Compras de terrenos agrícolas para vivir crecen 21,5% y Puerto Varas concentra las preferencias
El aumento del teletrabajo, el impacto de la pandemia y el interés por una segunda vivienda explican esta tendencia. La adquisición de suelo genera una plusvalía mayor a la de un departamento, afirman en Property Partners.
COMPRAS
Las compras de parcelas fluctúan entre las 1.600 a 4.000 UF en diferentes partes del país
El aumento del trabajo a distancia, la necesidad de espacios más amplios para enfrentar las cuarentenas en los periodos más álgidos de la pandemia y el interés por invertir para renta o en una segunda vivienda, han incrementado en los últimos años el interés de las personas por adquirir un terreno fuera de la Región Metropolitana o lejos de las grandes urbes del país.
Las posesiones de sitios rurales o parcelas de agrado aumentaron 21,5% anual en 2022 llegando a 339.195 unidades. Así lo señala Property Partners, aludiendo a un catastro del Servicio de Impuestos Internos (SII).
‘Las compras de parcelas fluctúan entre las 1.600 a 4.000 UF en diferentes partes del país’, comenta Antonio Iturrate, director de Campos en Property Partners, quien señala que el alza en la venta de estas propiedades responde también a la plusvalía que se genera, la que sería mayor a la de un departamento.
‘Principalmente se habla sobre esto en terrenos comprados sin desarrollos complementarios al mismo, como instalaciones de servicios básicos. Luego cuando estos son tangibles y hay construcciones de caminos y casas, los sitios pueden duplicar su valor. En cambio, un departamento adquirido en blanco o verde no llega a más de 20% a 30% de plusvalía, desde el inicio de las obras hasta la venta contra entrega inmediata’, explica.
Iturrate asegura que comprar un terreno agrícola tiene una doble inversión, ya que según la Ley 3.516 se pueden construir casas de hasta 500 metros cuadrados, en un espacio que no debe ser inferior a 5.000 m2, por lo que en el área restante se pueden realizar cultivos o criar animales.
Asimismo, el experto sostiene que comprar terrenos fuera de las zonas más céntricas aporta a la descentralización del país.
Zonas predilectas y regulación
Con respecto a los lugares preferidos por los compradores chilenos y extranjeros, se encuentra Puerto Varas, que tiene un atractivo para profesionales y familias jóvenes, indican en Property Partners. Esto, impulsado por sus paisajes, los servicios que posee y las opciones laborales en industrias como la pesquera, añaden en la firma.
‘Hoy día, en un radio cercano a los 50 kilómetros de Puerto Varas, existen más de 2.000 lotes disponibles para la venta’, afirma Iturrate.
Consultado por otras zonas de interés para los compradores, el profesional señala que ‘en general, el flujo desde las grandes ciudades se dio hacia comunas y lugares con calidad de vida relacionada al aire libre, atractivos naturales como el mar, lagos, montañas y el campo; con servicios y actividad comercial e industrial cercanos. De esta forma, el litoral central y provincias como Ranco, Osorno, Valdivia, Llanquihue, Chiloé y la Región de Aysén tomaron protagonismo como destinos de vivienda en estos últimos años’.
Actualmente, hay inmobiliarias dueñas de terrenos rurales que están enfrentadas con el Ministerio de Agricultura por la regulación de las subdivisiones de predios que impulsa el Gobierno.
Al respecto, Iturrate comenta que ‘nuestra visión es que el Estado tiene una deuda pendiente con la actividad agrícola y ganadera, lo que ha determinado que los costos y las utilidades del mundo agro se vean muy disminuidos en relación a los números reales del negocio inmobiliario. Esta es la principal razón por lo cual hubo proliferación de subdivisiones y venta de parcelas en los últimos años’.
Si bien reconoce que existen sitios de buena calidad para el desarrollo agrícola y ganadero, dice que hay otros que no poseen esas cualidades, pero sí ‘presentan buenas condiciones para que vivan seres humanos. En este caso, no vemos ningún inconveniente en que estos predios se puedan subdividir y que las personas hagan construcciones y una vida sustentable’.
