Economía se contrae menos de lo esperado y Marcel reafirma que el ajuste del consumo privado se ha concretado
El PIB anual en enero-marzo retrocedió 0,6% interanual, inferior al -0,9% que arrojaban las cifras de Imacec y el consumo de los hogares disminuyó en un 6,7%.
El PIB en el primer trimestre presentó una contracción de 0,6% anualizado, menor al -0,9% previsto inicialmente, explicado por el dinamismo del sector externo. En términos desestacionalizados, en cambio, la economía creció un 0,8% en comparación con el cuarto trimestre de 2022, algo inferior a la expansión de 1% que arrojaban las cifras de Imacec.
La demanda interna retrocedió un 8% interanual, mostrando una caída de 6,7% en el consumo de los hogares y un aumento de 3,9% en el consumo de gobierno, con una disminución de 2,1% en la inversión en capital fijo.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, comentó que las cifras de las cuentas nacionales publicadas por el Banco Central ratifican que la economía chilena está en una etapa de recuperación, no a los niveles de hace un año, cuando la economía estaba sobrecalentada. Para las perspectivas de inflación, sobre todo, destacó como el dato más llamativo la caída del consumo privado y, particularmente, la reducción del consumo de bienes durables.
Dato al que asignó especial relevancia luego de que las presiones inflacionarias que ha tenido la economía provienen de la sobreexpansión del consumo en 2021, a causa de los retiros de fondos de pensiones y masivas transferencias fiscales, razón por la cual era necesario enfriar este componente de la demanda que es el consumo.
‘Estas cifras lo que muestran es que ese proceso de ajuste ya se ha concretado, el nivel del consumo privado al que estamos llegando es equivalente al que teníamos antes del estallido social en 2019 y, en el caso del consumo durable, estamos por debajo de estos niveles. Así es que la tarea, al menos por el lado de la demanda interna del consumo, se ha ido cumpliendo’, destacó el secretario de Estado.
Hizo hincapié en que esto permitirá que la inflación en los próximos meses siga cayendo, probablemente, a un ritmo de un punto porcentual cada mes, en la comparación interanual, para terminar el año con una inflación probablemente inferior al 5%.
La demanda interna está cayendo sostenidamente y es parte del proceso de ajuste que tiene que tener la economía y que se había estado postergando, dice Hermann González, economista de Clapes UC. ‘Con estos datos se verifica que la economía sigue en proceso de ajuste, no me atrevería a decir que el ajuste terminó, pero ciertamente esto es lo que se requería que ocurriera para restablecer los equilibrios que se habían roto con el exceso de gasto de 2021’, enfatiza.
El economista comparte la visión de Marcel, en el sentido de que al mirar la velocidad de la actividad económica a través de la serie desestacionalizada, el peor trimestre fue el III del año pasado, y en el IV trimestre y en el I de este año se advierten signos de recuperación.
La actividad aún está por debajo de los niveles de inicios de 2022, con una demanda interna débil que se ve reflejada en las ventas de las empresas y, eventualmente, eso va a tener efecto en la creación de empleo y ya se está viendo con los aumentos en la desocupación, advierte González. Proceso que debería continuar y que —agrega— es parte del ajuste que requiere la economía y que va a permitir que más adelante el Banco Central comience a bajar la tasa de interés de política monetaria, actualmente en 11,25%.
La resiliencia de las exportaciones y la caída de 17% en las importaciones dieron impulso al PIB del primer trimestre, así como el crecimiento del gasto fiscal, remarca un informe del economista Diego Pereira, de JPMorgan.
Las cuentas nacionales muestran que el consumo de gobierno crece y la contraparte de ese mayor gasto son los servicios, dentro de los cuales están la educación y la salud pública. Situación que, detalla González, es explicada porque aún hay efectos rezagados de recuperación de la pandemia, como el aumento de la asistencia escolar, las atenciones de salud en hospitales públicos y mayor actividad cultural y de esparcimiento.
