El impacto que tendría el salto del dólar en la tasa de interés del BC
Para algunos analistas, sería un problema para la lucha contra la inflación. Otros desestiman un efecto de gran relevancia.
Es una preocupación al interior del Banco Central (BC) y lo fue desde la Reunión de Política Monetaria de julio, según las minutas del emisor. Una potencial depreciación del peso fue tema de discusión entre los consejeros mientras debatían si impulsar un primer recorte de la TPM por 75 puntos base o por los 100 que finalmente decidieron. Y, con el fuerte salto del dólar tras dicho encuentro, probablemente vuelva a ser objeto de debate.
En agosto, el dólar ha subido $24,1 y, en lo que va del segundo semestre, ha saltado más de $70 (a $866,4 al cierre del jueves). De ahí que la semana pasada, la presidenta del emisor, Rosanna Costa, reconociera que la divisa “ha tenido un aumento relevante” y que el camino de recortes de tasas puede ser más lento que los 100 puntos base que espera parte del mercado.
Pese a que el salto en el dólar tendría un impacto en la inflación, el golpe sería limitado, según analistas. “Si bien podría generar presiones inflacionarias, estas serían transitorias, a no ser que el peso muestre una tendencia de depreciación persistente, lo cual no es el escenario base”, dice Francisco de la Cerda, economista de LarrainVial Research.
El mismo Banco Central ya ha calculado el impacto, recuerda De la Cerda. “En el IPoM de marzo estimaron que el pass-through (traspaso a la inflación) al octavo mes es de 0,13 para las depreciaciones y 0,07 para las apreciaciones, pero, en un año plazo, estas convergerían a niveles similares de 0,10”, afirma. “Es decir, la reciente depreciación en torno a 8% llevaría a un incremento de los precios de 0,8 puntos porcentuales en la inflación dentro de un año”.
Pero De la Cerda plantea que, ante un escenario de demanda interna cayendo significativamente, ese pass-through sería menor al de estimaciones históricas. Por esto, la depreciación del peso “no debería cambiar la evaluación del Central”. Y cree que “continuará recortando la TPM a un ritmo de recortes (al menos) igual a 100 puntos base”.
Marco Correa, economista jefe de BICE Inversiones, también cita cálculos del Central. “Con un alza generalizada del dólar frente a otras monedas, el coeficiente de traspaso es cercano a 0,05, relativamente bajo”, asegura. “Mientras que, en depreciaciones endógenas del peso (el peso debilitándose, mientras otras monedas se mantienen), el impacto es mucho mayor, cercano a un traspaso de 0,26”. A su juicio, la reciente depreciación no es exclusiva de la moneda chilena y, por eso, cree que “el efecto en la inflación no sería tan elevado”.
Natalia Aránguiz, socia y gerenta de estudios de Aurea Group, cita otro factor que puede contener el efecto de un dólar alto sobre la inflación: el superávit comercial del primer semestre alcanzó los US$ 11.257 millones. “Nos permite tener un poco más de tolerancia con el tipo de cambio”, dice.
No todos creen que el nivel del dólar sea inocuo para la TPM. “La subida del dólar y algunos commodities, sumado a cifras de inflación mayores a las esperadas, han afectado las expectativas para la TPM”, dice Arturo Claro, economista de Econsult. “Antes de estas cifras, el mercado esperaba implícitamente una tasa a diciembre menor a 7,5%, ahora la ve cercana a 8%”.
En agosto, el dólar ha subido $24,1 y, en lo que va del segundo semestre, ha saltado más de $70 (a $866,4 al cierre del jueves). De ahí que la semana pasada, la presidenta del emisor, Rosanna Costa, reconociera que la divisa “ha tenido un aumento relevante” y que el camino de recortes de tasas puede ser más lento que los 100 puntos base que espera parte del mercado.
Pese a que el salto en el dólar tendría un impacto en la inflación, el golpe sería limitado, según analistas. “Si bien podría generar presiones inflacionarias, estas serían transitorias, a no ser que el peso muestre una tendencia de depreciación persistente, lo cual no es el escenario base”, dice Francisco de la Cerda, economista de LarrainVial Research.
El mismo Banco Central ya ha calculado el impacto, recuerda De la Cerda. “En el IPoM de marzo estimaron que el pass-through (traspaso a la inflación) al octavo mes es de 0,13 para las depreciaciones y 0,07 para las apreciaciones, pero, en un año plazo, estas convergerían a niveles similares de 0,10”, afirma. “Es decir, la reciente depreciación en torno a 8% llevaría a un incremento de los precios de 0,8 puntos porcentuales en la inflación dentro de un año”.
Pero De la Cerda plantea que, ante un escenario de demanda interna cayendo significativamente, ese pass-through sería menor al de estimaciones históricas. Por esto, la depreciación del peso “no debería cambiar la evaluación del Central”. Y cree que “continuará recortando la TPM a un ritmo de recortes (al menos) igual a 100 puntos base”.
Marco Correa, economista jefe de BICE Inversiones, también cita cálculos del Central. “Con un alza generalizada del dólar frente a otras monedas, el coeficiente de traspaso es cercano a 0,05, relativamente bajo”, asegura. “Mientras que, en depreciaciones endógenas del peso (el peso debilitándose, mientras otras monedas se mantienen), el impacto es mucho mayor, cercano a un traspaso de 0,26”. A su juicio, la reciente depreciación no es exclusiva de la moneda chilena y, por eso, cree que “el efecto en la inflación no sería tan elevado”.
Natalia Aránguiz, socia y gerenta de estudios de Aurea Group, cita otro factor que puede contener el efecto de un dólar alto sobre la inflación: el superávit comercial del primer semestre alcanzó los US$ 11.257 millones. “Nos permite tener un poco más de tolerancia con el tipo de cambio”, dice.
No todos creen que el nivel del dólar sea inocuo para la TPM. “La subida del dólar y algunos commodities, sumado a cifras de inflación mayores a las esperadas, han afectado las expectativas para la TPM”, dice Arturo Claro, economista de Econsult. “Antes de estas cifras, el mercado esperaba implícitamente una tasa a diciembre menor a 7,5%, ahora la ve cercana a 8%”.
Fuente: El Mercurio