A lo anterior, añade que ‘la escasez habitacional y los altos precios en las áreas urbanas, ha llevado a que para la gente de clase media-baja sea muy difícil comprar un activo y optan por comprar una parcela agrícola rural’.
Las compras de parcelas fluctúan entre las 1.600 a 4.000 UF en diferentes partes del país
El aumento del trabajo a distancia, la necesidad de espacios más amplios para enfrentar las cuarentenas en los periodos más álgidos de la pandemia y el interés por invertir para renta o en una segunda vivienda, han incrementado en los últimos años el interés de las personas por adquirir un terreno fuera de la Región Metropolitana o lejos de las grandes urbes del país.
Las posesiones de sitios rurales o parcelas de agrado aumentaron 21,5% anual en 2022 llegando a 339.195 unidades. Así lo señala Property Partners, aludiendo a un catastro del Servicio de Impuestos Internos (SII).
‘Las compras de parcelas fluctúan entre las 1.600 a 4.000 UF en diferentes partes del país’, comenta Antonio Iturrate, director de Campos en Property Partners, quien señala que el alza en la venta de estas propiedades responde también a la plusvalía que se genera, la que sería mayor a la de un departamento.
‘Principalmente se habla sobre esto en terrenos comprados sin desarrollos complementarios al mismo, como instalaciones de servicios básicos. Luego cuando estos son tangibles y hay construcciones de caminos y casas, los sitios pueden duplicar su valor. En cambio, un departamento adquirido en blanco o verde no llega a más de 20% a 30% de plusvalía, desde el inicio de las obras hasta la venta contra entrega inmediata’, explica.
Iturrate asegura que comprar un terreno agrícola tiene una doble inversión, ya que según la Ley 3.516 se pueden construir casas de hasta 500 metros cuadrados, en un espacio que no debe ser inferior a 5.000 m2, por lo que en el área restante se pueden realizar cultivos o criar animales.
Asimismo, el experto sostiene que comprar terrenos fuera de las zonas más céntricas aporta a la descentralización del país.
Zonas predilectas y regulación
Con respecto a los lugares preferidos por los compradores chilenos y extranjeros, se encuentra Puerto Varas, que tiene un atractivo para profesionales y familias jóvenes, indican en Property Partners. Esto, impulsado por sus paisajes, los servicios que posee y las opciones laborales en industrias como la pesquera, añaden en la firma.
‘Hoy día, en un radio cercano a los 50 kilómetros de Puerto Varas, existen más de 2.000 lotes disponibles para la venta’, afirma Iturrate.
Consultado por otras zonas de interés para los compradores, el profesional señala que ‘en general, el flujo desde las grandes ciudades se dio hacia comunas y lugares con calidad de vida relacionada al aire libre, atractivos naturales como el mar, lagos, montañas y el campo; con servicios y actividad comercial e industrial cercanos. De esta forma, el litoral central y provincias como Ranco, Osorno, Valdivia, Llanquihue, Chiloé y la Región de Aysén tomaron protagonismo como destinos de vivienda en estos últimos años’.
Actualmente, hay inmobiliarias dueñas de terrenos rurales que están enfrentadas con el Ministerio de Agricultura por la regulación de las subdivisiones de predios que impulsa el Gobierno.
Al respecto, Iturrate comenta que ‘nuestra visión es que el Estado tiene una deuda pendiente con la actividad agrícola y ganadera, lo que ha determinado que los costos y las utilidades del mundo agro se vean muy disminuidos en relación a los números reales del negocio inmobiliario. Esta es la principal razón por lo cual hubo proliferación de subdivisiones y venta de parcelas en los últimos años’.
Si bien reconoce que existen sitios de buena calidad para el desarrollo agrícola y ganadero, dice que hay otros que no poseen esas cualidades, pero sí ‘presentan buenas condiciones para que vivan seres humanos. En este caso, no vemos ningún inconveniente en que estos predios se puedan subdividir y que las personas hagan construcciones y una vida sustentable’.
A lo anterior, añade que ‘la escasez habitacional y los altos precios en las áreas urbanas, ha llevado a que para la gente de clase media-baja sea muy difícil comprar un activo y optan por comprar una parcela agrícola rural’.
Fuente: El Mercurio