Marcial Echenique plantea densificar corredores de trenes para combatir el déficit habitacional
El exdecano de Arquitectura de la Universidad de Cambridge afirmó que en Chile se creó una “escasez artificial de terrenos”, debido a que en los 90 se restringió el desarrollo urbano y se puso un límite alrededor de las ciudades
Expandir las ciudades con la construcción de viviendas en torno a los corredores de ferrocarriles y carreteras interubanas, más que solo poner énfasis en nuevos edificios dentro de las urbes. Esa es la propuesta de Marcial Echenique, uno de los más destacados arquitectos chilenos, quien fue clave en el plan nacional de infraestructura diseñado en los 90, que dio origen a las actuales concesiones viales, portuarias, aeroportuarias y trenes suburbanos.
El arquitecto de la UC es doctor en urbanismo en la Universidad de Barcelona, con un posdoctorado en transportes y modelos matemáticos en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, misma casa de estudios donde fue decano de la Facultad de Arquitectura y de la cual hoy es profesor emérito. Desde 1990 ha colaborado con todos los gobiernos chilenos, excepto este último, en el desarrollo de infraestructura. Uno de sus últimos trabajos fue una propuesta con obras al 2050, que se dio a conocer en 2020, cuando Alfredo Moreno era ministro de Obras Públicas.
Echenique —Premio Nacional de Urbanismo del Reino Unido— viajará a Chile desde Inglaterra para participar —como orador— en el “Encuentro 3xi Vivienda: La ciudad no da más”, que se realizará el 19 de julio en el Centro Cultural Espacio Matta, en la comuna de La Granja. Para esa actividad serán convocadas cerca de 200 personas del mundo público, privado, académico y civil para analizar la crisis por déficit de viviendas que enfrenta Chile.
En conversación con “El Mercurio”, Echenique analizó las causas del déficit habitacional, que ronda las 650 mil unidades, existiendo más de 1.000 campamentos. “El problema de Chile en vivienda es gravísimo”, sostuvo.
Entre los factores más recientes que explican esa situación destacó el fuerte aumento de la inmigración, que presiona la demanda de casas que existía previamente en el país. A ello se añade el alza de las tasas de interés, que encarece y dificulta el acceso a créditos.
También explicó que en Chile se generó una “escasez artificial de terrenos”, debido a que a inicios de los años 90 se restringió el desarrollo urbano y se puso un límite alrededor de las ciudades. Recordó que esa planificación buscó casi duplicar la densidad de Santiago de 80 a 150 habitantes por hectárea, para evitar que se afectara la zona más agrícola y las personas no realizaran viajes largos.
Ante ello, indicó, el valor del suelo subió fuertemente y creció la especulación con relación a la tierra. Asimismo, afirmó, las inmobiliarias construyeron edificios más altos y se redujo el tamaño de los departamentos, para subir la densidad y optimizar el uso de los terrenos.
En ese marco, señaló que últimamente ha proliferado la demanda por parcelas, ya que la gente valora el entorno y la posibilidad de construir su casa de forma paulatina. Pero sostuvo que si se hubiese implementado una planificación adecuada, en vez de que se instale solo una casa en un sitio de 5.000 m2, podrían ser 10 o 20 unidades.
Solución
Marcial Echenique sostuvo que una solución para abordar el déficit habitacional es generar desarrollos habitacionales alrededor de los sistemas de transportes en zonas suburbanas. En particular, destacó el potencial que existe en torno a los corredores ferroviarios y de las estaciones de trenes.
Planteó que se puede aumentar la densidad en el tramo Santiago-Rancagua, en la zona relacionada al próximo tren a Melipilla, y en áreas donde ya pasa o llegará el ferrocarril, como Tiltil, Villa Alemana, Limache y La Calera.
Asimismo, propuso nuevos desarrollos urbanos vinculados a la Ruta 68, la Ruta 5 Norte y la carretera que une Santiago con Los Andes. Añadió que esta misma fórmula se puede aplicar en Concepción y Puerto Montt, densificando los ejes de transportes que están fuera del centro.
Echenique admitió que algunos expertos insisten en densificar los ejes del metro en la RM, pero precisó que su propuesta alude a las áreas suburbanas.
Sobre cómo se aborda la propiedad del suelo si se pretende construir en zonas agrícolas o industriales que colindan con sistemas ferroviarios o viales, Echenique afirmó que “si al mercado se le permite hacer desarrollos, este va a responder, reacciona inmediatamente. Lo importante es que los planes se integren, no que el transporte vaya por un lado y el crecimiento urbano por otro, pero eso requiere de coordinación”.
El arquitecto defendió su propuesta de extender las ciudades y aseguró que “es un gran mito que Santiago esté muy expandido y sea poco denso”. Incluso, destacó que tiene una mayor densidad que Nueva York y la ciudad de París (no solo el centro).
Planteó que en los techos de las nuevas casas que se construyan se podrían instalar paneles solares y el excedente de energía se vendería a la red. Echenique tampoco cree que la construcción de viviendas en extensión sea un riesgo para el suelo agrícola, porque pese al fuerte aumento de las parcelaciones, la producción agrícola en las regiones Metropolitana, Valparaíso y O’Higgins sigue creciendo, dijo.
Respecto de los tipos de soluciones habitacionales que deberían generarse en estas nuevas zonas, el arquitecto indicó que deben existir opciones para diferentes grupos sociales.
Alternativas a Ruta 5
Si bien reside en Inglaterra, Marcial Echenique está al tanto del comportamiento de la infraestructura en Chile, incluyendo el desempeño que tuvo en el último evento climático que produjo cortes en la Ruta 5.
El arquitecto comentó que la Ruta 5 se puede cortar por efecto de la naturaleza o por actos terroristas. Por ello, señaló que es necesario desarrollar corredores alternativos a ese eje vial, tanto por la costa como por la precordillera.
“Necesitamos más infraestructura para hacer más resiliente y aumentar la capacidad de transporte”, sostuvo. Agregó que se deben seguir construyendo obras concesionadas y que hay que cobrarles a quienes las utilizan, pues de lo contrario no habrá dinero para mantenerlas.
Fuente: El Mercurio