Baja en la tasa de interés sería principal cambio de foco del Banco Central en IPoM de junio
Estiman que parte importante del ajuste se ha cumplido y que recortes a partir de julio llevarían la tasa rectora desde 11,15% vigente a entre 8% y 8,5% a fin de año.
Junto a una modificación en la orientación de la política monetaria hacia un proceso de reducción en la tasa de interés de referencia, economistas jefe de instituciones financieras anticipan que el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio ajustará el rango de crecimiento del PIB para 2023, que el reporte de marzo situó entre -0,5% y +0,5%.
Un ajuste al alza del PIB para este año es lo que Rodrigo Aravena, del Banco de Chile, prevé que realizará el instituto emisor. Reduciendo el piso del rango a -0,25% y elevando a 0,75% el techo de crecimiento.
Sergio Lehmann, del banco BCI, y Marco Correa, de la corredora Bice Inversiones, vislumbran más bien una corrección a la baja en el techo del rango de crecimiento. Estiman que se mantendría en -0,5% el piso estimado en marzo, bajando a 0,25% el escenario de expansión previsto anteriormente.
Aravena calcula un nulo crecimiento del PIB a diciembre de 2023; Lehmann, una caída de -0,2%, y Correa, de -0,8%.
El gran cambio esperable en el IPoM de junio que la autoridad monetaria presentará la próxima semana, se relaciona con la orientación de la política monetaria, dice el economista del Banco de Chile. Si bien el reporte anterior mantuvo un sesgo neutral basado en una fuerte preocupación por la inflación y el aún elevado consumo, el tono será distinto y estará marcado por otros factores. Entre ellos, Aravena menciona el deterioro del escenario externo, la caída en la actividad y la fuerte corrección del déficit en cuenta corriente. ‘Esto sugeriría que una parte importante del ajuste ya ha ocurrido y permitiría adoptar un sesgo expansivo, anticipando recortes de tasas en el corto plazo’, sostiene.
Cálculo a la baja
en inflación
La visión de Lehmann desde el BCI es que, respecto del IPoM de marzo, probablemente el informe hará un ajuste a la baja en la cifra proyectada de inflación sin volátiles a diciembre. ‘Esto daría espacio para una baja algo más acelerada de lo que preveían en la tasa de política, la que cerraría en 8,5% en diciembre de este año y en torno a 4,5% a fines de 2024. Su percepción es que estará preparando el terreno para iniciar en julio un proceso de recortes en la tasa de interés de política monetaria (TPM).
Correa nota que, a diferencia de los informes anteriores, las expectativas de inflación de mediano plazo ya se han acercado bastante a la meta de 3%. Donde piensa que pudiese haber mayor preocupación es con la inflación sin volátiles, que aún se mantiene bastante elevada. ‘Estimamos que el primer recorte de tasas sería en la reunión de septiembre y finalizaría el año en niveles de 8% y 5% el próximo’, anticipa. Agrega que con ello, la tasa se mantendría en niveles contractivos, pero de una menor magnitud.
Ajuste de tasas
Al considerar que las expectativas inflacionarias han caído, la TPM real estaría siendo más contractiva, observa Aravena, lo que en su opinión valida más el espacio para un ajuste en la tasa nominal. Dado lo anterior, estima que ‘el corredor de tasa que incluya el IPoM podría plantear recortes incluso desde junio, con una TPM cercana a 8% este año y 4,5% el próximo’. Pese a ello, piensa que la autoridad monetaria mantendría riesgos al alza en la inflación y añadiría riesgos a la baja en crecimiento, esta vez por factores externos.
Para Correa, uno de los riesgos que se podría estar gestando es que la economía comience a mostrar una caída mayor a la esperada, por efectos de un ajuste rezagado. Así, la inflación podría caer más rápido, incluso bajo la meta del 3% anual hacia la mitad de 2024, lo que requeriría un rápido recorte de tasas que, en un escenario extremo, podría llevar la TPM a un ritmo similar al de 2009.
Lehmann concuerda que, en lo que dice relación con las holguras de capacidad, se hará visible que en lo grueso el ajuste de la economía se habría completado, reafirmando el espacio para el pronto inicio de la normalización de la política monetaria.
En el escenario local, piensa que el Banco Central señalará que la incertidumbre se ha reducido en forma significativa, lo que se refleja en premios por riesgo sustancialmente más bajos, menor volatilidad del tipo de cambio y un mejor sentimiento de mercado. En línea con eso, cuenta que se ha visto algún retorno de capitales desde el exterior, fundamentalmente de no residentes.
Ámbito externo
En el plano internacional —continúa—, hace ver que tanto en Estados Unidos como en Europa se observarían aún alzas en la tasa de política, reconociendo que la inflación subyacente está siendo más persistente de lo previsto, en línea con servicios que muestran buen dinamismo, en contraste con manufacturas, que se contraen. Respecto de China, el economista del BCI indica que las cifras de actividad reconocen un menor impulso del previsto, lo que ha llevado a sus autoridades a recortar tasas de interés.
Lehmann sostiene que si bien los riesgos externos siguen siendo relevantes, se han reducido en los últimos meses. Ha disminuido la volatilidad global y el sector bancario en EE.UU. se ve más favorable tras las tensiones de hace unos meses. Otros riesgos que menciona es la persistencia inflacionaria y la respuesta de los bancos centrales a esa situación; las tensiones geopolíticas ligadas a la guerra en Ucrania y la compleja relación entre EE.UU. y China.
A nivel local, dice que los riesgos estarían asociados al avance del nuevo proceso constitucional y ánimo para acuerdos amplios, al igual que en materia de reformas. Desde el punto de vista macroeconómico, una inflación que tarde más en converger hacia la meta producto de la indexación y la persistencia, lo cual llevaría a un mayor ajuste en la economía.
AJUSTE DEL PIB
Se espera que el Banco Central ajuste el rango de crecimiento del PIB para 2023, desde su actual nivel de entre -0,5% y +0,5%.
Fuente: El Mercurio