Hacienda plantea régimen de transición hacia sistema desintegrado e impuesto sustitutivo
Como una forma de fomentar el retiro de utilidades a tasas rebajadas, se propone que sociedades puedan acceder a una tasa total de 32% y 34%, pudiendo utilizar como crédito el impuesto de primera categoría.
En las últimas reuniones para avanzar hacia un pacto fiscal que ha sostenido esta semana con gremios empresariales como las pymes y la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), el Ministerio de Hacienda propuso una serie de medidas que perfeccionan el proyecto de reforma tributaria rechazado en marzo e incluye nuevas propuestas para ir acercando posiciones.
De acuerdo a una presentación de la autoridad realizada el lunes a organizaciones de empresas de menor tamaño, en la que se detallan la mayoría de los apoyos que irían al sector, una de las medidas apunta a la transición del régimen transparente (pymes liberadas de impuesto a empresas) al dual o desintegrado.
En la iniciativa original, Hacienda definió como un sistema dual de impuesto a la renta el régimen general impositivo para las grandes empresas, que dejará de ser semiintegrado entre el impuesto a las personas y a las empresas, como funciona actualmente, pasando a ser desintegrado. Actualmente, un socio de una empresa puede descontar de su impuesto personal hasta un 65% de lo que ya tributó su compañía. Con la reforma original, ese crédito tributario se elimina y el pago de impuestos se realiza por separado entre compañía y accionista. Para ello, se mantiene el tributo de Primera Categoría en 27%, pudiendo ser rebajado a 25% si hay inversiones en innovación y tecnología, y se crea un impuesto único a los dividendos de 22%.
Para pasar del régimen transparente al dual Hacienda planteó que las utilidades que hubieran completado su tributación y que no hayan sido retiradas de la empresa deberán registrarse en el registro de utilidades con tributación cumplida sin orden de imputación. Asimismo, las utilidades que se imputaron al beneficio de reinversión tendrán preferencia para su distribución durante el primer año de ingreso al régimen general. Por los siguientes tres años mantendrán la preferencia, pero a continuación de las nuevas utilidades generadas. Al 5º año el saldo deberá anotarse en el REX (Registro de Rentas Exentas e Ingresos no constitutivos de Renta).
En la transición del régimen integrado al dual, se propone que las firmas podrán mantener el SAC (control de los saldos acumulados de créditos por impuestos a empresas) y distribuir utilidades con crédito por hasta 4 años desde el ingreso al régimen dual. Durante el primer año las utilidades tendrán preferencia en su retiro, por los siguientes tres años podrán ser retiradas a continuación de las nuevas utilidades. Durante todo este período podrán además acoger parte o todas estas utilidades a un impuesto sustituto de impuestos finales con tasa 35% con crédito por el tributo pagado por la empresa.
Asimismo, como forma de fomentar el retiro de utilidades a tasas rebajadas, se propuso que las sociedades puedan también acceder a un impuesto sustitutivo (ISUA). En este caso, las utilidades quedarán sujetas a una tasa total de 32% y 34%, pudiendo utilizar como crédito el impuesto de primera categoría. “Esta opción resulta más beneficiosa para las pymes que para las empresas en el régimen general, pues estas últimas quedarían sujetas a tasas totales de entre 34 y 36%”, se precisa en la presentación.
También se amplía el porcentaje de reinversión hasta el 70%, que supone una distribución mínima de 30% de las utilidades, y se amplía el monto máximo imputable a 7.000 UF.
Visión de expertos
A juicio del socio líder de Impuestos de Grant Thornton, Nicolás Alegría, “proponer un impuesto sustitutivo para un pyme realmente no tiene sentido, pues el socio no busca retirar para gastarse el flujo, necesita reinvertirlo”.
Advierte que “se echan de menos medidas que para las pymes realmente han movido la aguja. Depreciación instantánea, por ejemplo, de bienes físicos y de intangibles es algo que debiera mantenerse”.
El presidente de la comisión tributaria del Colegio de Contadores, Juan Alberto Pizarro, dice que “más que una ruta del emprendimiento debemos contar con una carretera del crecimiento a nivel de nuestro sistema tributario. Esto implica evaluar el establecimiento de un solo régimen integrado de renta para todas las empresas independientes de su tamaño, restablecer la equidad horizontal y eficiencia del sistema y diferenciar tasas de impuesto renta menores para las pymes”.
