En voto dividido, el Banco Central mantiene la tasa en 11,25% y apronta el inicio de recortes
Lectura de analistas del mercado es que el proceso de normalización de la política monetaria se iniciaría en julio, anticipando que las reducciones partirán con 50, 75 o 100 puntos base.
Al igual como ocurrió en septiembre del año pasado, la decisión del Consejo del Banco Central de mantener en 11,25% la tasa de interés de política monetaria (TPM) fue adoptada con voto de mayoría, de la presidenta Rosanna Costa y los consejeros Alberto Naudón y Luis Felipe Céspedes y el voto disidente de dos consejeros.
El vicepresidente, Pablo García y la consejera Stephany Griffith Jones se inclinaron por reducir la tasa de referencia en 50 puntos base. En septiembre de 2002, cuando el Consejo subió la TPM en 100 pb, la consejera optó por un alza de 75 pb y García por 125 pb.
Pero más allá de las diferencias en la votación, el Consejo del organismo rector remarcó que “la evolución más reciente de la economía apunta en la dirección requerida”. “De mantenerse estas tendencias, la TPM iniciará un proceso de reducción en el corto plazo”, dijo la entidad, luego de reunirse ayer el Consejo antes de presentar hoy el Informe de Política Monetaria (IPoM) en la Comisión de Hacienda del Senado.
Tras el mensaje del BC, en el mercado se prevé que este proceso de recortes comenzará en julio, aunque las previsiones para la partida van desde reducciones de 50 pb a 100 pb.
En el comunicado, el Consejo deja en claro que en la magnitud y temporalidad de las reducciones de la TPM se tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación.
La evaluación de la autoridad monetaria es que tanto la inflación total como la subyacente han disminuido según lo previsto, y en el horizonte de dos años de la política monetaria las encuestas de expectativas y a operadores financieros (EEE y EOF) se ubican en la meta de 3%. Haber mantenido la TPM contractiva por varios trimestres es lo que, a su juicio, ha contribuido en forma relevante a la baja de la inflación.
El voto dirimido, en opinión de Jorge Selaive, economista jefe de Scotiabank Chile, muestra la flexibilidad que existe respecto a la interpretación de los datos recientes. Una mantención de tasa “con mucho sabor a recorte”, dice.
El Banco Central considera que la actividad y la demanda han evolucionado acorde lo esperado, donde el peor resultado desde el lado de la oferta fue en el sector minero. Por el lado del gasto, en el primer trimestre la principal diferencia estuvo en el consumo privado, con una caída en los bienes durables, especialmente importados, mientras que la inversión en capital fijo se mantiene estancada durante varios trimestres. El mercado laboral presenta menor dinamismo, y siguen pesimistas las percepciones sobre la economía por parte de las empresas y hogares.
Selaive vaticina que los recortes comenzarán en julio y espera que no sea inferior a 50 puntos base porque prevé una mayor desaceleración de la actividad y una menor inflación. Que ambos consejeros se hayan inclinado por un recorte de 50 puntos base, le parece que habla de “la necesidad de sorprender al mercado y que los costos involucrados, tenían más beneficios para la estabilización del consumo, que mantener la tasa”.
Hacia fines de año espera que la TPM se ubique entre 6,5% y 7,5% y pronostica que la inflación cerrará el año en 3,7% anual. “Espero que la decisión del Banco Central mitigue el profundo proceso de desaceleración que se está viendo en el consumo y el estancamiento de la inversión”, subrayó.
Entre 50 y 75 puntos base es el primer recorte de tasas que el BCI prevé para julio. Tanner Investment apunta a un rango entre 50 y 100 puntos base. Bice Inversiones anticipa una reducción de 50 puntos base para situar la TPM en un 8% a fines de año.
Con una acelerada reducción de la inflación, ganancias por el lado de la subyacente y si los datos de actividad siguen débiles, el economista Felipe Alarcón ve probable que los dos consejeros disidentes estén por una reducción entre 75 pb y 100 pb para compensar con la magnitud, el momento en que se inicia el proceso de recortes.
Que haya sido una decisión dividida, solo muestra las típicas diferencias que se presentan al momento de inflexión de la política monetaria, dice el economista de Clapes UC, Hermann González. La diferencia está más en el momento, que en la dirección, señala. Le parece que en julio debería partir la reducción de tasas con 50 pb.
Si bien el mercado ya había comenzado a internalizar que prontamente el Consejo del BC podría iniciar el ciclo de relajamiento monetario, “el hecho de que haya aumentado la probabilidad que ello ocurra en julio tendrá algún impacto en los precios financieros, dijo el Santander en un informe. “Así, esperamos que las tasas swap de corto plazo puedan tener algún ajuste y que la bolsa suba. El tipo de cambio exhibiría una depreciación, pero, en caso de ocurrir, sería leve”, agregó.
EFECTO
Tras la decisión del BC, en el mercado esperan un ajuste en las tasas swap de corto plazo, una subida de la bolsa y que el tipo de cambio exhiba una leve depreciación.
Fuente: El Mercurio