La fama de la “permisología” de Chile llega hasta Canadá
Si bien Chile ya no es conocido como el país que enfrenta un proceso constituyente refundacional, entre las personas de negocios en Canadá identifican que el problema más importante que impide la dinamización de las inversiones en el país es la “permisología”.
El proyecto de planta desalinizadora Aguas Horizonte, que trabajan Transelec y Marubeni para Codelco, pareciera ser un ejemplo de los escollos. Se trata de una iniciativa que ocupa a más de cinco mil trabajadores, que extrae agua de mar y abastecerá las operaciones de Chuquicamata, Radomiro Tomic y Ministro Hales, con 160 kilómetros de tuberías y obras de ingeniería de punta.
“Encima de todo las dificultades logísticas que se puedan imaginar, equipamientos verdes, personal muy talentoso de más de 20 países… debemos decir que el desafío más grande son los tiempos de permisos”, comentó ayer Olivia Heuts, vicepresidenta de Desarrollo de Negocios de Transelec. Las decenas de inversionistas, analistas y empresarios chilenos y canadienses que la escucharon en el Queen’s Park Ballroom del hotel Shangri-La, en Toronto, durante la primera jornada del Chile Day, destacarían después su presentación.
La ejecutiva detalló que aparte de tramitar una concesión marítima y la aprobación ambiental, este proyecto “requiere más de 400 permisos sectoriales de más de 20 entidades y cruza tres municipalidades”. Llevan 30% de progreso, “por lo que este es el año más agitado para nosotros”. Su plazo para operar corre desde 2025.
En todo caso, Heuts había comenzado su presentación enumerando las oportunidades de Chile. Por medio de distintas láminas iluminó la cartera de proyectos de Transelec y, en general, las oportunidades verdes que se abren en el país (“Chile es un país que está convirtiendo las amenazas del cambio climático en oportunidades”).
En el mismo escenario, José Ignacio Valdez, director ejecutivo y jefe de Banca de Inversión en Latinoamérica de Scotiabank, partió en un tono similar. Exhibió ocho gráficos que mostraban a Chile mejor posicionado que pares de América Latina en los ejes fiscal, comercial o financiero.
“Pero no todo es perfecto”, manifestó después. Y su primer problema coincidió con el comentado por Heuts. “Los permisos excesivos aumentan el tiempo de desarrollo del proyecto y los costos”, indicó Valdez. Planteó cómo esa dimensión afecta a las grandes iniciativas de inversión, por lo que valoró lo que antes había escuchado de la ministra de Obras Públicas, Jessica López: que en el Congreso se tramita el proyecto de ley sobre “permisología”, que apunta a un “sistema inteligente de permisos”.
En una presentación inicial, López describió cómo funciona el MOP, cuál es la cadena de decisiones ante licitaciones y concesiones y el prominente rol del sector privado en la construcción de las obras. Mencionó la cartera de iniciativas que están planificadas para 2024 y 2025 y, de modo general, los proyectos de ley que lleva adelante el Gobierno para diversas áreas, incluidos los permisos.
Otras observaciones
Valdez agregó otros elementos al debate. Por ejemplo, la menor liquidez del mercado de capitales chileno tras los retiros previsionales, y cómo el riesgo político de fases como los procesos constitucionales se traspasaron al sentimiento económico.
Olivia Heuts cuestionó que se haya perdido en torno al 20% de la energía proveniente de fuentes renovables debido a restricciones en la transmisión. También pidió al Gobierno que perfeccione el proyecto de ley que regula las plantas desalinizadoras, que en todo caso está incluido en la agenda de fast track económico. Al respecto, sugirió que en las indicaciones sustitutivas se cree una concesión específica (no como las marítimas), que se dote a la gestión de una autoridad competente para agilizar las distintas fases de una iniciativa, y que le otorgue al Estado un poder de imposición de servidumbres en casos determinados.
Fuente: El Mercurio