Hasta un 13% podría caer valor de empresas con rebaja de la jornada a 40 horas
Las más afectadas serían las firmas del comercio minorista, importadoras, o empresas industriales no intensivas en capital.
La próxima semana la Cámara de Diputados iniciará la discusión de tercer trámite del proyecto que reduce la jornada de trabajo a 40 horas. La moción parlamentaria del PC, que fue patrocinada por el Gobierno, fue aprobada por unanimidad en el Senado la semana pasada y si la Cámara Baja ratifica las enmiendas del segundo trámite, la iniciativa pasará a promulgación como nueva ley después de seis años de debate.
A nivel técnico, una de las discusiones que ha rondado es cómo afectaría la rebaja a la productividad y, por ende, al valor de las empresas. Valoriza realizó un análisis, que concluye que el impacto negativo para las compañías sería leve, ya que el efecto en valorización rondaría entre un -1% a un -13%, incluso en un escenario pesimista donde a pesar de la gradualidad, la reducción en horario tendría que ser compensada con una mayor contratación para los siguientes 10 años.
‘Las más afectadas serían las empresas del comercio minorista, importadoras, o empresas industriales no intensivas en capital, donde la media de remuneraciones oscila entre un 20% y un 25% de las ventas anuales, al tener un margen promedio inferior al de empresas de servicio, lo que se traduce en que las 40 horas podrían tener un impacto en el valor en el peor escenario de hasta un -13,4% en este tipo de empresas’, señala Gadiel Rosenblut, consultor de Valoriza.
Agrega que en el caso de las empresas de consultoría, servicios legales, servicios contables y servicios TI, que tienen gastos en remuneraciones que representan alrededor de un 50% de las ventas en promedio, el efecto es de hasta -11,7% en valor en este escenario, suavizado parcialmente por los mayores márgenes que manejan.
Las empresas de alta intensidad en capital, donde las remuneraciones pueden representar porcentualmente desde un 1% y hasta un 15% de ventas anuales, el golpe en este escenario no supera el -2% en valor corporativo (ver gráfico).
El estudio advierte que lo anterior no considera la posibilidad de que se produzca un aumento en productividad como se vio en los casos de Francia y Portugal, donde el efecto de gradualidad y flexibilidad fue fundamental en permitir que las empresas repartieran el tiempo de los trabajadores de mejor forma posible, rindiendo más por hora. En el caso de Francia, se estima que este efecto recuperó aproximadamente un tercio de la producción perdida. En experimentos de empresas de semanas laborales de cuatro días, se recuperó toda la producción cuando se mantuvo el sueldo original.
‘Estas cifras solo consideran el escenario donde al reducir su horario de 45 a 40 horas de trabajo, el empleado produce el mismo 12,5% menos por falta de tiempo. En un escenario donde el trabajador puede aumentar su productividad lo suficiente para hacer 42,5 horas de trabajo en las nuevas 40, los impactos anteriores en valor empresa se reducen a solo un rango de -1% a -6% en valor’, agrega el consultor.
Evidencia internacional también apunta a que el saldo del impacto que no se recupere con productividad sería suavizado con ajustes salariales en el mercado laboral.
Rosenblut concluye que ‘considerando los positivos efectos intangibles que traería a las personas el régimen que plantea el proyecto de ley de 40 horas, los resultados del análisis permiten concluir que se puede producir un win-win para empresas y trabajadores, o por lo menos no dejar perdedores’.
Si bien el impacto preciso de un proyecto es difícil de predecir como en cualquier política económica, Valoriza dice que las cifras del estudio limitan el impacto negativo del peor escenario a -1% a -13%. Sin embargo, agrega, evidencia internacional de aumentos en productividad y en el peor caso, reajustes salariales, apuntan a que la mayoría de los escenarios implican un efecto aún menor para empresas.
A nivel técnico, una de las discusiones que ha rondado es cómo afectaría la rebaja a la productividad y, por ende, al valor de las empresas. Valoriza realizó un análisis, que concluye que el impacto negativo para las compañías sería leve, ya que el efecto en valorización rondaría entre un -1% a un -13%, incluso en un escenario pesimista donde a pesar de la gradualidad, la reducción en horario tendría que ser compensada con una mayor contratación para los siguientes 10 años.
‘Las más afectadas serían las empresas del comercio minorista, importadoras, o empresas industriales no intensivas en capital, donde la media de remuneraciones oscila entre un 20% y un 25% de las ventas anuales, al tener un margen promedio inferior al de empresas de servicio, lo que se traduce en que las 40 horas podrían tener un impacto en el valor en el peor escenario de hasta un -13,4% en este tipo de empresas’, señala Gadiel Rosenblut, consultor de Valoriza.
Agrega que en el caso de las empresas de consultoría, servicios legales, servicios contables y servicios TI, que tienen gastos en remuneraciones que representan alrededor de un 50% de las ventas en promedio, el efecto es de hasta -11,7% en valor en este escenario, suavizado parcialmente por los mayores márgenes que manejan.
Las empresas de alta intensidad en capital, donde las remuneraciones pueden representar porcentualmente desde un 1% y hasta un 15% de ventas anuales, el golpe en este escenario no supera el -2% en valor corporativo (ver gráfico).
El estudio advierte que lo anterior no considera la posibilidad de que se produzca un aumento en productividad como se vio en los casos de Francia y Portugal, donde el efecto de gradualidad y flexibilidad fue fundamental en permitir que las empresas repartieran el tiempo de los trabajadores de mejor forma posible, rindiendo más por hora. En el caso de Francia, se estima que este efecto recuperó aproximadamente un tercio de la producción perdida. En experimentos de empresas de semanas laborales de cuatro días, se recuperó toda la producción cuando se mantuvo el sueldo original.
‘Estas cifras solo consideran el escenario donde al reducir su horario de 45 a 40 horas de trabajo, el empleado produce el mismo 12,5% menos por falta de tiempo. En un escenario donde el trabajador puede aumentar su productividad lo suficiente para hacer 42,5 horas de trabajo en las nuevas 40, los impactos anteriores en valor empresa se reducen a solo un rango de -1% a -6% en valor’, agrega el consultor.
Evidencia internacional también apunta a que el saldo del impacto que no se recupere con productividad sería suavizado con ajustes salariales en el mercado laboral.
Rosenblut concluye que ‘considerando los positivos efectos intangibles que traería a las personas el régimen que plantea el proyecto de ley de 40 horas, los resultados del análisis permiten concluir que se puede producir un win-win para empresas y trabajadores, o por lo menos no dejar perdedores’.
Si bien el impacto preciso de un proyecto es difícil de predecir como en cualquier política económica, Valoriza dice que las cifras del estudio limitan el impacto negativo del peor escenario a -1% a -13%. Sin embargo, agrega, evidencia internacional de aumentos en productividad y en el peor caso, reajustes salariales, apuntan a que la mayoría de los escenarios implican un efecto aún menor para empresas.
Fuente: El Mercurio