesando en la política monetaria. En el escenario del BICE, el PIB crecería este año en torno a 2,5%, básicamente por la fortaleza de las exportaciones, pero la demanda interna está muy debilitada.
La economista jefe de Fintual, Priscila Robledo, califica de “heroica” la decisión del Banco Central de avanzar más rápido con las bajas de tasas. Le da la impresión de que en el IPoM de hoy se reducirán las proyecciones de crecimiento para este año y que subirá la de inflación y, aun así, considera como supuesto que no hay una persistencia de la inflación. Le sorprende este cambio de tono más dovish, considerando que quedan alzas en las tarifas eléctricas este año y también para la primera parte de 2025.
Con todo, el economista jefe de Coopeuch, Felipe Ramírez, estima que tras este recorte de la TPM y el giro del Banco Central, hoy se deberían registrar una caída en las tasas y una depreciación del peso frente al dólar.
El Consejo estimó que, de concretarse los supuestos del escenario central del Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre, que será revelado hoy en el Senado, “la reducción de la TPM hacia su nivel neutral será algo más rápida que lo previsto en junio”.
De las razones para un ritmo más acelerado, que emanan del comunicado de la sesión del Consejo, el economista jefe del Grupo Security, Felipe Jaque, destaca la debilidad de la demanda interna; una inflación subyacente menos preocupante que hace uno o dos meses; y expectativas en los mercados respecto a que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos iniciará en septiembre las bajas en la tasa de interés de los fondos federales de esa economía.
La mediana de la tasa neutral es de un 4%, con un rango entre 3,5% y 4,5%, explica Jaque, y la interpretación del mercado es que se ubicará en la parte alta. Recuerda que hasta hace poco existían dudas acerca si en el segundo semestre el Central recortaría tasas. Con el nuevo mensaje ve probable finalizar el año con la TPM en 5%, para continuar con reducciones el primer semestre de 2025, llegando a 4,5% a mediados de año.
El Consejo destaca el reciente mensaje del presidente de la Fed (Jerome Powell) sobre el inicio del proceso de recortes de tasa en esa economía, con una inflación que ha continuado disminuyendo y un mercado laboral con señales de enfriamiento.
Débil actividad
En el plano local, menciona la pérdida de impulso de la actividad durante el segundo trimestre que, si bien era esperada, fue mayor a la prevista. “Por el lado de la demanda, el análisis de las series trimestrales desestacionalizadas resalta la caída del consumo y la estabilidad de la inversión”, indica el comunicado.
Si bien se menciona que el Imacec de julio se aceleró de manera significativa, esto responde a factores puntuales.
Hace referencia al aumento de la tasa de desempleo a 8,7% en el trimestre móvil terminado en julio y lo atribuye, en parte, a factores estacionales.
Con variaciones anuales de 4,4% en la inflación en la serie referencial empalmada y 3,4% en la inflación subyacente, la autoridad monetaria reconoce que el aumento de la inflación total fue algo mayor al previsto en junio, explicada por los componentes más volátiles de la canasta del IPC. Remarca que tanto la Encuesta de Expectativas Económica (EEE) como la Encuesta de Operadores Financieros mantienen ancladas al 3% las expectativas de inflación en el horizonte de dos años de la política monetaria.
“El conjunto de antecedentes disponibles sugiere cambios acotados en el panorama de actividad, aunque el gasto evidencia mayor debilidad”, estima el Consejo. Asimismo, da cuenta de un crédito bancario que continúa débil, especialmente su componente comercial.
Con el recorte de 25 pb, se dio lo que esperaba el mercado, que el Banco Central retomara el proceso de bajas de tasas, dice Marco Correa, economista jefe de BICE Inversiones. “El rápido avance hacia la tasa neutral fue un mensaje más dovish de lo previsto”, agrega. Su lectura es que al menos en octubre y diciembre habrá otros dos recortes de 25 pb para cerrar el año con una TPM en 5%.
Por otra parte, Correa alude a la desaceleración de la actividad y a un mayor desempleo que muestran los registros administrativos de la Superintendencia de Pensiones, como factores que también estarían pesando en la política monetaria. En el escenario del BICE, el PIB crecería este año en torno a 2,5%, básicamente por la fortaleza de las exportaciones, pero la demanda interna está muy debilitada.
La economista jefe de Fintual, Priscila Robledo, califica de “heroica” la decisión del Banco Central de avanzar más rápido con las bajas de tasas. Le da la impresión de que en el IPoM de hoy se reducirán las proyecciones de crecimiento para este año y que subirá la de inflación y, aun así, considera como supuesto que no hay una persistencia de la inflación. Le sorprende este cambio de tono más dovish, considerando que quedan alzas en las tarifas eléctricas este año y también para la primera parte de 2025.
Con todo, el economista jefe de Coopeuch, Felipe Ramírez, estima que tras este recorte de la TPM y el giro del Banco Central, hoy se deberían registrar una caída en las tasas y una depreciación del peso frente al dólar.
Fuente: El Mercurio