‘Este año estamos viendo que la inflación poco a poco empieza a bajar, se ajusta la demanda interna y se modera el déficit en cuenta corriente (desde 9% del PIB en el IV trimestre 2022, a un 6,9% en el primer trimestre de este año). De hecho, tenemos un superávit (de US$ 752 millones) en el primer trimestre’, dice el economista de Clapes UC.
La demanda interna retrocedió un 8% interanual, mostrando una caída de 6,7% en el consumo de los hogares y un aumento de 3,9% en el consumo de gobierno, con una disminución de 2,1% en la inversión en capital fijo.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, comentó que las cifras de las cuentas nacionales publicadas por el Banco Central ratifican que la economía chilena está en una etapa de recuperación, no a los niveles de hace un año, cuando la economía estaba sobrecalentada. Para las perspectivas de inflación, sobre todo, destacó como el dato más llamativo la caída del consumo privado y, particularmente, la reducción del consumo de bienes durables.
Dato al que asignó especial relevancia luego de que las presiones inflacionarias que ha tenido la economía provienen de la sobreexpansión del consumo en 2021, a causa de los retiros de fondos de pensiones y masivas transferencias fiscales, razón por la cual era necesario enfriar este componente de la demanda que es el consumo.
‘Estas cifras lo que muestran es que ese proceso de ajuste ya se ha concretado, el nivel del consumo privado al que estamos llegando es equivalente al que teníamos antes del estallido social en 2019 y, en el caso del consumo durable, estamos por debajo de estos niveles. Así es que la tarea, al menos por el lado de la demanda interna del consumo, se ha ido cumpliendo’, destacó el secretario de Estado.
Hizo hincapié en que esto permitirá que la inflación en los próximos meses siga cayendo, probablemente, a un ritmo de un punto porcentual cada mes, en la comparación interanual, para terminar el año con una inflación probablemente inferior al 5%.
La demanda interna está cayendo sostenidamente y es parte del proceso de ajuste que tiene que tener la economía y que se había estado postergando, dice Hermann González, economista de Clapes UC. ‘Con estos datos se verifica que la economía sigue en proceso de ajuste, no me atrevería a decir que el ajuste terminó, pero ciertamente esto es lo que se requería que ocurriera para restablecer los equilibrios que se habían roto con el exceso de gasto de 2021’, enfatiza.
El economista comparte la visión de Marcel, en el sentido de que al mirar la velocidad de la actividad económica a través de la serie desestacionalizada, el peor trimestre fue el III del año pasado, y en el IV trimestre y en el I de este año se advierten signos de recuperación.
La actividad aún está por debajo de los niveles de inicios de 2022, con una demanda interna débil que se ve reflejada en las ventas de las empresas y, eventualmente, eso va a tener efecto en la creación de empleo y ya se está viendo con los aumentos en la desocupación, advierte González. Proceso que debería continuar y que —agrega— es parte del ajuste que requiere la economía y que va a permitir que más adelante el Banco Central comience a bajar la tasa de interés de política monetaria, actualmente en 11,25%.
La resiliencia de las exportaciones y la caída de 17% en las importaciones dieron impulso al PIB del primer trimestre, así como el crecimiento del gasto fiscal, remarca un informe del economista Diego Pereira, de JPMorgan.
Las cuentas nacionales muestran que el consumo de gobierno crece y la contraparte de ese mayor gasto son los servicios, dentro de los cuales están la educación y la salud pública. Situación que, detalla González, es explicada porque aún hay efectos rezagados de recuperación de la pandemia, como el aumento de la asistencia escolar, las atenciones de salud en hospitales públicos y mayor actividad cultural y de esparcimiento.
‘Este año estamos viendo que la inflación poco a poco empieza a bajar, se ajusta la demanda interna y se modera el déficit en cuenta corriente (desde 9% del PIB en el IV trimestre 2022, a un 6,9% en el primer trimestre de este año). De hecho, tenemos un superávit (de US$ 752 millones) en el primer trimestre’, dice el economista de Clapes UC.
Fuente: El Mercurio