Sin la brecha de género, el PIB per cápita crecería 10,5% al año 2060
Mientras que en los países donde más se podría elevar la riqueza son aquellos en los que la brecha de género es más pronunciada y en este caso son México (0,52 puntos porcentuales al año), Costa Rica (0,48), Turquía (0,43) y Colombia (0,41). Según la OCDE, la brecha en este indicador se da por la menor cantidad de horas trabajadas en promedio de las mujeres, sumado a la menor tasa de participación. Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), las mujeres trabajan semanalmente en promedio 38,7 horas, mientras que los hombres lo hacen 42,9 horas, es decir, cuatro horas más. Por otro lado, en el primer trimestre del año el INE reportó que la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral fue de 51,1%, mientras que la de los hombres fue de 71,4%.
Para Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la UDP, el horizonte del PIB percápitacalculado por la OCDE muestra el ‘potencial económico que se está desperdiciando por las brechas de género’. Respecto de la diferencia en horas trabajadas, el economista indica que las mujeres se tienden a insertar en mayor proporción en empleos a jornada parcial que los hombres, ya que hay un 13,3% de ellos trabajando en esta modalidad versus un 25% de mujeres. Bravo señala que las mujeres que son proveedoras principales de su hogar tienen una tasa de participación laboral del 65%, mientras que las que no ejercen este rol tienen una tasa del 43,8%. En ese sentido, el economista señala que el foco está en elevar la tasa de participación de las mujeres que no son proveedoras principales de sus hogares. Por otro lado, afirma que existen alrededor de cuatro millones de mujeres fuera de la fuerza de trabajo, de las cuales 507 mil están disponibles para trabajar, a pesar de no haber buscado trabajo.
En estos dos espacios Bravo ve el potencial de aumentar la participación femenina, si se refuerza la legislación que permita que estas mujeres se incorporen. En ese sentido, Alejandra Sepúlveda, presidenta ejecutiva de ComunidadMujer, indica que la causa de la menor participación femenina es la ‘división sexual del trabajo’, que se expresa en barreras de acceso y desarrollo de las mujeres en el mercado laboral. A esto se le suma la sobrecarga global de trabajo remunerado y no remunerado de las mujeres. Sepúlveda afirma que las dificultades a las que se enfrentan las mujeres para delegar labores de cuidado de hijos menores, adultos mayores y personas dependientes, junto a normativas como la actual sala cuna o posnatal solo para las madres, se traducen en un ‘mayor costo de contratación en el caso de ellas’.
Fuente: El Mercurio