GRADUALIDAD
Para volver a la tasa de 25% a las pymes, se propone un proceso gradual, que culminará en 2028.
De acuerdo a una presentación de la autoridad realizada el lunes a organizaciones de empresas de menor tamaño, en la que se detallan la mayoría de los apoyos que irían al sector, una de las medidas apunta a la transición del régimen transparente (pymes liberadas de impuesto a empresas) al dual o desintegrado.
En la iniciativa original, Hacienda definió como un sistema dual de impuesto a la renta el régimen general impositivo para las grandes empresas, que dejará de ser semiintegrado entre el impuesto a las personas y a las empresas, como funciona actualmente, pasando a ser desintegrado. Actualmente, un socio de una empresa puede descontar de su impuesto personal hasta un 65% de lo que ya tributó su compañía. Con la reforma original, ese crédito tributario se elimina y el pago de impuestos se realiza por separado entre compañía y accionista. Para ello, se mantiene el tributo de Primera Categoría en 27%, pudiendo ser rebajado a 25% si hay inversiones en innovación y tecnología, y se crea un impuesto único a los dividendos de 22%.
Para pasar del régimen transparente al dual Hacienda planteó que las utilidades que hubieran completado su tributación y que no hayan sido retiradas de la empresa deberán registrarse en el registro de utilidades con tributación cumplida sin orden de imputación. Asimismo, las utilidades que se imputaron al beneficio de reinversión tendrán preferencia para su distribución durante el primer año de ingreso al régimen general. Por los siguientes tres años mantendrán la preferencia, pero a continuación de las nuevas utilidades generadas. Al 5º año el saldo deberá anotarse en el REX (Registro de Rentas Exentas e Ingresos no constitutivos de Renta).
En la transición del régimen integrado al dual, se propone que las firmas podrán mantener el SAC (control de los saldos acumulados de créditos por impuestos a empresas) y distribuir utilidades con crédito por hasta 4 años desde el ingreso al régimen dual. Durante el primer año las utilidades tendrán preferencia en su retiro, por los siguientes tres años podrán ser retiradas a continuación de las nuevas utilidades. Durante todo este período podrán además acoger parte o todas estas utilidades a un impuesto sustituto de impuestos finales con tasa 35% con crédito por el tributo pagado por la empresa.
Asimismo, como forma de fomentar el retiro de utilidades a tasas rebajadas, se propuso que las sociedades puedan también acceder a un impuesto sustitutivo (ISUA). En este caso, las utilidades quedarán sujetas a una tasa total de 32% y 34%, pudiendo utilizar como crédito el impuesto de primera categoría. “Esta opción resulta más beneficiosa para las pymes que para las empresas en el régimen general, pues estas últimas quedarían sujetas a tasas totales de entre 34 y 36%”, se precisa en la presentación.
También se amplía el porcentaje de reinversión hasta el 70%, que supone una distribución mínima de 30% de las utilidades, y se amplía el monto máximo imputable a 7.000 UF.
Visión de expertos
A juicio del socio líder de Impuestos de Grant Thornton, Nicolás Alegría, “proponer un impuesto sustitutivo para un pyme realmente no tiene sentido, pues el socio no busca retirar para gastarse el flujo, necesita reinvertirlo”.
Advierte que “se echan de menos medidas que para las pymes realmente han movido la aguja. Depreciación instantánea, por ejemplo, de bienes físicos y de intangibles es algo que debiera mantenerse”.
El presidente de la comisión tributaria del Colegio de Contadores, Juan Alberto Pizarro, dice que “más que una ruta del emprendimiento debemos contar con una carretera del crecimiento a nivel de nuestro sistema tributario. Esto implica evaluar el establecimiento de un solo régimen integrado de renta para todas las empresas independientes de su tamaño, restablecer la equidad horizontal y eficiencia del sistema y diferenciar tasas de impuesto renta menores para las pymes”.
GRADUALIDAD
Para volver a la tasa de 25% a las pymes, se propone un proceso gradual, que culminará en 2028.
Fuente: El Mercurio