Banco Central aumenta requerimiento de capital a la banca y sorprende al sistema financiero
Argumentó que es una medida precautoria ante la mayor incertidumbre externa, aunque las pruebas de tensión dan cuenta de la solvencia de la banca local. La decisión no es coherente con el diagnóstico ni con el objetivo, dice la ABIF.
En la reunión de política financiera del primer semestre, que antecede la presentación del Informe de Estabilidad Financiera (IEF), por la unanimidad de sus miembros y con el informe favorable de la Comisión para el Mercado Finaciero (CMF), el Consejo del Banco Central decidió activar por primera vez el Requirimiento de Capital Contracíclico (RCC) en un nivel de 0,5% de los activos ponderados por riesgo, exigible en el plazo de un año.
Al comunicar su decisión, el Consejo indicó que se trata de una medida precautoria, ante la mayor incertidumbre externa. “No obstante que el escenario macroeconómico ha evolucionado en línea con lo previsto, ha aumentado el riesgo de la ocurrencia de un shock externo servero. Aunque la probabilidad es baja, su efecto negativo en la economía sería significativo”, advierte.
Al mismo tiempo, anticipó que las pruebas de tensión del sistema bancario que presentará hoy en el Informe IEF, dan cuenta de la solvencia de la banca: “esta se encuentra con un nivel de provisiones y capital suficiente para enfrentar un escenario de tensión severo. Sin perjuicio de lo anterior, el sistema está en proceso de convergencia a Basilea III”, agrega
Una decisión que para la banca es “sorpresiva”. Decir que es por la situación financiera internacional, no le cuadra mucho a José Mena, presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF). Hace hincapié en que “los problemas de los bancos internacionales no tienen ninguna relación con la banca chilena, tal como lo mencionado la autoridad”.
“Nosotros no vemos la activación de este instrumento como algo coherente, ni con el diagnóstico, ni con su objetivo”, subrayó.
El RCC es una atribución del Banco Central que se enmarca en los estándares de capital para la banca de Basilea III y su objetivo es fortalecer la resiliencia del sistema bancario frente a episodios disruptivos que pueden tener un impacto significativo en la economía. De acuerdo a precisiones de la autoridad, “el requerimiento consiste en la acumulacón de un “colchón” o buffer de capital, para que esté disponible frente a escenarios de estrés severos, caso en el cual se libera a este colchón y, con ese margen adicional se mitigan los impactos negativos de una abrupta restricción de servicios esenciales, como la oferta de crédito”.
Acerca del contexto en el ámbito externo en que se tomó la decisión, el Consejo destaca el deterioro de las condiciones financieras desde fines del año pasado, lo que ha elevado la incertidumbre sobre su evolución futura. “Los episodios de tensión bancaria de inicios de año dejaron de manifiesto debilidades de regulación, supervisión y gestión de riesgos en las entidades afectadas”, indica.
Si bien reconoce que las autoridades han contenido dichas turbulanecias, alerta acerca de que persisten dudas en el mercado respecto del sistema financiero en las economías desarrolladas.
En el plano interno, señala que continúa el proceso de ajuste, el consumo privado se ha ajustado a la baja, el endeudamiento fiscal se ha estabilizado y moderado el déficit en cuenta corriente. Se han reducido las primas por riesgo y “el análisis de los indicadores financieros no sugiere que amplifiquen los riesgos sistémico”. Además, la encuesta de crédito bancario del primer trimestre muesta menor demanda y mayores restricciones a la oferta, a causa de una mayor percepción de riesgo.
Los requerimiento normativos de Basiliea III para la banca chilena señalan que los ratios de capital deben ser sobre 10% de los activos ponderados por riesgo y los bancos tienen hoy en torno a 15%, un 50% más de lo que establece la norma, enfatiza Mena.
La activación del RCC se traduce en un aumento de capital, de modo que si un banco tiene hoy un ratio de 13,5%, debe aumentarlo en 0,5% y eso tiene un efecto contractivo, dice el dirigente. Lo explica señalando que si a un negocio le piden más capital, lo primero que pasa es que sube el costo de financiamiento y teóricamente eso lleva a una contracción del crédito. “Esto, en un contexto donde el crédito está cayendo y eso es lo raro, porque este mecanismo se activa al revés, cuando la economía está expansiva, no cuando está contractiva”, observa.
Más que la explicación que entregue hoy el IEF, Mena espera que exista un documento disponible para el mercado para conocer los antecedentes, las cifras y la lógica de razonamiento que está detrás. “Estoy hablando de cifras, de modelos y supuestos matemáticos”, detalló.
Consultado al respecto, el economista jefe del BCI, Sergio Lehmann, coincide en el impacto contractivo sobre la economía porque esta exigencia va a significar debilitar la dinámica del crédito. En su opinión, los argumentos del comunicado del Banco Central son insuficientes para justificar esta medida.
DOCUMENTO
En la Abif esperan que exista un documento más detallado que explique la lógica del razonamiento detrás del anuncio del BC.
Fuente: El Mercurio