Grandes mineras ven recuperación de producción y reactivación de inversiones hacia fines de año
El líder del gremio destacó el trabajo de Hacienda, que se encuentra confeccionando una línea de base para acelerar la tramitación de permisos, con reuniones quincenales, que se suman a iniciativas de otras carteras en la misma dirección.
Con moderado optimismo ven en el Consejo Minero el resto del año, incluso con mejoras en los niveles de producción de cobre y una reactivación de la inversión.
El presidente ejecutivo del gremio minero, Joaquín Villarino, destaca el trabajo que está impulsando el Ministerio de Hacienda. Esto, en materia de confección de una línea de base para acelerar la tramitación de permisos, con reuniones quincenales, que se suman a iniciativas de Economía, y la reforma al SEIA que elabora Medio Ambiente.
‘Hay que ser justos y reconocer que el Gobierno está haciendo el esfuerzo para tener un buen diagnóstico y para tramitar leyes donde hay que tramitarlas, tomar medidas administrativas o de carácter reglamentario’, indica Villarino. No obstante, añade que estos esfuerzos conviven con ‘una realidad compleja, con una serie de funcionarios regionales, secretarios regionales, miembros de las comisiones evaluadoras regionales que actúan con bastante tardanza, arbitrariedad y sin unidad de criterio’.
—¿Cómo conversa esta situación con la mayor necesidad que existe a nivel global de producir más cobre?
‘La única manera de enfrentarlo es trabajando conjuntamente con el aparato público, con transparencia y con seriedad. Las empresas tienen que mejorar, en muchos casos, la calidad de su estudio y de su trabajo. Tenemos que construir sistemas que den confianza a la ciudadanía, de tal manera que cuando se otorguen los permisos y se autoricen los proyectos, no exista un manto de duda sobre la seriedad y sobre los verdaderos impactos que va a tener ese proyecto. El Estado no puede desaparecer de la escena una vez que aprueba un proyecto, tiene que ser primero en defenderlo, porque él es el que le da garantía a la ciudadanía de que se han cumplido los requerimientos para aprobar, construir y ejecutar ese proyecto’.
—¿Les preocupa la caída en los niveles de producción que se arrastran hace años?
‘A ver, vemos que vamos a tener incremento de producción en el caso de Escondida, que está con mejores leyes. En el caso de Pelambres, tendrá mayor producción; la caída de Codelco es circunstancial y estaba prevista hace tiempo y, por lo tanto, este momento de menor producción tiene una explicación exacta, se sabía desde antes que íbamos a tener una caída en producción. En informes del CRU se dice que vamos a salir de este valle a fines de año y deberíamos poder recuperar producción a fines de este año, principios del próximo. En el caso de Codelco, yo creo que es conocido públicamente que está en la transición hacia iniciativas, a su materialización, ejecución definitiva de los proyectos estructurales y, por lo tanto, pasa por un valle de menor producción que evidentemente lo ha afectado, pero lo ha declarado el propio Codelco’.
—¿A qué factores asocian esta caída en los indicadores productivos de la industria local?
‘Yo creo que aquí se han juntado dos fenómenos: uno es la baja de leyes, que lleva a que sea más costoso tener la misma producción que antes, no obstante la ingente suma de dinero y de inversiones que se han realizado. Pero también es cierto que hoy día tenemos un problema de permisología, que los proyectos se están demorando ocho o nueve años en obtener sus permisos, incluso si son ampliaciones, y, por lo tanto, el retraso en ampliación y en ejecución de muchos proyectos se debe a un Estado lento que no permite que aquello se realice’.
‘Por último, hay que tener en cuenta que pasamos cuatro años y medio discutiendo la carga tributaria del sector, con etapas en las cuales, como en la Cámara de Diputados, se acordó subir la carga tributaria hasta un 80% de los proyectos. En ese contexto, pocas decisiones o inversiones relevantes se podían tomar en el país, porque con una carga tributaria del 80% ningún proyecto era rentable. Además, pasamos por una discusión constitucional donde ninguna de las reglas vigentes para el desarrollo de la actividad minera quedaba en pie. Esos niveles de incerteza que había en el país no eran habilitantes para el desarrollo de grandes inversiones y han costado a Chile postergación de las mismas, retraso de los proyectos y, por lo tanto, es lo que está justificando y explicando, en parte, la caída de la producción’.
—¿Ven que se ha despejado ese tipo de incertezas, tras el rechazo a la propuesta de Constitución y cierre del proyecto de royalty?
‘Hay que decirlo, el tema de los permisos parece que está encaminado hacia una buena solución. El royalty, si bien llevamos una pérdida de competitividad respecto a nuestros directos competidores, ya se resolvió y es una incerteza menos. El proceso constituyente, que no sabemos si va a terminar aprobándose o rechazándose, al menos se conduce por camino de menos estridencia y con menos extremos y menos disruptivos para la actividad privada en general. Eso, yo creo también, en general, está siendo mirado desde afuera como una serie de señales —estas tres que acabo de mencionar— que tienden a incentivar de nuevo la inversión en el desarrollo de la actividad privada. Por lo tanto, yo soy más optimista que pesimista’.
‘Creo que si el Estado termina por cumplir, y el Gobierno termina por cumplir adecuadamente su compromiso de reducción de plazos y mejora de eficiencia de nuestro reglamento de permiso, tenemos una Constitución razonable para el desarrollo de la actividad privada, vamos a ver más inversiones en la minería y es lo que estamos viendo’.
—¿Cómo miran la propuesta de pacto fiscal que busca impulsar el Gobierno?
‘El pacto fiscal es un conjunto de buenas declaraciones. Creo que se solucionan por lo menos parcialmente algunos de los problemas que planteaba la reforma tributaria que fue rechazada, pero de nuevo, seguimos enfocados como país en un pacto recaudatorio más que en un pacto fiscal. Es decir, pareciera que lo evidente es que la forma en que el Estado recauda más es a través del crecimiento económico, pero hay sectores que no lo terminan de comprender’.
‘Creo que falta una mirada estratégica. Esta carencia hace que el Estado esté entrampado muchas veces solo en la mirada recaudatoria en torno a la minería, y no en la mirada de desarrollo de un polo que significa innovación, tecnología, movilidad social, desarrollo geopolítico en el norte de Chile, desarrollo tecnológico y encadenamiento productivo’.
Fuente: El Mercurio